MARTES Ť 21 Ť AGOSTO Ť 2001

Ť Luego de un siglo con escasos cambios en el oficio, éste vive una transición, señala

Bastenier: sin agenda propia ni investigación el periodismo del futuro será inconcebible

Ť El directivo de El País promueve su libro El blanco móvil y dará cuatro conferencias

ARTURO JIMENEZ

Después de un siglo de practicarse esencialmente el mismo tipo de periodismo escrito, ahora se vive una época de transición que desembocará en ''grandes transformaciones", plantea Miguel Angel Bastenier, para quien el futuro de los diarios sólo será posible mediante la creación de una ''agenda propia", en la que la investigación deberá tener el papel fundamental.

Las publicaciones, advierte el periodista español, son cada vez más parecidas: todas cuentan lo mismo, pese a sus calidades y editoriales distintos. Los periódicos deben encontrar material que no sea de nadie.

''Tendremos que contar a nuestros lectores lo que éstos sólo encontrarán en nuestro periódico y en ninguno más. Habrá un resumen del día, una radiografía, pero Internet ya hace eso 20 veces mejor de lo que lo hacemos nosotros y en diez años lo hará cien veces mejor. La prensa escrita tendrá que arbitrar nuevas fórmulas de justificación ante el lector porque las actuales, intelectualmente, ya no bastan."

Es a partir de Internet que Bastenier ubica otro fenómeno, un ''peligro" aún incipiente que se extenderá más y para el cual el periodismo convencional no está preparado. El surgimiento del diario electrónico o virtual, dice, es una ''gran mutación" con cualidades que se acentuarán con el tiempo: más rápido, más barato y con acceso desde los hogares.

Bastenier es subdirector de relaciones internacionales del diario español El País y visita México para promover su libro El blanco móvil. Curso de periodismo, basado en su experiencia de varios años como docente de la Escuela de Periodismo Universidad Autónoma de Madrid/El País.

Además, dictará varias conferencias acerca del tema en cuatro universidades: hoy, a las 11 horas, en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM; el miércoles a las 9, en la Iberoamericana; el jueves a las 11, en el Tecnológico de Monterrey, campus DF; y el viernes a las 11 horas, en la Intercontinental. Será presentado por periodistas como Ricardo Rocha y Javier Solórzano.

El volumen cuenta con dos vertientes: reflexiones sobre la naturaleza del oficio periodístico y cuestiones más técnicas como los géneros. Entre ellos, Bastenier identifica tres básicos: el género seco o nota, la crónica y el reportaje.

En ese orden, los define a partir del menor o mayor aporte o ''intervención personal" del periodista. Así, el autor será menos o más ''propietario" de lo que escribe. De la crónica, Bastenier deriva el análisis y del reportaje, la entrevista.

''Mi clasificación permite al periodista entender mejor su trabajo y es un sistema moral porque parte de un respeto al lector."

Inventores de realidad

Nadie, afirma Bastenier, puede sostener de manera seria: ''Léanse estos 112 libros o estos 37 o este texto mío y sabrá lo que tiene que saber teóricamente un periodista. En el periodismo, a diferencia de otras profesiones, la teoría no existe sino como teoría práctica, es una teoreopráctica. El trabajo profesional del periodista es una fusión entre la teoría y la práctica''.

-Otro de sus planteamientos es que la objetividad no existe, pero en cambio es necesaria cierta ''neutralidad".

-Claro, aunque la palabra neutralidad es peligrosa, pues se puede entender como estar indiferente ante las cosas. El mejor término es imparcialidad. Cuando empleo neutralidad quiero decir algo sencillo: el periodista enfoca su trabajo cada día sin preferir un resultado predeterminado.

''No prefiere ni que las FARC sean derrotadas por el gobierno colombiano ni que la ETA desaparezca en 15 días y España se libre de esa plaga terrorista, ni prefiere nada. En su fuero interno puede preferir lo que le dé la gana, pero no prefiere que Fox tenga éxito porque si es así estará condicionando su texto, su enfoque.

''El periodista es un señor cuya misión bastenier_entrevista es la de explicar la sociedad a la sociedad, explicarla interpretándola. No hay una versión ligth ni una en la que cuento las cosas como son. Nadie sabe cómo son las cosas. Uno cuenta siempre la versión que ha sido capaz de comprender honradamente.''

-Esto lleva al concepto de ''verdad", y si bien la filosofía señala que ésta no existe, sí admite que hay diversas verdades.

-Más allá del 3 por 3 son 9, no digo tanto que no exista como que es inaprehensible, inasible, inalcanzable en su totalidad. No pretendo resolverle el problema de la verdad a los ciudadanos, pero sé que el periodista no puede decir: he contado las cosas tal como pasaron. Pasaron de 50 mil formas distintas, y según el ángulo de visión se observa una parte, siempre pequeña, de esas cosas.

''La totalidad ni existe ni la podemos capturar en la letra impresa. Por lo tanto, eso que llamamos la realidad no es traducible, extrapolable, ni trasladable. Es representable. La letra escrita representa, pero representa según su propio código. Los hechos existen cuando escribimos que existen.

''Además, Ƒqué quiere decir un hecho?, Ƒen qué momento comienza y termina el hecho cuando, por ejemplo, un señor apuñala a otro? Empieza cuando decidimos que empiece y termina cuando decidimos que termine. Creamos los hechos haciendo pequeñísimas tallas de lo que tenemos ahí afuera, un magma de ruidos y de colores y de voces y de nombres y de cosas.

''Nosotros 'inventamos' la realidad, decidimos en el texto cuáles son los hechos y éstos existen en la medida en que los fijamos, los representamos, con arreglo a las limitaciones de la escritura, la cual, por otra parte, habla directamente a la mente. No habla a los ojos como la televisión o al oído como la radio."

Es suficiente con explicar el mundo

-Usted critica un tipo de periodismo que califica de ''salvacionista".

-Eso no es periodismo, aunque es algo bien intencionado. Es literatura, normalmente mala, o propaganda. Una vez durante un seminario en Bilbao un joven periodista guatemalteco, a quien no le supe explicar lo que yo quería decir, me dijo que él estaba orgulloso de su periodismo de adoctrinamiento, de alfabetización, de construcción de una sociedad.

''Eso está muy bien, pero cuando el periodista hace eso no lo hace como periodista, sino como pastor, como maestro. Nuestra labor es de una envergadura tal para explicar el mundo al mundo, que a mí no me queda sitio para nada más. Mi objetivo no es que la sociedad sea mejor ni peor, sino darle un servicio."

Para Bastenier, periodismo es sinónimo de ética. ''No hay periodismo ético y periodismo no ético, pues éste último deja de ser periodismo profesional y se convierte en propaganda o publicidad".

En el corto plazo, sostiene, contar de manera cruda algo que ha ocurrido puede causar estragos. ''Pero a mediano y largo plazo estaremos de acuerdo que es bueno para la sociedad que sepa cómo es".

La sociedad, advierte, puede sufrir depresiones al contársele ''cómo es o cómo creemos que es, pero el periodista debe poder dormir tranquilo".

Concluye: "En España comienza a haber conciencia de que no podemos seguir haciendo periódicos como hasta ahora. Y no sé cómo decir esto para que no se ofenda nadie: en México y en América Latina hay menos conciencia de ello".