SABADO Ť 20 Ť OCTUBRE Ť 2001

Ť La Organización Internacional del Trabajo plantea políticas de expansión

América Latina y el Caribe no resisten más ajustes impuestos por FMI y Banco Mundial

Ť Necesario, generar más empleos y empresas y dar protección social a empleados: Somavia

NOTIMEX

Ottawa, 19 de octubre. América Latina y el Caribe no resisten más ajustes económicos como los propuestos por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, afirmó el director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Juan Somavia.

"No se puede seguir aplicando políticas de ajuste clásico como las que han venido del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) en el pasado. América Latina no resiste más ajustes, es una región sobreajustada", aseveró Somavia en entrevista con Notimex.

Propuso que los países de América Latina y el Caribe deberían seguir políticas de expansión para salir de la recesión y generar empleos.

"Hay que generar empleos, y para salir de la crisis en la cual estamos entrando debemos tener políticas expansionistas, políticas macroeconómicas, que permitan la expansión y ocuparse de los sectores económicos particularmente afectados", dijo.

La OIT, una institución internacional tripartita (con representantes de gobiernos, patrones y sindicalistas), participó en la decimotercera Conferencia Interamericana de Ministros del Trabajo (CIMT) que este jueves finalizó tres días de reuniones en la capital canadiense.

Frente a la coyuntura de recesión es necesario generar empleos y empresas, y dar protección social a los trabajadores, subrayó Somavia.

Destacó que este es el momento de hacer un giro en materia de política económica, y que debería ser mediante la generación de empleos, para crear demanda y consumo y retornar a un ciclo de crecimiento y de creación de mercados internos.

En este objetivo juegan un papel clave la pequeña y mediana empresas, que son además un factor de estabilidad porque demoran más en despedir a los trabajadores, a diferencia de la gran empresa que tiende a sacar a sus trabajadores ante el menor cambio de coyuntura.

Consideró que hasta ahora se ha puesto énfasis en el sector exportador, que es importante, pero no el único factor decisivo para el desarrollo, por lo que hay que impulsar los mercados internos. Otra tarea inmediata, dijo, es preocuparse de la gente que vive en la economía informal, que es la gran mayoría en Latinoamérica y el Caribe.

No es que no podamos hacer todo esto, sino que las políticas que han sido impuestas a nuestros países han puesto el énfasis en otras cosas. Hay salidas productivas, hay cómo enfrentar la coyuntura, agregó.

"No soy pesimista sobre los instrumentos, pero lo importante es que tengamos la voluntad política de hacerlo y de seguir en esa dirección", aseveró.

Cuando se generan empleos es también importante crear las redes de seguridad social, precisamente ahora que vamos hacia una recesión, añadió.

Sobre si las clases políticas latinoamericanas están conscientes de estos cambios, Somavia resaltó la necesidad de promover el hábito del diálogo, que no prosperó por la violencia y las dictaduras, para usarlo como instrumento de solución de conflictos.

El diálogo como identificación de intereses compartidos, dijo, y añadió que cuando hay crisis de la naturaleza que se nos viene encima, una recesión que puede ser global, todos los sectores tienen la responsabilidad de responder con algún sentido de unidad nacional.

Opinó que desde el FMI, el Banco Mundial, hasta la Organización Mundial del Comercio (OMC) deberían promover los derechos de los trabajadores, cada institución a su manera, pero reconoció que los avances en este asunto han sido muy lentos.

Se manifestó a favor de que los organismos internacionales discutan y adopten medidas para reafirmar la necesidad de aplicar los principios de la OIT (libertad de asociación y de negociación colectiva, abolición del trabajo forzado y del trabajo infantil, de la discriminación en el empleo).

"El sistema multilateral en su conjunto debería promover los derechos básicos de los trabajadores, con el acuerdo de sus constituyentes que son los países miembros. Pero todavía no hay acuerdo dentro de la OMC", señaló.

A su vez, el viceministro del Trabajo de Uruguay, Juan Bosch, se refirió al impacto de la globalización en los mercados laborales y recordó que la liberalización "ha sido incompleta en las economías industrializadas", que siguen practicando el proteccionismo.

Recordó que los países ricos financian con unos 300 mil millones de dólares anuales los subsidios a la agricultura, en detrimento de sus consumidores, de los productores de otros países, incluidos los más pobres.

Lo que queremos es un libre comercio internacional sin distorsiones, sostuvo Bosch. "La globalización, tal como ha sido conformada hasta ahora, ha creado una división entre quienes la entienden y sacan ventaja de ella y aquellos que la sufren porque esa misma razón", indicó.