Ť El virus, procedente de India y Sri Lanka; más de 69 municipios infestados, según autoridades

Alerta en Cuba por la expansión de brote de dengue

GERARDO AREEOLA CORRESPONSAL

La Habana, 12 de enero. Cuba encendió las alarmas rojas al revelar la expansión de un brote de dengue, que el presidente Fidel Castro calificó de "desesperante" y que se registra en La Habana y otras zonas del país, incluso con casos de la mortal variante hemorrágica.

Sin ofrecer precisiones, Castro informó en una reunión el viernes que el dengue reapareció en Cuba en noviembre del 2000, en la zona rural de la capital, pero que nuevos casos brotaron en junio pasado, con un repunte en octubre. La reunión de autoridades y casi cinco mil activistas de una nueva campaña sanitaria fue transmitida íntegramente por la televisión. Aunque se conocía la reincidencia de la enfermedad en el país, este fue el primer reporte público sobre las dimensiones aproximadas del nuevo ataque.

La especialista Elia Rosa Lemus, quien encabeza la campaña contra el aedes aegypti, el mosquito transmisor del virus de la enfermedad, dijo en la sesión que esta vez llegó a la isla el serotipo (variante) 3, procedente de India y Sri Lanka, que ha producido dengue hemorrágico en el sureste asiático y Nicaragua, además de Cuba. Agregó que hasta diciembre pasado había 69 municipios infestados en la capital y en las provincias centrales de Villa Clara y Cienfuegos.

El aedes anida en aguas estancadas, en climas cálidos y húmedos. El dengue se manifiesta con fiebre alta, fuertes dolores de cabeza, dolores musculares y en las articulaciones, y erupciones en la piel. La variante hemorrágica agrega dolor de estómago intenso y continuo, vómitos, inquietud, letargo, brusco descenso de temperatura, piel fría, o desmayo y puede ser fatal.

Castro dijo que había pasado los últimos tres días supervisando la integración y capacitación de un gigantesco equipo de unos 10 mil hombres, que desde hoy sale a las calles de la capital a fumigar, remover escombros y ejecutar faenas de limpieza y prevención, en lo que espera sea una batida fulminante de un mes contra el mosquito.

Las autoridades suelen omitir precisiones en un caso como este, pero varios indicios revelan que se trata de una emergencia.

Castro está involucrado personalmente, dirigen la campaña especialistas del Consejo de Estado (máxima autoridad ejecutiva), la organización fue confiada al Partido Comunista y fueron reclutadas fuerzas de elite afamadas en el trabajo rudo, como el Contingente Blas Roca (construcción) y el Ejército Juvenil del Trabajo (efectivos asignados a las empresas agrícolas militares).

La enérgica reacción lleva un implícito reproche al Ministerio de Salud Pública, cuyo titular, Carlos Dotres, no tuvo parte activa en la reunión. Por el contrario, Castro criticó que la experiencia adquirida por la isla en campañas similares en el pasado quedó "casi perdida: nos dormimos en los laureles".

Castro lamentó que después de un año de reanudar la erradicación del mosquito no había resultados y que faltaba "estrategia y táctica" en Salud Pública.

Tácitamente reconoció denuncias de la población sobre robos efectuados por fumigadores en visitas domiciliarias, al informar que el 30 por ciento de ese personal fue cesado. Los anteriores responsables, "en su desesperación", dijo el mandatario, "echaban mano de todo el que pasaba por ahí".

Por la reaparición de la enfermedad "tiene que haber habido descuido, cuando en 16 años no se produjo ningún caso", dijo Castro, en alusión al periodo entre los dos anteriores brotes de dengue: 1981, cuando una gran epidemia afectó a la isla y por primera vez en las Américas apareció la variante hemorrágica, y 1997. En ambos casos circulaba el serotipo 2, el segundo en la escala de 4, que indica gravedad creciente.

En 1981 Cuba registró 10 mil casos de dengue hemorrágico. La primera irrupción de la enfermedad fue en 1977, con mil 400 casos de la variante uno (clásica). Antes de la epidemia cubana de hace dos décadas, el dengue era un problema de salud pública del continente asiático.

Alta incidencia del virus

Actualmente el virus está diseminado en casi todo el continente, y la mayor incidencia está en Brasil, Venezuela y Centroamérica. Un reporte de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) de junio pasado dijo que "si no se adoptan medidas inmediatas, el dengue hemorrágico se convertirá en una enfermedad tan endémica en América como en Asia, donde algunos países notifican cientos de miles de casos por año". La organización criticó entonces "el rumbo desastroso que estamos siguiendo" para enfrentar el crecimiento de la enfermedad.