Lunes en la Ciencia, 3 de diciembre del 2001
Polémica por el sospechoso anuncio de la clonación de células madre ƑQuién es el padre del embrión? Pablo Meyer Rojas Nueva York, especial para La Jornada."šMe robaron la idea!", fue la primera reacción del médico italiano Severino Antinori ante el anuncio de que la empresa Advance Cell Technology (ACT) logró clonar el primer embrión humano. Antinori, partero milagroso, anunció en agosto que quería traer al mundo al primer ser humano clonado. El veterinario argentino José Cibelli, de ACT, es el autor del artículo publicado en una pequeña revista desconocida, The Journal of Regenerative Medicine, en la que presenta una receta para clonar embriones humanos: perfil psicológico de donadores, colecta de óvulos, succión de los cromosomas para eliminar el núcleo, y finalmente transferencia nuclear, es decir, la inyección del núcleo proveniente de otra célula.
Las críticas llueven de todos lados y de diferentes niveles políticos, religiosos y científicos. Inmediatamente los investigadores criticaron la falta de novedad en lo publicado y argumentaron que ninguna revista seria hubiera aceptado tal artículo: nada innovador en la técnica de transferencia nuclear, ya que la utilizada es una vieja idea que Hans Spemann aplicó por primera vez en 1928 y el primer clonaje (una rana) lo realizó en 1962 John Gurdon. El resultado es además decepcionante, pues aunque se dividió el óvulo no sobrevivió los cinco días necesarios para mostrar los rasgos que determinan un embrión. Peor resultó que en ese punto de desarrollo embrionario no se pudieran extraer las famosas células madre que tienen la increíble facultad de transformarse en cualquier tipo de célula humana.
ƑPor qué ante un resultado científico dudoso Michael D. West, director de ACT, anunció el logro con bombo y trompeta en una revista de difusión (Scientific American) con entrevistas en periódicos y televisión? El anuncio lo hace después de que la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó una ley que prohíbe todo tipo de clonaje humano, pero antes de que el Senado confirme dicha legislación.
Me contaron que mi prima mayor solía ponerse triste al tener la regla, y es que sentía que cada vez perdía un hijo. En su razonamiento un óvulo era un "hijo en potencia", y perderlo era perder un hijo. La gente que se opone a la creación de embriones con fines terapéuticos sigue los mismos pasos al condenar la pérdida de un embrión, un "humano en potencia", al extraer de él células madre. Ellos exigen que los científicos concentren su atención en generar células madre a partir de células adultas, ahí no habría "pérdida" alguna. Los británicos son más pragmáticos y permiten trabajar con embriones hasta el día catorce después de su creación, al día 13 con 23 horas 59 minutos y 59 segundos, el embrión se vuelve humano. Prohibir puede generar a posteriori problemas mucho más graves, por eso hay que definir claramente y separar totalmente, si es posible, el clonaje terapéutico del clonaje reproductivo. Una discusión global patrocinada por la ONU, como lo propuso en agosto el secretario de Salud francés Bernard Kouchner, es necesaria. El autor cursa un doctorado en física biológica en la Universidad Rockefeller, en Nueva York
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