LETRA S
Julio 5 de 2001

Sida infantil

ls-madre¿Por qué siguen infectándose niños y niñas cuando podemos evitarlo?
 
 

Así como la transmisión sanguínea del VIH se abatió en muchos lugares del mundo gracias al control de la sangre, el peligro de transmitir ese virus de la madre al bebé durante el embarazo puede reducirse notablemente con el uso de medicamentos. Con ese fin, el Programa de VIH/Sida de la Ciudad de México inició un programa dirigido a las mujeres embarazadas.



La reacción mundial ante la epidemia ha llevado a implementar medidas que a lo largo de los años han resultado determinantes en el curso de la misma. Por ejemplo, el control de la sangre ha marcado diferencias irreversibles entre los países que lograron establecer sistemas adecuados y aquellos que no lo hicieron. Lo mismo está sucediendo con respecto a la Prevención Materno-Infantil del VIH (TMI-VIH). Actualmente hay países que tienen una TMI entre 30-40 por ciento, mientras que en aquellos que ya se implementaron programas dirigidos a mujeres en edad reproductiva y/o embarazadas, la TMI es de menos de 2 por ciento.

En México, el Programa de Reforma al Sector Salud 1995-2000 ya consideraba una prioridad la prevención de la transmisión materno-infantil del VIH, a pesar de ello, ya entrado el 2001, aún no se han dispuesto los mecanismos que hagan factible el diagnóstico oportuno de VIH en las mujeres embarazadas.

Hay estudios que demuestran que los programas de diagnóstico basados en el concepto de riesgo no resultan eficaces para la prevención de la transmisión materno-infantil, por ello, resulta necesario realizar el diagnóstico abierto, confidencial y voluntario. Mas de la mitad de las mujeres que se detectan positivas cuando la prueba es ofrecida a todas no reportan ningún riesgo. La susceptibilidad biológica y social coloca a las mujeres en una posición de alto riesgo a la infección por el VIH/sida. Sin embargo, la mayoría de las mujeres no se sienten en riesgo. Es necesario implementar acciones con un concepto de género que contribuyan a que las mujeres, a través del acceso a información, puedan protegerse de la infección.

La transmisión del VIH de una mujer positiva a su bebé puede ser casi eliminada implementando programas para ello. Para que un programa de prevención de la transmisión materno-infantil del VIH funcione requerimos que haya accesibilidad al diagnóstico voluntario y confidencial y que las mujeres cuenten con información para tomar decisiones libre y responsablemente respecto a su reproducción.

El Programa de VIH/Sida de la Ciudad de México, en colaboración con el Instituto Nacional de la Mujer (Inmujer) y organizaciones de la sociedad civil como Salud Integral Para la Mujer (SIPAM), está implementando un Programa de Prevención de la Transmisión Materno-Infantil del VIH a través de la creación de una infraestructura de consejería y diagnóstico voluntario de VIH específica para mujeres, que incluya asesoramiento y acompañamiento para la toma de decisiones respecto a la salud sexual y reproductiva, que ofrezca confidencialidad, que sea voluntario y que garantice mitigar el impacto psicosocial que puede tener un resultado positivo.

Este programa propone que todos los centros donde se da atención prenatal dispongan de personal entrenado que pueda contemplar el impacto económico y social de la epidemia de VIH/sida, en particular en las mujeres y sus familias y en general en la sociedad. Pretendemos fortalecer las habilidades técnicas y analíticas del personal vinculando los aspectos bioéticos, de derechos humanos, de género y del VIH/sida a la realidad de las vidas de las mujeres que acuden a solicitar información y servicios durante el embarazo.

A las mujeres que resulten positivas y decidan continuar con su embarazo, se les proporcionará una atención integral que incluya medicamentos anti-retrovirales gratuitos durante su embarazo y parto y apoyo en la sustitución de la lactancia.

La implementación de este programa se hará en etapas. Ya empezamos por la delegación Coyoacán y para fines de año estarán integradas todas las delegaciones de la Ciudad y con esto esperamos que la Ciudad de México cumpla con ser la Ciudad de la Esperanza para los niños y niñas hijos de madres positivas al VIH/sida.