MIERCOLES Ť 6 Ť JUNIO Ť 2001

Ť Los próximos dos meses serán particularmente duros para los mexicanos

En EU ya pasó lo peor, pero México aún no se libra de una recesión: The Conference Board

Ť Prevé más recortes a las tasas de la Fed, hasta que Greespan vea la recuperación industrial

DAVID ZUÑIGA

Lo peor de la desaceleración en Estados Unidos ''ya pasó'', pero México todavía no se encuentra a salvo de una recesión, a pesar de que el incremento del consumo ha contrarrestado parcialmente la caída de las manufacturas y las exportaciones, advirtió ayer la vicepresidenta y economista en jefe de The Conference Board, Gail Fosler.

En conferencia de prensa, Fosler pronosticó que los próximos dos meses serán particularmente duros para México, pues no se prevé una recuperación económica rápida y el sector manufacturero podría resultar aún más golpeado, por lo cual recomendó fortalecer el comercio y los servicios. No obstante, reconoció que las condiciones son más favorables que en la crisis económica de 1994-95 y que en la turbulencia financiera de 1998.

Asimismo, la economista pronosticó que el próximo mes el Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos recortará sus tasas de interés medio punto porcentual y en agosto otro cuarto de punto; esta tendencia seguirá ''mientras Alan Greenspan (presidente del banco central estadunidense) no vea una recuperación sustancial del sector industrial''.

En la conferencia de prensa también se presentó un nuevo sistema de indicadores económicos que, según los directivos de The Conference Board, servirán para dar cada mes una idea más precisa y actualizada de lo que ocurre en la economía mexicana, a fin de dar mayor certidumbre a los inversionistas.

El nuevo indicador líder, que según los analistas estadunidenses será más confiable que el PIB, se elaborará con base en información del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), del Banco de México y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y se evaluará dentro de un año para mejorarlo y hacerlo más confiable. Los componentes del índice coincidente serán la producción industrial, ventas, empleo (afiliados al IMSS) y el desempleo; entretanto, los indicadores líderes serán la participación del sector constructor como parte de la producción industrial; la cotización de la mezcla mexicana de petróleo y su volumen de ventas; el comportamiento del mercado bursátil; el nivel de inventarios, que servirá para medir tanto la demanda como la producción manufacturera; la tasa de interés ''de fondos federales'' y la paridad ''real'' peso-dólar; sobre el último punto, Fosler aclaró que se refiere al tipo de cambio descontando la inflación, no a la sobrevaluación respecto de un año base. La paridad se utilizará como indicador porque, a diferencia de lo que ocurre en otros países, no hay un sistema de precios industriales.

En cuanto a la fortaleza del peso, Fosler pronosticó que la paridad seguirá fuerte por algún tiempo debido a que están entrando grandes volúmenes de capital a la economía mexicana.

Por su parte, Oscar Vera Ferrer, consultor privado y ex director del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), comentó que el pesimismo de los economistas es ''exagerado'': al principio del año pronosticaban devaluación, tasas de interés altas y desaceleración generalizada, lo que no se ha dado: la recesión sólo se ha observado en ciertos sectores como la industria de exportación y hay otros que muestran un fuerte crecimiento. Más aún, confió en que en julio o agosto se empiecen a observar señales claras de recuperación. La desaceleración de Estados Unidos ''ya tocó fondo'' y la economía crecerá este año 3 por ciento con una devaluación menor a la prevista.