VIERNES Ť 11 Ť MAYO Ť 2001

ENTREVISTA

Jone Goirizelaia, candidata de Euskal Herritarrok en Vizcaya

La coalición EH tiene una propuesta de paz para el País Vasco

Siempre hemos estado dispuestos a negociarlo todo, pero nuestra disposición dependerá de que las instituciones y los contextos en los que se negocie nos sirvan para avanzar en el proceso de construcción nacional. Dialogaremos lo que haga falta para conseguir ser un pueblo con voz propia en Europa, dice la abogada vasca que intercala el ejercicio de su profesión con la política

ARMANDO G. TEJEDA ENVIADO

Bilbao, 10 de mayo. Jone Goirizelaia, candidata por la provincia de Vizcaya de Euskal Herritarrok (EH), tercera fuerza política en el País Vasco, es una prestigiosa abogada vasca que intercala su carrera política con el ejercicio de su profesión. Goirizelaia explicó a La Jornada que la coalición que representa, de vocación soberanista y considerado el brazo político de la organización armada vasca ETA, ha puesto sobre la mesa una propuesta de paz para el histórico conflicto vasco, pero que su puesta en marcha depende de la "voluntad" del resto de los partidos políticos.

BIEH12Goirizelaia ha tenido los últimos días un frenético ritmo vida, agravado, si cabe, por su condición de abogada y por ser una líder emblemática de la izquierda abertzale vasca, lo que le ha llevado a intercalar los mítines políticos con la redacción de autos judiciales para enfrentar los juicios que, pase lo que pase el próximo domingo, tiene que hacer frente.

Sin más preámbulos, la candidata abertzale explicó las razones por las que desde su ámbito se considera que el País Vasco vive un "estado de excepción": "Nosotros denunciamos el estado de excepción que vive Euskal Herria porque nos parece que un Estado democrático, al menos en teoría, tiene que respetar los derechos individuales y colectivos de todas las personas que viven en este país, y esto no está pasando, pues no se respetan ni los derechos que tenemos como pueblo, entre ellos el fundamental, que es el derecho a decidir, pero tampoco se respetan los derechos individuales, ya que se ponen límites a la actividad política, a las personas se les persigue sistemáticamente, se les intervienen las comunicaciones, se prohíben las manifestaciones, se censuran los mítines, se tortura a la gente y se sigue aplicando la incomunicación, además de que se nos prohíbe ejercitar nuestros derechos, entre ellos el de tener nuestro propio documento de identidad. Es decir, hay una situación general que nos lleva a hablar de que existe un estado de excepción, que se suma a la persecución de nuestra lengua y la intención de desaparecer cuestiones culturales propias del pueblo vasco".

SIEMPRE HA HABIDO APERTURA

Goirizelaia, fuera de los tópicos que le imprimen a su formación, habla de que la "vía de resolución del conflicto vasco" sólo pasa por "un diálogo entre todos, incluido el PP y el PSOE", explicó que la "única" propuesta de paz que hay en estos momentos es la que planteó EH y que está "abierta a la negociación".

"Nosotros siempre hemos estado dispuestos a negociarlo todo, nunca hemos planteado que nuestra política es lo único que se tenga que mantener, lo que pasa es que nuestra disposición a negociar dependerá de que las instituciones y los marcos en los que se negocie nos sirvan para avanzar en el proceso de construcción nacional y no en un contexto en el que solamente retrocedamos. Si la negociación sirve para avanzar, negociaremos lo que haga falta, pero para conseguir ser un pueblo con voz propia en Europa, pero nunca para mantener lo que tenemos porque para eso no hace falta negociar", señaló esta política vasca.

Se habla de que EH podría ser declarado ilegal en cualquier momento por orden del juez Baltasar Garzón. "Eso es algo que no es nuevo, ya lo ensayaron antes, cuando procesaron y encarcelaron a la mesa nacional de Herri Batasuna y que ejemplifica esa visión limitada que se tiene del conflicto político, pues es la visión de que por la vía represiva se puede terminar con este conflicto, que además desecha la premisa de que existe un conflicto político, que por lo tanto no hay que darle una salida política sino una salida represiva. Claro que esta vía lleva implícita la intención de hacer desaparecer a todas las personas que pensamos que este país tiene que ser independiente y que estamos luchando para que eso sea una realidad".

Goirizelaia, que confiesa su hartazgo de que siempre se identifique a su partido como el "brazo político de ETA", expuso que su propuesta de paz ha arraigado en la sociedad vasca "ilusión, novedad y aspiraciones de avanzar en la fase de resolución del conflicto".

"Yo creo que lo único que no es viable es una negociación en la que 17 por ciento de la población quede excluida, y eso creo yo que no es viable en ningún país del mundo. Nosotros lo que tratamos es de incluir a todo el mundo, pues nuestra propuesta de paz pretende avanzar en los planteamientos de Lizarra-Garasi, que no era excluyente sino que planteaba un foro de debate en el que estuvieran todos los partidos políticos y que se decida, en conjunto, el escenario de paz".

Pero ¿qué mensaje tendría que lanzar EH a ETA de forma explícita?

"Yo creo que nuestro trabajo es hacer propuestas políticas a partidos políticos, dentro del campo y de las reglas del juego de una organización política y mientras más trabajemos en ello, más dificultosa será la lucha armada de ETA, y mas fácil será entrar en un camino de resolución. Creo que ese es nuestro trabajo político, no otro.

"Pero está claro que ETA es un factor importante. Es una parte del conflicto, porque la otra es el Estado español, pues el conflicto está centrado en la vulneración de los derechos colectivos e individuales de este pueblo. Creo que independientemente de los atentados, que los ha habido siempre los últimos años y no sólo los que hace ETA, pues hay que recordar las torturas, los GAL y la incomunicación de los detenidos, nosotros intentamos explicar nuestra propuesta de paz e intentamos comunicarla a la sociedad", añadió.

Goirizelaia lanzó, por último, un mensaje al gobierno mexicano que ha hecho de las expulsiones de vascos presuntamente vinculados a ETA vía ley general de población una política de Estado: "Al gobierno mexicano siempre le pediría que mantenga su tradicional derecho de asilo, sean o no vascos, y siendo firmes en su política mantenida desde las postrimerías de la Guerra Civil. Esto lo digo porque no creo que México deba posicionarse en un conflicto como es el vasco, un país ajeno, y cuya solución no es en ningún caso la vía represiva, como son las expulsiones. Además de que creo que México debe convencer al gobierno español de una vía negociada y dialogante para alcanzar la paz en este país".