LETRA S
Septiembre 6 de 2001

Para toda la familia

Antonio Contreras

Hablar de sexualidad es común en nuestros días. Con los amigos y en la escuela. La bibliografía al respecto es abundantísima; los reportajes y artículos en medios impresos no son escasos, y los programas de radio y televisión lo abordan cada vez con más desparpajo. La información, en el ámbito público, está saturada. Pero los temas predominantes, de entre todos los que conforman la sexualidad, son el sida y el condón. La aparición del VIH favoreció este boom. Sin embargo, en el ámbito privado es diferente. Persiste la mala educación sexual. Las madres balbucean consejos a las hijas cuando éstas comienzan a menstruar y los padres llevan a sus hijos con prostitutas para inciarlos en su vida sexual o los instan a tener novias (sí, en plural).

Es muy fácil decir que el acto sexual es personal, íntimo, y que lo que sucede con dos personas a puerta cerrada no tiene por qué ser público, lo cual es cierto, pero no totalmente. La sexualidad permea todos los actos de nuestra vida y dependiendo de la forma en que se ejerza tendrá consecuencias sociales, pues "la sexualidad ocurre en un cuerpo que piensa, siente y desea". Hablemos de sexualidad en familia aborda más de 60 temas en cinco capítulos, lo que da idea de la complejidad del asunto. El tratamiento de cada uno de ellos (desde la estructura familiar, hasta los procesos biológicos de la sexualidad, pasando por la orientación sexual y la equidad de género) es breve y conciso, lo que se agradece tratándose de un libro que pretende "propiciar el desarrollo de una nueva cultura de la sexualidad, basada en los valores de respeto, responsabilidad, equidad y búsqueda de armonía en las relaciones humanas".

La información que se ofrece, da para ser consultada una y otra vez, pues más que recetas para hablar en familia se trata de una guía del pensamiento cuyo hilo conductor, invisible, es lograr el respeto hacia uno mismo y hacia los demás. Por el título, pareciera que es un libro para padres de familia, pero en realidad está pensado para todos los integrantes de ésta, sin importar su estatus civil ni, casi, su edad, dado que, como se apunta en el libro, la sexualidad no se discute en sesiones plenarias familiares, sino generalmente por pares o tríos.
 
 

Hablemos de sexualidad en familia
Luz María Chapela,
Conapo, Rotary International, Mexfam, México, 2000.