LUNES Ť 11 Ť JUNIO Ť 2001
Ť Hoy le aplicarán una inyección letal por las 168 muertes que provocó en Oklahoma

Opositores a la pena de muerte, contra la ejecución de McVeigh

Ť Plegarias y manifestaciones a las afueras del penal de Terre Haute; organizan vigilia para orar por las víctimas del atentado Ť Timothy "está listo para morir", sostienen sus abogados

DPA, AP, AFP Y REUTERS

mcveigh  executionTerre Haute, 10 de junio. Decenas de partidarios y opositores a la pena de muerte se manifestaban este domingo frente a la prisión de Terre Haute, donde Timothy McVeigh, el autor del peor atentado terrorista perpetrado en Estados Unidos, pasaba sus últimas horas de vida en el pabellón de la muerte en espera de que este lunes se le aplique una inyección letal para cumplir con la pena capital por las 168 muertes que provocó en la ciudad de Oklahoma y sobre las cuales expresó su pesar, pero sin remordimiento.

"Se va a hacer justicia" destacó hoy el editorial del Tribune Star de Terre Haute, ciudad de Indiana que alberga la penitenciaría donde McVeigh estuvo prisionero durante los dos últimos años.

Plegarias y protestas matizaban la espera de la ejecución de McVeigh, que ha acentuado en Estados Unidos el debate sobre la pena capital, que cada vez más es blanco de renovado análisis.

El sacerdote Ron Ashmore celebró una misa en la iglesia católica de Saint Margaret Maryde esta ciudad, en memoria de las 168 víctimas del atentado ejecutado con un camión cargado de explosivos contra un edificio federal. El cura pidió a los parroquianos rezar por quienes perdieron a sus seres queridos, pero al mismo tiempo se declaró contrario a la condena de pena capital de McVeigh.

En el aledaño centro universitario St. Mary of the Woods, monjas de la orden de la Providencia programaron una vigilia silente para orar tanto por las víctimas del atentado como por el autor del mismo.

Partidarios y opositores

De la misma manera, en el exterior de la penitenciaría, decenas de partidarios y opositores de la pena de muerte, separados por una barrera, se manifestaban, mientras se prepara una vigilia nocturna por parte de quienes rechazan la pena capital.

Los abolicionistas de la pena de muerte congregaron a un centenar de personas, y esperaban que se sumarán más en las próximas horas. "No somos tal vez tan numerosos como los periodisrtas en esta ejecución, pero estaremos aquí en cada ejecución, hasta que terminen", dijo el reverendo Bill Breed, de Spencer, Indiana.

MCVEIGH  medios EXECUTIONEn lo que fue visto como una derrota para los adversarios a la pena de muerte que consideran que la difusión de la ejecución del confeso autor de atentado de Oklahoma puede contribuir a que más gente se pronuncie contra esa forma de castigo, la Suprema Corte de Estados Unidos denegó hoy la autorización para filmar la ejecución de McVeigh.

La Corte rechazó la petición presentada por los abogados de un hombre que puede enfrentar el mismo método de ejecución, quienes alegaron que la filmación podría ser útil en su argumento legal de que la pena de muerte constituye un castigo cruel e inusual, lo que viola la Constitución.

"Lamento que haya gente que perdiera la vida, pero esa es la naturaleza de la cosas", señaló en una carta escrita recientemente y publicada este domingo por el periódico The Buffalo News, de su ciudad natal, y en la que añadió: "Si me voy al infierno, estaré acompañado".

Sus abogados Robert Nigh y Nathan Chambers, que se reunieron este domingo con McVeigh, señalaron en una rueda de prensa posterior que se encuentra listo para morir. "Está llevando muy bien su ejecución y está listo para morir, pues prefiere eso a pasarse el resto de su vida en prisión si posibilidad ser puesto en libertad", dijo Nigh.

Por su parte, Chambers aseguró que McVeigh está con muy buen espíritu, conversador y cordial y manteniendo su buen humor, aunque dijo que lamentaba los muertos en el atentado contra al edificio federal Alfred P. Murrah de Oklahoma, acto que consideraba un ataque militar contra un establecimiento del gobierno "represor".

McVeigh había dicho que perpetró el atentado en venganza por las actuaciones de la fuerzas de seguridad del gobierno en dos incidentes, uno en 1992 en Ruby Ridge, Idaho, y otro durante el asedio de la secta de los davidianos en 1993, en Waco, Texas, el que murieron 80 miembros de esa cofradía.

Funcionarios penales trasladaron hoy al denominado dinamitero a la sala de muerte, contigua a la cámara de ejecuciones, y sus actividades están minuciosamente reglamentadas por las autoridades penitenciarias y entre éstas estuvo una comunicación vía telefónica con sus familiares.

Dos horas antes de la ejecución, que será a las 7 de la mañana del lunes, McVeigh podrá recibir visitas, en particular de sus abogados, llamar o recibir llamadas del exterior de algún familiar.

A las 6 horas locales, McVeigh se cambiará de ropa, dejará el uniforme de la prisión, se descalzará y se pondrá un pantalón y camiseta, ambos de algodón, y esposado será escoltado hasta la cámara de ejecución donde será ubicado en una silla similar a la de un dentista.

Las cortinas de la sala se abrirán para que los testigos puedan mirar a los ojos de McVeihg. El reo podrá, si así lo desea, pronunciar sus últimas palabras antes de que un funcionario de la penitenciaría le lea la sentencia, y hay quienes todavía esperan una manifestación directa de arrepentimiento por sus acciones.

A las 7 horas recibirá una inyección intravenosa en su brazo derecho. Se le suministrarán tres drogas en "cantidades suficientes", de acuerdo con el reglamento de prisiones, para provocar la muerte.

La ejecución federal será presenciada en Oklahoma por unas 300 personas afectadas y familiares de las víctimas del atentado mediante un circuito cerrado de televisión instalado especialmente para ellos en el departamento de justicia.

A Terre Haute, en tanto, se espera la llegada de alrededor de mil 700 representantes de la prensa, nacionales y extranjeros, aunque hasta ahora las autoridades penitenciarias no habían decidido el número de periodistas y fotógrafos que serían autorizados a ingresar al penal.

La ejecución de McVeigh, de 33 años y veterano de la Guerra del Golfo, será la primera desde 1963 de un condenado a muerte por un delito federal. McVeigh fue sentenciado a muerte en junio de 1997 por el ataque dinamitero del 19 de abril de 1995 en el edificio federal Alfred P. Murrah, en Oklahoma, durante el cual murieron 168 personas, entre ellas 19 niños, y 600 más resultaron heridas.