LUNES Ť 23 Ť JULIO Ť 2001

BALANCE DE LA JORNADA

CARLOS HERNANDEZ

Ť Empiezan a liberar el buen futbol en la Copa América
Ť El Vasco comenzó a armar el rompecabezas
Ť
El Coco Basile, fiel a la estirpe; habla bien y dirige mal

"Lo único secuestrado en Colombia es el buen futbol", expresaron los críticos luego de observar los partidos de la primera fase de la Copa América.

La selección mexicana armada al vapor tampoco se salvó de esa zona de mediocridad. Si acaso, lo rescatable fue el triunfo sobre lo que queda de Brasil, pero los duelos ante Paraguay y Perú fueron presagios de malas noticias que se diluyeron en el juego de este domingo ante Chile.

No sólo porque por primera vez el conjunto del Vasco Aguirre anotó dos goles en un partido (había ganado apenas por 1-0 a Estados Unidos y a Brasil) sino por las múltiples llegadas que se tuvieron, la primera antes de 60 segundos.

Habría que contar además el gol anulado al Cabrito Arellano por supuesta falta, cuando en realidad defensa y arquero chilenos chocaron entre ellos.

Y aunque Chile fue una selección de segunda -como la mayoría de las que asistieron a la llamada Copa de la Paz-, el Tri hizo lo que le correspondía y el conjunto del simpatizante zapatista empieza a tomar forma.

El Conejo Pérez es seguro titular, una vez que ahora sí decidieron darle una oportunidad real, porque técnicos anteriores sólo lo veían como un buen suplente.

En la defensa, Rafael Márquez muestra un nivel que podría llevarlo al mismísimo Real Madrid, además de las gratas revelaciones de los centrales Manuel Vidrio y Ramón Heriberto Morales, mientras su tocayo Ramón Morales (de Chivas) desborda como si fuera extremo.

En la media cancha, Alberto García Aspe es indispensable por el carácter que contagia, por su distribución de juego y sus tiros de media distancia, en tanto que Gerardo Torrado cubre todos los terrenos.

A la ofensiva, el Cabrito olvidó sus indisciplinas en la era de Enrique Meza y está convertido en ese número 10 que pocas veces se tiene en el Tricolor. Adcabritoemás, Jared Borgetti y Antonio de Nigris disputan el puesto sin concesiones, acompañados por un Daniel Osorno que recordó que sabe desequilibrar.

México ya está otra vez en semifinales. Y Costa Rica sufrió el síndrome de jugar bien y perder, por lo que Uruguay será el próximo rival. Los juveniles celestes parecen un contrincante accesible, de no ser por su ya clásica garra charrúa que se ubica al filo del reglamento.

Eso allá en Colombia, donde ya están liberando al buen futbol, mientras en México empezó un torneo con 19 conjuntos.

Destacó el fácil triunfo conseguido por Cruz Azul, que sólo necesitó de 28 minutos para disponer del Celaya, con dos goles de Emilio Mora que en el pasado hizo valer sus derechos laborales ante el Morelia y ahora, ya más tranquilo, podrá demostrar su indiscutible calidad.

Sorprendió también la solidez que en apenas un juego consiguió dar Ricardo LaVolpe al Toluca. Así, la Perra Brava podrá por fin olvidar a su añorado Profe Meza.

Otra victoria contundente fue la del campeón Santos, en tanto que El Benjamín La Piedad tuvo más suerte que futbol, pero eso le bastó para rescatar el empate ante unas erráticas Chivas.

Para no variar, este América de Alfio Basile ya empezó a demostrar que hará sufrir otra vez a sus vapuleados aficionados. El Coco, fiel a la estirpe, habla bien y dirige mal, mientras Pável, Duilio, Estay y compañía salen más en revistas de farándula que en portadas de deportes.

En la misma línea están los Pumas, que se empeñan en fracasar con veteranos, mientras sus fuerzas básicas se convierten en fósiles de las canchas.

Y el autollamado maestro Carlos Reinoso aburrió a su cada vez menor concurrencia, pero por lo menos rescató el triunfo y los Potros aparecen en la cima del porcentaje, en tanto que el León del presidente Fox no pudo empezar peor.