Lunes 14 de enero de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
n Culparon al gobierno de la muerte de una mujer que vivía ahí
Moradores de La Constancia piden dos meses para desalojar

Jorge Machuca Luna n

El descontento y la incertidumbre prevalecen entre algunos de los antiguos trabajadores de la ex fábrica textil La Constancia Mexicana. Quienes aún viven en el edificio histórico que albergó a la factoría más antigua del país en su tipo se mostraron inconformes con la liquidación que recibieron del gobierno estatal el pasado viernes, y exigieron al menos dos meses para desocupar el lugar.
De hecho, según versiones recabadas ayer por este diario entre los moradores de La Constancia, unos 20 miembros de la cooperativa no pudieron cobrar el viernes sus cheques por errores al momento de escribir sus nombres en los documentos bancarios o por no aparecer en el padrón de cooperativistas.
Asimismo, algunos de los entrevistados atribuyeron la muerte de una vecina del lugar a la presión gubernamental para salir de ese lugar y a los rumores de un eventual desalojo de los cooperativistas y sus familias usando la fuerza pública. El pasado 8 de enero, Aurora Ontiveros Montiel, esposa de un obrero retirado hace más de 30 años, perdió la vida al sentirse "presionada" para que dejara La Constancia; vio agudizados sus problemas de salud y falleció en su casa un día después de que la Secretaría de Gobernación del estado le urgió a salir de ésta por medio de un oficio.
Ese documento fue firmado por la subsecretaria de Gobernación, Benita Villa Huerta, y en él no se especifica una fecha exacta para salir de la ex fábrica; una entrevistada que solicitó el anonimato aseguró que "por ley, el gobierno debe darnos tres meses de plazo para salir de aquí, y la persona que repartió los oficios dijo que teníamos que irnos de inmediato; en las noticias dijeron que son 15 días y aun así es muy poco tiempo".
Rodrigo Alberto González Chávez, quien comenzó a laborar en la ex productora de textiles en 1984 y nació ahí mismo hace 29 años, señaló que Miguel Torres Benítez, obrero retirado de 82 años que actualmente encabeza la cooperativa de la ex fábrica, se cobró "a lo chino" más de 2 millones de pesos junto con un abogado de nombre Hugo, del que dijo desconocer sus apellidos, quien cobró otra cantidad similar.
Los entrevistados insistieron en que el reparto de las liquidaciones se realizó de manera inequitativa. "Nunca nos enseñaron la lista que (Miguel) Torres negoció con el gobierno; no se sabía quiénes estaban y con qué antigüedad nos pusieron a cada uno", insistió un ex obrero que laboró poco más de 40 años en La Constancia y aseguró haber recibido alrededor de 60 mil pesos el viernes pasado.
"A una persona que era mi ayudante y que laboró casi el mismo tiempo que yo le pagaron 104 mil pesos", expresó con molestia; "es un fraude el que se está cometiendo", agregó.
Además, señaló que los vecinos y otros cooperativistas de La Constancia no conocen con exactitud el destino que tuvieron las aportaciones económicas semanales que entregaron a Torres y que aparentemente iban a ser destinadas al pago de los honorarios de los abogados que intervienen "en una serie de juicios pendientes, como el de vialidad de acá afuera y unos campos deportivos que también eran parte de La Constancia", dijo por separado otro obrero en retiro.
Interrogado al respecto, Miguel Torres negó todas las acusaciones que los obreros están haciendo en su contra y dijo que el dinero ha sido utilizado de manera correcta. Además, invitó a los declarantes a hablar con él directamente para aclarar el destino del dinero.
De acuerdo con lo manifestado a este diario por los declarantes, Torres Benítez les había prometido que luego de que se pagara la liquidación a cada uno de los antiguos obreros y a sus viudas, se les devolvería las aportaciones que hicieron para pagarle al abogado. También comentó que las "cuotas mínimas de 10 pesos todos saben para qué eran y donde están; eso es algo interno".

La mudanza y los pagos
Al realizar un recorrido por las casas de la otrora fábrica textil, se presenció ayer por la mañana la salida de una familia que vivía cerca de la entrada principal del patio del caserío. Sólo otro departamento permanecía vacío y en avanzado estado de deterioro que las goteras ocasionadas por la lluvia de ayer hacían evidente.
Los demás vecinos permanecen en su hogares sin haber comenzado a empacar sus cosas y exigen se les otorgue al menos dos meses para encontrar un nuevo lugar donde establecerse. Una vecina del patio principal de La Constancia expresó, con tristeza y enojo, que ya ha comenzado a guardar sus objetos pese a no haber recibido aún su cheque.
Desde el viernes, camiones de mudanzas llegaron a las afueras del inmueble, que será declarado monumento histórico, y algunos de sus choferes notificaron a los vecinos que debían desalojar de inmediato las casas; algunos de los transportistas les señalaron que si efectuaban la mudanza hasta antes del domingo, ésta no tendría costo alguno para ellos.
Relataron que la semana pasada personal de la Secretaría de Gobernación del estado "engañó" a algunos vecinos, ya que dijeron haber llegado a levantar un censo poblacional; se les pedía datos acerca de su posición económica y el número de moradores de cada apartamento; por último, se les pedía su firma.
Días después se enteraron de que lo que habían firmado era la aceptación del monto de su liquidación, sin conocerlo. Además, dijeron que una parte del personal que había sido indemnizada con anterioridad y que era simpatizante de Macedonio Rodríguez -líder del otro grupo que disputaba la titularidad del consejo de administración de la fábrica- cobró de nuevo el pasado viernes una parte de los 39.8 millones de pesos que el gobierno estatal destinó a todos los cooperativistas de la ex fábrica textil.
"Incluso una persona a la que la habían corrido por robar en la fábrica, cobró", aseveró Rodrigo González.