MARTES Ť 21 Ť AGOSTO Ť 2001

Ť Imposible conceder ese beneficio debido a la alta peligrosidad del reo, dice la PGR

Niegan preliberación a uno de los Arellano Félix

 ISRAEL DAVILA Y ANTONIO PEREZ CORRESPONSALES

El delegado de la PGR en el estado de México, Bernardo Espino del Castillo, dijo que a pesar de que Francisco Rafael Arellano Félix, integrante del cártel de Tijuana, solicitó el beneficio de la preliberación, éste no podrá abandonar su reclusión en el penal de máxima seguridad de La Palma.

Espino del Castillo afirmó que debido a la peligrosidad de dicho narcotraficante -sentenciado a siete años de prisión por delitos contra la salud-, no es posible concederle este beneficio.

Hace 20 días, Rafael Arellano Félix solicitó al juez segundo de distrito en materia penal federal con sede en Toluca, Angel Mattar Oliva, el beneficio de la preliberación, pues ha cumplido más de la mitad de su condena. Sin embargo, el juez respondió por escrito al sentenciado y le explicó que a él no le corresponde ni está facultado para otorgar la preliberación. Le informó que esto sólo compete a las autoridades federales.

Detenido en diciembre de 1993 en Tijuana, Arellano Félix enfrentó dos procesos por cohecho y posesión de estupefacientes, por los que fue sentenciado a tres y siete años de prisión respectivamente.

La primera sentencia ya la cumplió, sin embargo, le faltan dos años para purgar la segunda condena. Espino manifestó que de acuerdo con la información que le proporcionó la Secretaría de Seguridad Pública, se determinó que en este caso no es posible conceder la preliberación, pues está catalogado como reo de alta peligrosidad.

En otro orden, la policía de Saltillo, Coahuila, capturó a cuatro presuntos narcotraficantes, de entre 17 y 30 años de edad, y a quienes decomisó un auto robado, una metralleta Uzi calibre 9 milímetros, así como 45 cartuchos calibre .22. Los detenidos son: Glenada Lobo, de 18 años de edad; Juan Casas Casas, de 17; Leonel Andrade Sena, de 20, y José Alfredo Soto Reyes, de 30 años. Los detenidos confesaron que se dirigían a la ciudad de Durango para recoger un cargamento de droga.