JUEVES Ť 27 Ť SEPTIEMBRE Ť 2001
Ť Llamado del líder del talibán a que los afganos retornen a sus hogares
Incendian la embajada de EU en Kabul
Ť El mal que ataca a Washington no desaparecerá si muere Bin Laden, dice el mullah
AFP, DPA, AP Y REUTERS
Kabul, 26 de septiembre. Decenas de miles de manifestantes afganos, simpatizantes del régimen fundamentalista talibán, incendiaron hoy la embajada de Estados Unidos al irrumpir con piedras y palos sobre terrenos en donde se asienta el antiguo edificio de la sede diplomática, abandonado desde 1989.
Mientras Estados Unidos responsabilizaba al régimen talibán por lo sucedido al acusarlo de haber dejado de lado "sus obligaciones internacionales", el máximo líder talibán mullah Mohammad Omar reafirmó su posición contra un posible ataque estadunidense, aunque dijo creer que esa amenaza disminuye, por lo que instó a los afganos a retornar a sus hogares.
"Aun si (Estados Unidos) fuera doblemente fuerte, no sería suficiente para derrotarnos. Confiamos en que nadie puede lastimarnos si Dios está con nosotros", señaló Omar en declaraciones a la Voz de América.
El líder islámico afgano, cuyo régimen se ha negado a entregar a Estados Unidos al principal sospechoso de los ataques en Nueva York y Washington, apuntó que esto no es una cuestión sólo de Osama Bin Laden, sino del prestigio del islam en todo el mundo, al igual que la tradición afgana. "Si los afganos mantienen su tradición y protegen su honor es otra cosa", dijo.
Tras afirmar que su liderazgo estaba preparado para dirigir al talibán en la guerra contra Estados Unidos, subrayó que Washington ha sometido a los países musulmanes al presionar a sus gobiernos. "Estados Unidos controla a los gobiernos de los países islámicos. Pero éstos están muy distantes de sus propios pueblos. El pueblo pide seguir al islam, pero los gobiernos no escuchan".
En otros extractos de la entrevista, publicados previamente por The Washington Post, Omar insistió en que "Estados Unidos ha creado el mal que lo está atacando. El mal no desaparecerá aun si muero yo, si Osama muere o si otros mueren".
Por tanto, concluyó, "Estados Unidos debería dar paso atrás y revisar sus políticas. Debería dejar de intentar imponer su imperio sobre el resto del mundo, especialmente sobre los países islámicos".
Decenas de miles de simpatizantes del talibán participaron en la protesta contra Estados Unidos. Muchos saltaron sobre los terrenos de la sede diplomática estadunidense en Kabul, y provocaron un incendio parcial sobre el recinto y la quema de al menos cinco vehículos estacionados en la zona, además de arrancar el escudo y otros símbolos de la superpotencia.
Tras el llamado del presidente estadunidense la víspera a los afganos a rebelarse contra el talibán, miles de manifestantes marcharon este día por las calles de la capital hasta llegar a la antigua embajada, al grito de "muerte a Bush", "muerte a Estados Unidos", "viva el islam" y "larga vida a Osama" (Bin Laden).
Soldados del talibán llegaron para evitar que la turba siguiera destruyendo la sede diplomática, mientras que los bomberos trabajaban para apagar el fuego. Señalaron que fue muy difícil controlar la situación ante el desborde de los manifestantes, pues eran miles, y al menos 12 soldados resultaron heridos.
Cuando los talibán tomaron el poder en 1996, con la ayuda de Estados Unidos, Pakistán y Arabia Saudita, la legación estadunidense ya estaba abandonada desde siete años antes. No obstante, personal local afgano seguía cumpliendo labores de mantenimiento.
"Consideramos responsables a los talibán de la integridad de la propiedad estadunidense en las áreas que controlan", señaló en Washington el vocero del Departamento de Estado, Richard Boucher, al acotar que deben garantizar una propiedad que está protegida.
El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Kofi Annan, declaró por primera vez que los talibán deberían entregar a los inculpados por los ataques terroristas del 11 de septiembre en Washington y Nueva York, en alusión a los reclamos de Estados Unidos sobre Bin Laden.
El dirigente estadunidense de los derechos civiles Jesse Jackson reveló por su parte que los talibán le pidieron emprender una "delegación de paz" por la región, e indicó que él sólo aceptaría si sirviera para evitar la muerte de civiles afganos inocentes. Pero, dijo, el secretario de Estado, Colin Powell, le reiteró la posición del gobierno de no negociar con los talibán, aunque no lo instó a declinar la invitación.
Mientras, la milicia talibán afirmó haber reconquistado un distrito norteño clave perdido durante el pasado fin de semana ante la opositora Alianza del Norte. Además, negó que los opositores hayan ganado terreno, en relación a que han avanzado en seis posiciones de las fuerzas gobernantes en la provincia de Tajar.