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Ť Imposible rastrear a Bin Laden por los devastadores
daños, dicen combatientes
Niega el Estado Mayor de EU que haya bloqueado un acuerdo
para la posible rendición de Al Qaeda
Ť Intensifica el Pentágono los ataques en la zona
montañosa afgana de Tora Bora
REUTERS, PL, AFP Y DPA
Tora Bora, 13 de diciembre. La aviación
estadunidense intensificó hoy los bombardeos sobre las montañas
de Tora Bora y dijo poner en práctica todos sus recursos para impedir
la huida de Osama Bin Laden, pero negó que lleve a cabo una guerra
de exterminio o que haya bloqueado un acuerdo para la rendición
de Al Qaeda.
El jefe del Estado Mayor Conjunto estadunidense, Richard
Meyers, afirmó que en realidad nunca hubo una "rendición
de Al Qaeda ofrecida o aceptada", y que pese a las bombas lanzadas por
la aviación que calcinan el lugar donde caen y privan de oxígeno
en un amplio radio "esta no es una guerra de exterminio" contra los miembros
de la organización islámica.
Al
responder a reporte de The Washington Post sobre la actual ofensiva
en Tora Bora, negó que el gobierno estadunidense haya bloqueado
un acuerdo que hubiera permitido" la rendición de los combatientes
del multimillonario saudiárabe, pues dijo que es obvio que sería
ventajoso atrapar vivos a elementos "terroristas" que permitan la obtención
de informes de inteligencia.
"Los combates en Tora Bora son muy intensos, es un conflicto
bélico y esperamos obtener datos sensibles, lo que significa tomar
prisioneros", explicó. En términos similares se manifestó
el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, al señalar que lo mejor
sería que se rindieran para así "obtener datos".
Rumsfeld, quien afirmó que Estados Unidos está
listo para ofrecer una recompensa de 10 millones de dólares que
lleve a la captura del mullah Mohammad Omar, admitió que
disponen de información creíble tanto acerca de que Bin Laden
continúa en el este de Afganistán, así como de que
ya ha escapado.
Con todo, confió en que los comandos especiales
estadunidenses en la zona de Tora Bora están por capturar a miembros
de Al Qaeda, donde ha habido nuevos despliegues de esas fuerzas. Pero al
mismo tiempo la aviación continúa bombardeando la zona, lo
cual nunca suspendió pese a las recientes negociaciones sobre rendición.
Otro "error" del ejército
Incluso un hermano del comandante Mohammad Aman informó
que varios combatientes afganos aliados de Estados Unidos resultaron heridos
ante los intensos bombardeos de este jueves, en otro "error" cometido en
las Montañas Blancas, en momentos en que las fuerzas de Aman lanzaban
nuevas operaciones por tierra contra Al Qaeda.
Combatientes de la Alianza del Norte que han participado
en las acciones de Tora Bora, estimaron ante la cadena de televisión
CNN que altos mandos del grupo fundamentalista pudieron haber muerto durante
los bombardeos.
No obstante, las mismas fuentes admitieron que la localización
de rastros de Bin Laden es imposible ante los bombardeos estadunidenses,
pues por esos ataques o el uso de las devastadoras bombas Daisy Cutter
por los B-1 la destrucción es total, a tal grado que
"no se sabe dónde hubo cuevas y mucho menos dónde había
gente".
Una fuente militar en Washington insistió en que
Bin Laden estaría cercado junto con sus combatientes ante las fuerzas
afganas y estadunidenses que avanzan por dos valles, cerca de Tora Bora.
Además, tres helicópteros aterrizaron en la zona con tropas.
El comandante afgano Haji Mohammad Zaman insistió
en que las negociaciones se acabaron y que estaban lanzado nuevas ofensivas
por tierra contra las posiciones de Al Qaeda. Al respecto, la BBC londinense
comentó que no estaba claro si el grupo estaba jugando una carrera
contra el tiempo para permitir la huida del mayor número de su gente.
El comandante Hasrat Alí había ofrecido
un salvoconducto para más de mil combatientes de Al Qaeda en Tora
Bora, a cambio de que les entregaran a 22 dirigentes, entre ellos Bin Laden.
A su vez, las autoridades afganas de la provincia de Nangarhar liberaron
a 108 paquistaníes que habían capturado durante los combates
contra los talibanes antes de su rendición.
Por su parte, Pakistán insistió en que no
existe ninguna información que confirme que Bin Laden está
en su territorio, cuyas fronteras ha reforzado con unos 4 mil miembros
de fuerzas fronterizas, al rechazar nuevos reportes de la prensa estadunidense
al respecto.
En tanto, nuevos contingentes de marines estadunidenses
ocuparon por aire y tierra el aeropuerto de Kandahar, en el sur del país,
lo que le permite abrir una nueva base operacional para sus vuelos. Sin
embargo, Washington anunció que ponía fin al lanzamiento
de víveres y medicamentos desde sus aviones, dado que las organizaciones
internacionales ya pueden trabajar por tierra.
El futuro jefe del gobierno interino de Afganistán,
Hamadi Karzai, regresó desde Kandahar a Kabul, la capital del país,
donde inició una serie de reuniones con sus ministros y el presidente
saliente Burhanuddin Rabbani para tratar acerca del traspaso de poderes
para el próximo 22 de diciembre.
También tres ministros europeos de Alemania, Francia
e Italia llegaron a Kabul para mantener conversaciones con el nuevo gobierno,
con el cual tratarán acerca que la futura ayuda al país resulte
expedita y eficaz, entre otros temas.
En Islamabad, la Asociación Revolucionaria de Mujeres
Afganas denunció que los jefes de guerra de la Alianza del Norte
que controla el nuevo poder afgano, son igual de "criminales" que los depuestos
talibanes islámicos, como lo muestra su historial anterior sobre
graves violaciones a los derechos humanos.
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