PSD: pelea por un partido inexistente
Más de una veintena de organizaciones solicitarán el registro ante el Instituto Federal Electoral. De chile, dulce y manteca. Unas representan fuerzas reales, con cierta implantación ideológica o política. Otras son expresiones con presencia regional. Las más, simples negocios de sus dirigentes. Todas aspiran a sumarse al espectro ya conocido como "la chiquillada partidista", donde ya juegan, entre otras, fuerzas como los partidos del Trabajo y Verde Ecologista. Aquí iniciamos un examen de algunos de los principales grupos que integran o integrarán pronto la nueva "chiquillada" de la política nacional. Como se verá, los conflictos no son exclusivos de los "tres grandes"
Tania MOLINA RAMIREZ
No tienen registro y, en términos estrictos, tampoco partido. Pero ya se disputan la candidatura presidencial de 2006. Tere Vale, quien les dio un "levantón" en el Distrito Federal, donde el Partido Democracia Social obtuvo la mayor parte de sus sufragios -y tres diputados locales tras un jaloneo legal-, se siente con derecho a aspirar a la candidatura. Ricardo Raphael de la Madrid, politólogo y sobrino del ex presidente Miguel de la Madrid, también va por la suya. Y otros, dentro del partido que ahora habrá de llamarse Socialdemócrata, quieren una "personalidad externa y fuerte": el ahora senador priísta Carlos Rojas, por ejemplo.
La
disputa existe y los nuevos socialdemócratas ponen la carreta delante
de los bueyes pese a que en su acto fundacional, a fines de marzo pasado,
su ex candidato a la Presidencia y encargado de la foxista Comisión
de Estudios contra la Discriminación, Gilberto Rincón Gallardo,
adviertiera que en la nueva fuerza nadie "tiene cargos asignados a futuro.
Se construirá en el plazo de un año sin influencias ni empujones".
Los "empujones", pese a los deseos del dirigente, ya existían desde que la agrupación se llamaba Partido Democracia Social. La disputa de los "güeritos", como llaman adentro a la corriente de los ex miembros del Movimiento Acción Popular (mejor conocidos como mapaches) y aquellos que reclaman tener implantación regional y en movimientos sociales derivó en escaramuzas por el control del partido y la campaña presidencial. Su mayor expresión se dio en la definición de la propia candidatura, cuando la feminista Patricia Mercado -impulsada por buena parte de los "güeritos"-perdió la postulación frente a Rincón Gallardo.
Y ahora, los pleitos siguen.
Un ex dirigente estima que incluso arreciarán frente a un eventual retiro de Rincón Gallardo de la política, sea por asuntos familiares o simplemente porque está agotado.
Si Rincón se retira, la lucha por la directiva de un partido que aún no tiene registro se tornará -pronostica-, por decir lo menos, ruda. Hay tres sectores en el proyecto socialdemócrata: el de Teresa Vale, el de Ricardo Raphael y los mapaches y el de los ex miembros de la agrupación Línea Proletaria.
Cosa
curiosa: muchos de los que ahora están en el jaloneo se fueron del
PRD porque decían no estar de acuerdo con la lucha entre corrientes,
pero ahora son parte de un proceso similar. Y más: al parecer, el
futuro de la nueva fuerza depende en gran medida de la decisión
de su principal dirigente.
* * *
"Nos robaron votos", dice Rogelio Vizcaíno, compañero de giras de campaña de Rincón Gallardo, ex funcionario de Sedeso y antiguo dirigente de Línea Proletaria.
Más allá del posible fraude, los coordinadores reconocen que hubo grandes fallas en la conformación del partido que recién había cumplido un año con registro cuando fue expulsado del juego electoral.
A ojos de los organizadores, la mayor equivocación fue no construir una estructura partidaria. Nos comió la coyuntura, alegan. "Fue un error muy grande supeditar todo el trabajo a las campañas", explica Vizcaíno.
Hoy, Gilberto Rincón Gallardo y algunos de los que participaron en el proceso anterior, como Ricardo Raphael de la Madrid, ex secretario general del PDS, están enfrascados en corregir el error: buscan construir una estructura partidaria.
Por lo pronto, están organizando comisiones nacionales y consejos regionales. Ambicionan realizar 100 asambleas distritales de al menos 300 militantes antes de agosto de 2002, como establece el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales.
*¿Aires nuevos?
La legislación electoral prohíbe que un instituto político que pierde el registro mantenga el mismo nombre, así que el Partido Democracia Social quiere ser ahora Partido Social Demócrata (en el IFE hay, por cierto, otra petición de un grupo que aspira a usar ese mismo nombre).
