MARTES Ť 21 Ť AGOSTO Ť 2001

Ť Más de 800 inmigrantes han sido interceptados en 3 días

Detienen en España a 140 indocumentados norafricanos

Ť En huelga de hambre 14 de los detenidos en Barcelona

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 20 de agosto. Unos 140 inmigrantes indocumentados norafricanos fueron detenidos hoy por la Guardia Civil española, con lo que la cifra de interceptados en los últimos tres días supera ya los 800. Mientras, 14 de 112 inmigrantes detenidos el jueves pasado en una razzia en Barcelona comenzaron una huelga de hambre en protesta por el violento operativo policial y en demanda de que el gobierno español regularice sus papeles y no sean expulsados del país.

El sábado pasado, un tribunal barcelonés ordenó la expulsión de 68 de los 112 migrantes detenidos en la céntrica plaza André Malraux, por lo que 14 magrebíes y subsaharianos decidieron realizar una huelga de hambre con la que también reclaman que se les permita trabajar de forma legal en territorio español.

La secretaria de la federación de Barcelona de la Confederación General de Trabajadores (CGT), Paloma de Lacalle, explicó que los inmigrantes, que permanecen retenidos en la comisaría de la Verneda, se declararon en ayuno alegando que reciben malos tratos.

De igual forma, un colectivo de 12 organizaciones no gubernamentales que se han solidarizado con los inmigrantes confirmaron que todo indica que la policía nacional ha cometido "malos tratos" contra los trabajadores extranjeros, que permanecen recluídos en un centro intensamente vigilado las 24 horas del día por las fuerzas de seguridad del Estado.

Según explicó Teresa Ramírez, una de las abogadas que representa a los migrantes y que pudo entrar en el centro de internamiento, los magrebíes y subsaharianos han denunciado maltratos físicos y sicológicos por parte de la policía.

Su huelga de hambre, añadió, también es por "el temor de que la comida que les dieran lleve algún somnífero", una preocupación que no sorprende, ya que al menos en una ocasión el gobierno del conservador José María Aznar drogó y expulsó del país a un grupo de 50 norafricanos, que despertaron en el aeropuerto de su país.

Mustapha el Merbet, vocero de la Asociación de Trabajadores e Inmigrantes Marroquíes (ATIME), explicó a La Jornada que a los detenidos en Barcelona "no se les ha respetado derechos básicos", como el de tener un intérprete en el proceso judicial de expulsión o que en el momento de su detención no se les haya identificado antes, práctica considerada incluso por el Colegio de Abogados de la ciudad como "ilegal", por lo que reclamó la liberación inmediata con base en un habeas corpus.

Mientras tanto, en los costas del levante español y del archipiélago canario continúa la oleada de inmigrantes, que viajan de madrugada retando a la muerte en el peligroso cruce del Estrecho de Gibraltar.

Esta mañana, el servicio marítimo de la Guardia Civil informó que interceptó a 140 inmigrantes, la mayoría de origen magrebí, y que encontró el cuerpo de una "persona con rasgos marroquíes", que presumiblemente viajaba en una patera que naufragó en el trayecto.

En tres días la policía española ha interceptado en sus costas a más de 800 personas que serán expulsadas en un plazo máximo de una semana, al amparo de la nueva Ley de Extranjería y del acuerdo que mantienen España y Marruecos en este rubro.

Las sedes de la Cruz Roja y de otras organizaciones de ayuda al migrante en la zona se encuentran saturadas, por lo que pidieron la colaboración de la administración central para acoger dignamente a los extranjeros, máxime cuando muchos de ellos llegan con el cuerpo semicongelado y con quemaduras por el combustible de las embarcaciones.

Enrique Fernández Miranda, secretario de Estado para la Inmigración del gobierno de Aznar, defendió la Ley de Extranjería y señaló que "no estamos desbordados por el aluvión de inmigrantes, ya que se han devuelto ya a la mitad de los que tienen nacionalidad marroquí, que son los que se pueden devolver de forma inmediata".

Enfrentamientos en el barrio de Gracia

Al menos dos detenidos y 17 heridos, entre ellos algunos policías, es el saldo de un enfrentamiento entre asistentes a un concierto callejero y las fuerzas del orden ocurrido la madrugada en el popular barrio de Gracia de Barcelona. Las autoridades habían prohibido el evento ante las quejas de vecinos por el ruido.

Gracia, que vive estos días su fiesta más emblemática y a la que acuden todas las noches miles de personas, fue el escenario de una auténtica batalla campal entre policías y jóvenes que se organizaron de forma improvisada ante la prohibición de los agentes.

Todo comenzó alrededor de las tres de la madrugada, cuando un grupo de músicos callejeros tocaba en la Plaza del Sol, en el corazón del barrio.

Un primer grupo de 12 policías exigió a los músicos que dejaran de tocar, lo que provocó la indignación de unos 45 jóvenes. La situación derivó en un enfrentamiento en todo el barrio, durante el cual los inconformes incendiaron botes de basura y rompieron varios cristales, entre ellos los de nueve entidades bancarias.

Unos minutos después llegaron al barrio cinco furgones de agentes, que pese a todo no pudieron controlar los enfrentamientos, que se prolongaron hasta pasadas las cinco de la mañana.

Según la policía catalana, los 500 jóvenes "radicales" atacaron a los agentes con "piedras de hasta 5 kilos", causando algunos heridos en las filas policiales. Los dos detenidos son jóvenes de 22 y 19 años, presuntamente vinculados al movimiento anarquista Okupa.