VIERNES Ť 6 Ť JULIO Ť 2001

Ť El musicalizador de filmes presenta Lugares junto al mar

Etiquetar música es igual de cruel que etiquetar personas: Nacho Rodríguez

JUAN JOSE OLIVARES

Nacho Rodríguez Bach es un artista que ha desarrollado a lo largo de su carrera -como musicalizador de filmes, aunque prefiera "peliculizar imágenes que musicalizar películas"- un concepto que se describe como música visual por la "transportación imaginaria al escucharla, además de que no responde a ningún estilo establecido''. Ahora presenta su primera concepción, que lleva por nombre Lugares junto al mar, el cual expone "no sólo un particular modo de composición, sino también una producción y arte visual".

entrevista2"Es la forma de juntar por un lado la música con imágenes. El disco tiene elementos de minimalismo, de jazz, de música latina, pero de alguna manera no está restringido a una forma o estilo, se trata de evocar imágenes".

Lugares junto al mar es un viaje imaginario por paisajes, sueños, sentimientos y pensamientos. Aunque el piano, instrumento de Nacho, es el que dicta la pauta, las melodías son indistintamente interpretadas por la guitarra, flauta y trompeta, dándole a este material una gama de colores muy específica, que por supuesto no tiene etiqueta alguna.

"Las cosas son más fácilies de etiquetar -dice-, pero etiquetar música es como etiquetar personas, es igual de cruel, aunque el diferenciar está en función del mercado, en qué sección ponen tu disco; este trabajo yo lo acomodaría en jazz, aunque no necesariamente, porque considero que más bien es música visual".

-¿De ese modo tienes una forma más libertaria de hacer música?

-Sí, porque exploras de alguna forma, estás llegando a lugares que no podrías llegar con una agenda de estilo o una forma de comercializar, o de cuánto debe durar una canción. Es una libertad absoluta; te da la posibilidad de encontrar lugares nuevos.

Nacho, quien desde los cinco años estudia piano y terminó la carrera de composición musical en Berkeley, cree que hay más mercado para este tipo de música fuera del país, porque aquí faltan los espacios para expresarla. "Los medios no están acostumbrados a promover este tipo de cosas, pero público sí hay, porque hay mucha gente que tiene la capacidad y la manera de apreciar cualquier tipo de música."

Ser músico de academia no cambia sus propósitos estéticos: "El provenir de una escuela siempre lo he visto como una nomenclatura. No puedes ir a estudiar pensando que te van a enseñar a ser músico, puesto que eso lo traes contigo o no. La escuela te sirve como formación y para contactarte con otras personas que tienen inquietudes como tú, por eso lo veo como una nomenclatura, no como una jaula".

En el disco se pueden apreciar tonalidades de músicos como Julio Revueltas -"amigo desde hace años y uno de los grandes músicos de México"-, Agustín Bernal, Pedro Galindo, Ricardo Benítez y Armando Montiel, entre otros, con quienes en septiembre montará (en un lugar por definir) un espectáculo audiovisual de alta tecnología.

Rodríguez Bach comenta sobre los textos del disco y señala que su deseo para el próximo material es incluir un vocalista que exprese todo lo que el pianista escriba. "Los textos son las llaves de lo que ofrezco: algo genuino que no tiene ataduras de tipo comercial, es algo que está hecho a nivel afectivo, es también una ventana a ciertos estilos musicales e influencias presentadas de forma diferente."

El disco quizá pueda ser otra reflexión sobre el planeta de agua, en el que vivimos. Dice: "Yo más bien lo veo como el planeta de agua que vive dentro de nosotros. Son los lugares, son las direcciones y los encuentros. Es el punto donde puedes mirar hacia la introspección y la extrospección. Las canciones sólo son llaves para meterse a esos sitios".

Luego de musicalizar algunos documentales y cortos, Nacho prueba con su primera producción, que cobra vida en su arrolladora música con 12 piezas y un libro de fotocomposiciones y textos.