Pero no sólo será un cambio de nombre. "Este es un proyecto nuevo -dice Rogelio Vizcaíno-. No podíamos hacer una revisión tal cual de Democracia Social, tenían que ingresar nuevos protagonistas; y, para corregir la insuficiencia partidaria teníamos que buscar a todos los agentes políticos, sobre todo movimientos cívicos minoritarios, casi ciudad por ciudad".
Los organizadores del nuevo proyecto juran que "muchos se han acercado al proyecto para participar, especialmente jóvenes".
Un
nuevo militante lo pone así: "La apuesta es oxigenar".
¿Cuántos, de dónde? Los organizadores ya no lo precisan. Pero aseguran que se respiran aires nuevos en esta incipiente fuerza.
Y también presumen que no buscan "personalidades", sino militantes comprometidos con un nuevo proyecto.
Sin embargo, meses antes del anuncio de la nueva fuerza, se encargaban de divulgar la posible adhesión de personajes como Genaro Borrego, ex presidente del PRI; Lorena Beauregard, priísta y coordinadora de los diputados federales de Tabasco; José Angel Pescador, ex secretario de Educación y ex cónsul en Los Angeles; y Patricia Mercado, de la agrupación feminista Diversa.
Después del 2 de julio de 2000 se habló con insistencia del surgimiento de una nueva fuerza política. Las reuniones se multiplicaron, y con ellas, las versiones. Se llegó a decir que un nuevo partido sumaría los proyectos políticos de Rincón Gallardo, Manuel Camacho, Dante Delgado y una fuerte escisión del PRI. Hubo, ciertamente, negociaciones, pero todo acabó en una llamarada de petate, con episodios ridículos incluidos.
El 27 de enero, la convocatoria a "todos los que estuvieran interesados en participar en la construcción de un nuevo partido ciudadano" culminó en un sainete cuando Patricia Mercado y el ex dirigente de Alianza Cívica, Sergio Aguayo, se pararon indignados de la mesa porque no quisieron compartirla con el priísta Genaro Borrego. Finalmente ni Mercado ni Aguayo le entraron al nuevo proyecto.
En cambio, los promotores del nuevo proyecto están orgullosos del ingreso de personajes como Patricia Olamendi, ex perredista; Carlos Toledo, ex funcionario de Semarnap; Ricardo Becerra, ex asesor de José Woldenberg; y Oscar Navarro, ex secretario particular de Luis Donaldo Colosio.
También anuncian la entrada de defensores de los derechos de los migrantes que están en Ciudad Juárez y Tijuana, y de una parte de los integrantes de Diversa.
La nueva "socialdemocracia" dice representar a la izquierda moderna. La diversidad sexual y el "respeto a la diversidad" siempre han sido las banderas del partido de la rosa.
Un botón de muestra: fue la diputada local de la Democracia Social, Enoé Uranga -integrante de Diversa y fundadora de Lesbigay- una de las organizadoras de la polémica "boda colectiva" de homosexuales y lesbianas realizada frente al Palacio de Bellas Artes hace unos meses.
Con ellos, los nuevos "socialdemócratas" tratan de demostrar que son mucho más que dos.
*Recuento de las bajas
En
la "carta de intención" de formar un nuevo partido que entregaron
al IFE el 5 de abril se lee: "Quienes hoy coincidimos en este espacio tenemos
la voluntad de construir un partido político comprometido con las
causas sociales; un partido que ponga el acento en la igualdad, respetuoso
de la diversidad cultural, sexual, política y social".
Ya no todos pueden compartir el nuevo proyecto. Los tres entusiastas promotores del PDS fueron Gilberto Rincón Gallardo, Jorge Alcocer, y Arturo Whalley. Los tres, sin embargo, durante el último tramo de la carrera hacia la Presidencia en el año 2000 trabajarían en distintas campañas: Alcocer en la priísta y Whalley en la parmista.
En la solicitud de registro del PDS en 1998, las firmas revelaban un reencuentro de militantes de tres fuerzas políticas: el Partido Comunista Mexicano (PCM), el MAP y Línea Proletaria (LP). Otro cosa en común: varios de los firmantes eran ex funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Social o incluso seguían en sus cargos. Unos más habían estado vinculados a proyectos de políticos priístas. Pero al menos dos de ellos ya no estarán en la nueva fuerza: Ricardo Aguilar Gordillo, chiapaneco ligado a Elba Esther Gordillo, ha decidido esperar, quizá porque la maestra quiere, se dice, crear una nueva agrupación política nacional integrada por puros maestros; y Teresa García, promotora de la progubernamental organización chiapaneca ARIC-oficial.
