SABADO Ť 29 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001

Ť Buenos augurios para la cinta en Donostia

La fuga, de Mignogna, aborda la violencia vivida en Argentina

Ť Filme basado en la novela homónima del realizador

CESAR GÜEMES ENVIADO

San Sebastian, 28 de septiembre. Los mejores augurios que hasta ahora ha tenido dentro de la sección oficial una cinta latinoamericana son para La fuga, del argentino Eduardo Mignogna. La cinta, basada en su novela homónima, narra la fuga de varios presos ocurrida en 1928 en Buenos Aires, bajo un clima de cambios sociales y de anarquismo bien entendido.

-Es poco usual que un novelista sea al mismo tiempo realizador. ƑQué tanto pelea consigo mismo al ir de un papel a otro?

-Lo menos posible. Tengo un recurso o truco: aunque participo un poco en los guiones de mis películas, en este caso le encargué a dos personas que eligieran de un total de 15 capítulos de que se conforma el libro La fuga para que me dieran sólo seis e incluso ya con un guión previo. Quise que quienes escriben de cine pudieran ''asesinar" el trabajo del autor a fin de que de ahí saliera un lenguaje trasladable a imágenes.

Los guionistas a que hace referencia el cineasta son Gracierla Maglie y Jorge Goldemberg. Y si bien La fuga representa técnicamente a Argentina, ha sido coproducida con España. En cuanto al trabajo como director, Mignogna es el mismo de Flop, que le valió en 1990 los premios de Biarritz y del Festival de Cine de La Habana; de El sol de otoño, en la cual tuvo entre su elenco a Norma Aleandro y Federico Luppi y obtuvo 33 premios internacionales; y de la reciente obra El paro del sur, con la que cosechó entre otros reconocimientos el Goya, en 1999.

Ficción compuesta

-De manera similar a otros trabajos suyos, están presentes a la par los componentes sociales que los de índole personal. Sólo que en La fuga priva el anarquismo. ƑCómo los hizo compatibles?

-La época de la que hablo en la cinta me ofrecía una enorme riqueza de lecturas. Campeaban, por ejemplo, las ideas anarquistas, las manifestaciones de los trabajadores y estábamos en la puerta de lo que después sería la Argentina contemporánea. En cuanto al anarquismo, no creo que esté del todo desarrollado en La fuga.

-Ya que la época, como señala, era tan convulsa, Ƒpor qué eligió precisamente esta fuga y no otras que se dieron en Buenos Aires por el mismo tiempo?

-Debo confesar algo: no hubo tal fuga. Hubo muchas, es verdad, pero no una como la de la novela o la de la cinta. Cuando hacía los primeros acercamientos a la película hubo quien me preguntó si era real o no y entonces dije la verdad, que era una ficción compuesta. Pero poco a poco, ante la decepción de quienes van por ahí cuestionándome lo mismo, sobre todo espectadores, he comenzado a decir que todo es verídico, aunque no lo sea, y yo mismo he empezado a creerlo.

-En Argentina la cinta ha tenido buen recibimiento, proporcionalmente tan bueno como el que comienza a tener dentro del festival. ƑPara eso sí hay truco?

-Vamos a ver. Si no fui Nostradamus antes, menos voy a serlo ahora. Los productores, ya con la historia en la mano, hicieron un amplio estudio de mercado para saber qué tan bien llegaría la película a los espectadores, y se los agradezco porque en efecto la cinta ha caminado muy bien. No es un truco, es parte del trabajo diario. Como tampoco lo es el hecho de que cuando escribí la novela no estaba pensando en unos actores determinados.

-Ha dicho cómo hace para que no peleen dentro de usted el realizador y el novelista. ƑCómo hace para que sean amigos?

-Gozo de la soledad de escribir ficción y disfruto trabajar en equipo. En ambos casos hay un solo secreto: no traicionarse a sí mismo. Sólo así se puede dormir en paz por las noches.