MIERCOLES Ť 6 Ť JUNIO Ť 2001

Ť Critica que se defina en la Bolsa el futuro de pueblos

Originó el capitalismo el más grave conflicto social: Celam

Ť Analiza los desafíos de la Iglesia ante la globalización

Ť Asisten obispos de América a un encuentro en Puebla

JOSE ANTONIO ROMAN ENVIADO

Puebla, Pue., 5 de junio. El capitalismo fruto de la modernidad ha sobrevalorado al capital por encima del trabajo y producido el "conflicto social más grave de la historia", reflejado en el desempleo, una escandalosa pobreza, una creciente desigualdad social y en la falta de una solidaridad entre individuos y naciones, afirmó el ex presidente del Consejo del Episcopado Latinoamericano (Celam), cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga.

En tanto, el presidente del Pontificio Consejo de Cultura de la curia romana, cardenal Paul Poupard, dijo que como resultado de la llamada globalización, la economía ya no se desarrolla en las fábricas sino en la Bolsa de Valores, y que es ahí donde se decide el futuro de las empresas y muchas veces el destino de los pueblos.

Resultado de esta "internacionalización de la economía", agregó el cardenal de origen francés, se ha producido una desmaterialización de la producción: ahora a la economía ya no le interesan los productos materiales, sino los productos financieros, la información y las redes de telecomunicaciones.

Por separado, ambos jerarcas eclesiásticos participaron en la larga jornada inaugural del primer Encuentro Continental Americano de Miembros y Consultores del Consejo Pontificio de la Cultura, a la que asisten obispos de todas las conferencias episcopales de América.

Durante tres días, los cardenales, arzobispos, obispos, religiosos e intelectuales de todo el continente que se han dado cita en esta capital poblana -sitio donde en 1979 se realizó la tercera Conferencia del Episcopado Latinaomericano- analizarán en forma colegiada el rumbo y las directrices que seguirá la Iglesia católica en América para el diálogo con la cultura, a fin de hacer presente el Evangelio y el cristianismo en las diversas culturas.

Retos de la evangelización

En su intervención, Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa, que en febrero pasado recibió del papa Juan Pablo II el capelo cardenalicio, hizo un detallado análisis de la situación que vive la familia en un mundo globalizado, la cual está llamada a ser el lugar primario en la transmisión de la fe.

Ahí, en el salón de uno de los hoteles de esta ciudad, el cardenal Rodríguez dijo que el desempleo, las diferentes formas de inestabilidad e inseguridad laboral, la juventud sin acceso a oportunidades y con escasas condiciones de remuneración, la pobreza y la creciente brecha social, son un verdadero reto a la nueva evangelización, la cual ha de empezar también por la familia.

Luego de señalar que el diálogo de la Iglesia con las culturas de nuestro tiempo es un campo vital, en el cual está en juego el destino del mundo, el cardenal Poupard hizo una revisión histórica de esa institución en el continente americano. "No quiero ingenuamente desconocer las posibles fallas, pero éstas no pueden opacar la cantidad innumerable de aciertos".

Incluso, apuntó que hubo quienes intentaron mermar la influencia de la Iglesia queriendo minimizar los frutos de la evangelización y queriendo radicar en la cultura de sus pueblos antivalores ajenos a la experiencia de su fe. No obstante, la Iglesia en América, añadió, ha sabido superar con relativo éxito las pruebas que le plantearon el laicismo, la masonería, el liberalismo, el positivismo y en los últimos tiempos, el marxismo.

Señaló que así como estas etapas le representaron a la Iglesia un reto, hoy también lo es el fenómeno de la globalización, con todo lo que lo acompaña, como el creciente secularismo, el individualismo y el vertiginoso avance de la ciencia y de las comunicaciones, entre otros. "El cristiano vive en el mundo y de él no se puede evadir", dijo el cardenal Poupard.

En el acto, al que asistieron el nuncio apostólico Giuseppe Bertello y el gobernador poblano, Melquiades Morales, el representante pontificio dijo que la globalización se convierte en fenómeno cultural y la Iglesia está llamada a asumirla entre sus preocupaciones. Entre éstas, agregó, también está el fenómeno de lapuebla_obispos enorme migración de los países de Centro y Sudamérica hacia los del norte. La cantidad de migrantes ha originado una transformación de la cultura que es necesario tener en cuenta en los procesos pastorales.

Por ejemplo, en el interior de cada nación el desplazamiento multitudinario del campo a las ciudades en busca de mejores condiciones de vida, el desarrollo industrial y el crecimiento demográfico han traído grandes consecuencias de pobreza, desarraigo cultural, pérdida de las tradiciones religiosas, anonimato y violencia. Además, en los últimos tiempos se han despertado brotes de racismo, de fanatismo y de xenobofia contra los inmigrantes y desplazados.

Aunado a todo esto, dijo el cardenal Poupard, está también presente la corrupción en las relaciones sociales y políticas en "todas las zonas del continente", en donde existe una idea generalizada de "que es imposible erradicar esta práctica, pero en la que los cristianos están llamados a dar el ejemplo de rectitud a toda prueba".

Finalmente, expresó que la inculturación de la fe y la evangelización de las culturas no es tarea de un solo sector de la Iglesia, sino de toda la comunidad eclesiástica en donde los laicos juegan un rol trascendente.