* * *
La próxima elección federal será la prueba de fuego para que el nuevo Social Demócrata obtenga su registro. Los organizadores confían en que "se puede construir una fuerza mayoritaria socialdemócrata. No quiero pensar en un partido para que saque el 2%, sino en un partido con una presencia política relevante en el 2003. Veo un partido con posiciones importantes", dice Patricia Olamendi.
El que la visión de la ex perredista se haga realidad dependerá en gran parte de la lucha por el poder dentro del nuevo proyecto.
Habrá que esperar.*
Noventa
y ocho millones de pesos anuales, dos diputaciones federales y el registro.
No le fue nada mal al Partido Alianza Social, heredero del sinarquismo,
al sumarse a la Alianza por México en la pasada contienda electoral
Su padre fue sinarquista y su tío también. Ahora su primo Guillermo Calderón, de 36 años, es el dirigente nacional del Partido Alianza Social (PAS), y él, José Antonio Calderón Cardoso, de 32 años, es diputado federal por este partido.
El PAS, gracias a la alianza que hizo con el PRD en las pasadas elecciones, no sólo no perdió el registro, sino que obtuvo dos diputaciones, la de José Antonio y la de Patricia Lorenzo Juárez.
A ellos, entre otros, se refería la dirigente nacional del PRD, Amalia García, cuando en el pasado congreso de Zacatecas dijo que la Alianza por México le salió muy cara a los perredistas (dicho que provocó una ruda reacción de Cuauhtémoc Cárdenas).
Aunque parece que, al menos en el PAS, están de acuerdo con Amalia García:
"Aquel partido que esté apostando única y exclusivamente a las alianzas para sobrevivir, estará cometiendo un grave error y firmando su sentencia de muerte en la próxima elección federal", según dice sabiamente el dirigente nacional pasista Guillermo Calderón (La Jornada, 5 de marzo de 2001)
Las raíces de Alianza Social se pueden encontrar en el Partido Demócrata Mexicano (fundado por militantes de la Unión Nacional Sinarquista) y en un sector del PAN, principalmente los seguidores del ex panista sonorense Adalberto Rosas, secretario general del partido.
El padre de José Antonio y el de Guillermo también militan en el PAS. "Convivimos más en el partido que en la familia", afirma el legislador.
Las bondades de la alianza
* Presupuesto asignado por el IFE (en el convenio de la Alianza por México el PRD cedió 1% de sus votos al PAS): 98 millones 192 mil 354 pesos este año y el próximo, y unos 200 millones para el 2003.
* Número de afiliados: alrededor de 150 mil (según cifras del partido).
* Autoridades locales: 28 regidurías, en Guanajuato, Nuevo León, San Luis Potosí, Sonora, estado de México, Veracruz y Jalisco; y tres presidencias municipales, en Sonora, Guanajuato y Veracruz.
* Representantes populares: dos diputaciones federales y cuatro locales en Guanajuato, Sonora y Baja California Sur.
Ni de aquí ni de allá
Palabras del diputado Calderón:
"Si por izquierda entendemos la defensa de los derechos de los trabajadores, nosotros somos de izquierda; pero si por izquierda entendemos una inspiración marxista-leninista, una interpretación populista de regresar al Estado socialista, no somos de izquierda. Si por derecha entendemos peso y atención al orden, respeto a la ley, somos de derecha; pero si por derecha se entiende la intolerancia y el fundamentalismo, no somos de derecha.
"Nosotros hemos tratado de no autodefinirnos en cualquier posición, sino por las posturas y actitudes que tomamos; por ejemplo, en materia de aborto, no necesariamente compartimos la posición de liberalizarlo, pero vamos a votar a favor de que se graven los grandes capitales especulativos.
"A la mejor lo más cómodo es decir que estamos en el centro, pero estrictamente es lo real".
Los nuevos tiempos
No es fácil ser sólo dos diputados de un partido en la cámara, se lamenta el abogado José Antonio Calderón. Para empezar, al no contar con un lugar en la junta de coordinación política ,?reservado para las fracciones que se integran con un mínimo de cinco diputados? los pasistas difícilmente se enteran de los procesos legislativos.
Por ello, los diputados del PAS presentaron una iniciativa el pasado 21 de septiembre en la que proponen que no se requiera de un mínimo para formar un grupo parlamentario. Es la única iniciativa que hasta el momento han presentado.
Su escasa fuerza no impide que el presidente de la República les eche un lazo. En días pasados, Vicente Fox invitó a los diputados del PAS a Los Pinos para convencerlos de votar a favor de la reforma fiscal. No los convenció, jura el diputado Calderón. (Tania Molina Ramírez)