El hallazgo rescribirá la historia de Sor Juana, dice Vallejo de Villa
Ť El investigador y el filólogo Salvador Díaz abundaron en Radio Educación sobre el poema que la monja compuso a los ocho años Ť Hay 95% de certeza de su autenticidad
ANGEL VARGAS
El
primer poema de Sor Juana Inés de la Cruz es parte de un corpus
documental que vendrá a cambiar su biografía y el concepto
que se tiene de ella, aseguró el investigador Augusto Vallejo de
Villa.
A manera de ejemplo, reveló que Sor Juana era criolla en segunda generación, porque su padre nació en la Nueva España; que el origen geográfico de su familia se ubica en las islas Canarias y que su apellido era Asuaje y no Asbaje, como se sostiene hasta la fecha.
Al término de un programa radiofónico donde dio a conocer los pormenores acerca del hallazgo de aquella primera obra, el historiador afirmó que cuenta con información fidedigna para negar que los restos hallados hace unos años en el ex Convento de San Jerónimo, hoy Universidad Claustro de Sor Juana, pertenezcan a la Décima musa.
Comentó que, entre otros aspectos, también puede comprobar documentalmente el parentesco de aquélla con Alonso Ramírez de Vargas, "uno de los grandes poetas que tenemos del siglo XVII y contemporáneo de la monja".
Precisó que el padre Núñez de Miranda "no fue el gran ogro que se cree" y rechazó la legitimidad de la carta del padre Aureliano Tapia Méndez, conocida como Autodefensa espiritual de Sor Juana, en la que se sostiene que el capitán Velázquez de la Cadena otorgó la dote de la jerónima.
"He trabajado el corpus documental de la poeta desde hace seis años y he reunido entre 70 y 80 documentos claves que abrirán otro punto de vista histórico sobre ella", dijo.
"Este acervo rescribirá su historia, porque la que hemos conocido es la de un personaje sumamente desvirtuado. Esto es una vergüenza. Aquí, en el país, no sabemos tratar bien a nuestros grandes personajes, como sí lo hacen en otros países, tal es el caso de Mozart en Austria y de Goethe en Alemania.''
Tanto en la mencionada emisión radifónica como en entrevista, Augusto Vallejo reiteró la autenticidad del primer poema de Sor Juana, cuya primicia se hizo pública en este diario el pasado domingo.
Sostuvo que el margen de error o equivocación es mínimo, pues no supera siquiera cinco por ciento. Durante el programa, transmitido en Radio Educación, delegó la responsabilidad de la argumentación al investigador Salvador Díaz Cíntora, quien se encargó del estudio filológico del poema y de su traducción, pues está escrito en náhuatl y español.
Miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua, Díaz Cíntora indicó que la suma de indicios constituye la prueba principal de la legitimidad del texto, además del papel y la época en la que está hecho:
"Sabemos que (el autor) es mujer por el lenguaje que usa, porque utiliza formas que en náhualt son exclusivas de las mujeres; por ejemplo, el vocativo sin el sufijo 'e', que usan sólo los hombres.
"Segundo, nos dice que todos los días va a la escuela con dolor de cabeza por estar ensayando; entonces, además de ser mujer, es niña, y sumamente ingeniosa. Tercero, puede hablar de los españoles en términos de estupidez, algo a lo que no se atrevería un indígena de esa época; y es una persona con gran cultura religiosa y que maneja bien el tocotín (una forma literaria)".
Concluyó que esas cualidades y circunstancias son las de una persona con una genialidad excepcional, que sólo podría ser Sor Juana, por la época y el lugar donde se gestó y representó el escrito, Amecameca, donde ella vivió.
Agregó que se pueden encontrar rasgos literarios que la poeta evidenciará más tarde, como en otro tocotín que escribió 20 años más adelante, a finales de los setenta del siglo XVII, en el que también mezcla el náhuatl y el español, aunque es para la fiesta de San Pedro Nolasco.
Refutó que la Loa al Santísimo Sacramento, como se intitula el primer poema de la Décima Musa, que realizó a los ocho años de edad para la festividad de Corpus Christi, haya sido obra de un adulto civil o de un sacerdote.
Argumentó, como ejemplo, que el hipotético falsificador no pudo ser religioso porque en la obra existe natural coquetería femenina.
Respaldó lo sostenido por Augusto Vallejo e indicó que en el propio poema existe información con referencia directa a la vida y la familia de Sor Juana, entre ella a la abuela de ésta, Beatriz Ramírez, y a los negros que trabajaban en la hacienda del padre, a los cuales atacó en algunos versos por fungir como una especie de sobrestantes o capataces de los indígenas.
Romance español y corrido mexicano, los estilos
Acerca del aspecto estrictamente literario de la loa, Díaz Cíntora explicó que su forma se ciñe a la del romance español y la del corrido mexicano, en la que los versos pares riman de forma asonante.
Señaló que está compuesto de 330 versos -no 360 como había dicho el historiador- y dividido en dos partes, la primera de corte satírico y en la que se utiliza de manera indistinta el náhuatl y el español, mientras que la segunda es completamente religiosa y se intercalan los idiomas a manera de diálogo.
Augusto Vallejo de Villa mantuvo su hermetismo respecto de cómo y dónde realizó su hallazgo.
Subrayó que esa es una información que desea dejar para la publicación del estudio derivado del poema, aunque aclaró que no se trata de una estrategia para encontrar editor: "Se trata de dejarle algo, de que por vez primera en la introducción del texto se hable de cómo y dónde se halló el documento".
Lo único que adelantó es que se trata de un material que "pertenece a un depositario muy importante. El documento pasó por muchas manos, aunque es un archivo que no ha sido muy estudiado. Es un archivo civil".
El especialista manifestó su intención de que su descubrimiento sea analizado y valorado por sorjuanistas y reiteró que cuenta con un incuestionable sustento histórico documental que comprueban su validez, logrado mediante el entrecruce de información y pruebas de procedencia e índole diversas.