LUNES Ť 11 Ť JUNIO Ť 2001

Ť Sólo 14 oficiales mujeres podrían aspirar a ocupar alguna coordinación territorial

Personal de tropa, 92% de la Agrupación Cisne

Ť La mayoría son madres solteras o cabezas de familia, lo cual les resta posibilidades de ascenso

SUSANA GONZALEZ G.

A pesar de que el secretario de Seguridad Pública, Leonel Godoy, ha expresado que mujeres policías podrían ser nombradas como titulares de algunas de las 70 Coordinaciones Territoriales y de Procuración de Justicia que el gobierno capitalino prevé inaugurar en su totalidad para septiembre de este año, en el Agrupamiento Femenil existen sólo 14 oficiales que podrían aspirar a ocupar dicho puesto.

Tal número representa apenas 1.5 por ciento de las 897 policías que laboran en el agrupamiento Cisne, como también se le conoce, y cuyos orígenes se remontan a 1930. En él se concentra la mayor parte de personal femenil operativo de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), pero cabe aclarar que también hay uniformadas asignadas a los diferentes sectores policiacos y agrupamientos especializados, tales como Fuerza de Tarea e incluso entre los Granaderos.

Desde el mes pasado, durante la conmemoración del Día de las Madres que la SSP organizó a policías, trabajadoras y funcionarias de la dependencia, Godoy anunció que las mujeres del área operativa que cumplieran con los requisitos de profesionalización para un cargo directivo podrían ser promovidas como titulares de las coordinaciones territoriales.

Sin embargo, según se desprende de cifras internas del propio agrupamiento, aun cuando el número de mujeres policías aumentó sustancialmente desde 1930 --cuando se creó el primer cuerpo femenino de 69 elementos, o desde 1971, cuando en una segunda etapa 120 trabajadoras sociales, enfermeras, normalistas y secretarias se integraron a la policía del Distrito Federal-- 92 por ciento de las actuales cisnes son personal de tropa, mientras otras 51 uniformadas tienen un rango de cabo, tres más son inspectores y sólo 14 han alcanzado el nivel de inspectores.

"El cerebro no tiene sexo", dice Esperanza Galicia --titular del Agrupamiento Femenil, a punto de cumplir 30 años de servicio y una de las dos únicas mujeres superintendentes de la policía capitalina--, al hablar de las posibilidades que la corporación brinda para ascender, aunque reconoce las dificultades a las que se han enfrentado tanto ella como sus compañeras a lo largo de su carrera, sobre todo frente a los hombres, para subir de nivel.

"Fue difícil para las pioneras de la policía femenil superar la sorpresa e incluso el disgusto entre los compañeros cuando causamos alta porque se sentían invadidos y hasta ofendidos porque nos integraron a actividades hasta entonces sólo de ellos. Era algo que les costaba entender en su cerebro, y tuvimos que demostrarle a los compañeros que veníamos a complementar y no a desplazarlos en la actividad social que desarrollamos como policías."

La jefa menciona que 60 por ciento de las policías a su cargo, responsables de "la conducción de multitudes" -- manifestaciones y mítines -- así como labores de vialidad y el operativo Protoescolar, principalmente, tienen entre 25 y 35 años, mientras otra tercera parte se ubica entre los 18 y 25 años, en tanto el diez por ciento restante está representado por las policías más veteranas con más de 40 años de edad.

Pero según los testimonios de las mismas uniformadas, entre todas, jóvenes o con más de dos décadas de servicio, prevalecen las que son madres solteras y cabezas de familia. Lo anterior, pese al ofrecimiento del secretario para ascender, representa la principal justificación de las uniformadas para explicar por qué no se han metido a los cursos de capacitación requeridos para ser promovidas, ya que implicaría invertir varias horas al día en el Instituto Técnico de Formación Policial (ITFP).

Esperanza Galicia, quien estudió Trabajo Social antes de ingresar a la policía, considera que el Agrupamiento Femenil recibe en promedio cada semestre 25 policías nuevas egresadas de ITFP, pero según las estadísticas, muy pocas regresan a la academia a tomar cursos de especialización que les permita ascender de rango.

 

Chalecos especiales para mujeres

Por otro lado, Galicia anunció que la SSP tiene previsto comprar nuevo lote de chalecos antibalas diseñados especialmente para mujeres policías, ya que consideró que si bien las integrantes del Agrupamiento Cisne realizan "un servicio y labor social, dado que su finalidad es proteger, salvaguardar y orientar a la ciudadanía" al tratar con manifestantes y automovilistas, su labor no está exenta de riesgos.

Y es que las Cisne no portan arma, ni siquiera tolete y mucho menos chaleco antibalas, pero ante el deceso de catorce policías preventivos en este año, la SSP dotará a las policías de una prenda blindada especial acorde al cuerpo femenino.