MARTES Ť 21 Ť AGOSTO Ť 2001

CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

Ť Código Penal del DF
Ť
Contrarreforma azul

 

AYER POR la tarde los integrantes de la Comisión de Justicia de la Asamblea Legislativa se reunieron con los magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal para analizar los cambios al Código Penal que deberán realizarse a más tardar en diciembre próximo.

DESPUES DE cuatro reuniones para analizar el artículo 334 del mismo código, que habla sobre el aborto, hasta el momento no hay ningún pronunciamiento, y aunque ninguno de los temas tratados hasta ahora puede catalogarse como de menor importancia, las opiniones de ese órgano respecto de la llamada ley Robles resultan torales para entender el significado de los cambios que podría contener la reforma.

ES IMPORTANTE recordar, para explicarnos el porqué de la importancia del artículo 334, que Acción Nacional, naturalmente, interpuso ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación una controversia en contra de la ley Robles, a la que califica de anticonstitucional.

AUNQUE LOS rumores -en la Suprema nunca se tiene nada por cierto hasta que existe un fallo- advierten un revés en contra de los azules, también se dice que en el caso de las malformaciones congénitas la Corte habrá de impedir la realización del aborto.

PERO ADEMAS, en el supuesto de una violación, se habrán de establecer ciertos criterios para impedir que en todos los casos la mujer victimada pudiera ejercer su derecho a desechar el producto del acto forzado con violencia.

EL APOYO a este posible cambio lo dan, para variar, el PAN y Pro Vida, ese conjunto de fanáticos a los que una y otra vez han rechazado tanto las autoridades como la población, aunque insisten en tratar de presionar sobre el fallo de la Suprema Corte.

MIENTRAS DIFERENTES grupos, asociaciones civiles, organismos no gubernamentales y algunos partidos políticos, como el PRD, pretenden invalidar cualquier cambio desde el cual se impida a la mujer ejercer su derecho a decidir sobre su cuerpo y su futuro.

ADEMAS HAY quienes temen una sorpresa y apuestan a un fallo no favorable a la ley Robles. Para ellos, los panistas incluidos, la citada ley debe quedar sin efecto porque, según ellos, contiene vicios legislativos de origen, entre ellos argumentan que fue presentada en un periodo extraordinario para su aprobación y ello la hace sujeta de ciertas irregularidades.

EN FIN, las opiniones del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal ayudarían muchísimo a despejar la controversia, pero entre los magistrados existe un cierto temor a romper con las tradiciones, aunque uno y otro, la Suprema Corte y el Tribunal Superior, sean órganos diferentes y autónomos.

POR ESO, entienden algunos diputados locales, los magistrados del Tribunal no han querido asumir una postura al respecto, pero las rondas de conversación formales entre la Asamblea Legislativa y el TSJDF terminaron, al parecer, ayer mismo sin una decisión firme.

EL TEMOR, por tanto, de que pudiera gestarse la contrarreforma a una de las leyes más avanzadas del Distrito Federal tiene bases. Por ello todas las organizaciones que en su momento apoyaron los cambios al Código Penal se aprestan a defender la ley Robles, a la que simplemente consideran justa.

Una carta, otra queja


AUNQUE NO será posible publicar por tiempo y espacio todas las denuncias que existen en contra de los policías de tránsito (La Banda del Tamarindo), aquí les mando ésta que es claro ejemplo de lo que puede pasar a cualquier ciudadano en cuestiones de vialidad.

"ESTIMADO SEÑOR Velázquez:

ME DIRIJO a su columna para comunicarle mi experiencia: el pasado lunes 13 me estacioné a las 18:00 horas en la calle de Havre de la colonia Juárez. Coloqué las monedas en el parquímetro para obtener hora y media de tiempo de estacionamiento. Cuando regresé después de 50 minutos me encontré con que el auto había sido inmovilizado con un candado en la rueda. Sobre el parabrisas la infracción indicaba que había sido levantada a las 18:01 "porque no tenía tiempo disponible el parquímetro". Cuando pasó el vehículo revisor de parquímetros, placas 1586 BN, le pedí que comprobara que todavía tenía yo crédito. De manera despótica el empleado me indicó que la infracción ya había sido levantada y que tenía a fuerza que pagar. Debí cubrir en la oficina de la calle de Londres la cantidad de $201.00 (no había otra alternativa) con la promesa de que en 20 minutos el auto sería liberado; la cajera dijo que si no estaba de acuerdo levantara un acta en la Procuraduría para Servidores Públicos. Cuarenta minutos después apareció la camioneta 480 HUB, a cargo de Enrique Olivares, quien con una sonrisa cínica por fin liberó la unidad. Una hora perdida bajo la lluvia, víctima de la indefensión y la prepotencia."

GRACIAS POR su atención.

Héctor Pérez-Rincón

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