LETRA S
Julio 5 de 2001

Cuenta conmigo

Por Manuel

Nuestra generación, la primera del nuevo milenio, se distingue radicalmente de todas las demás. Hemos crecido rodeados de elementos que para nuestros mayores eran impensables, y que para nosotros resultan tan familiares que no podemos imaginar nuestra vida sin ellos. Internet, la música tecno, el reventón hasta la mañana siguiente, las drogas de diseñado (el éxtasis, la tacha), la libertad sexual, todo lo propiciado por las generaciones anteriores, ha sido nuestra manera espontánea de crecer. ¿Cuándo hubieran imaginado nuestros padres de la generación de Avándaro (evento mayoritariamente masculino, donde una sola encuerada causó revuelo y gozó de sus quince minutos de fama), que las novias de sus hijos iban a pasearse por sus casas con los boxers de ellos? Vivimos en un mundo completamente nuevo y nuestros retos también son mayores. El consumo de tachas lo hacemos sin saber qué nos estamos metiendo y cuáles son sus posibles consecuencias. Además, cuando estamos bajo sus efectos y tenemos sexo, ni siquiera pensamos en usar condón para evitar embarazos no deseados e infecciones. Todavía es común encontrarse cuates y cuatas, a los que después de una noche de reventón les preguntamos si se protegieron y contestan, "¿pa' qué güey, no ves que el condón ni sirve?" O que piensan que con la invención de los tratamientos antivirales ya se libraron del sida

Por eso requerimos, hoy más que nunca, campañas informativas dirigidas específicamente a nosotros, y en particular a los jóvenes gays, el grupo más expuesto a la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana. Necesitamos información que nos ayude a disipar las dudas de quienes aún piensan que usar condón es como fajar con guantes de box ¡sin haberlo probado siquiera! Las chavas necesitan saber exigir el condón a sus parejas. Un chavo que se niega a usar condón con su pareja está diciendo:"no me importas tú ni me importa mi futuro".

Hoy tenemos la oportunidad de no repetir los errores de generaciones anteriores. Hay información para vivir nuestra sexualidad con placer y sin riesgos. ¡Nuestra tarea es exigirla en las escuelas y centros comunitarios, y que sea de calidad, científica, sin hipocresías ni prejuicios religiosos, respetuosa de las elecciones sexuales y del derecho al placer de cada quien! ¿Es mucho pedir?

Si tienes dudas, escríbeme, cuenta conmigo.
 
 

JOVENES GAY Y FAMILIAS es un proyecto de coparticipación entre Letra S y DIF-DF Tel.: 5532-2751 Correo-e: [email protected]