LUNES Ť 7 Ť MAYO Ť 2001

DE LINEA A LINEA

David Carrizales

El narco en Nuevo León



LA SOMBRA del narcotráfico avanza sobre Nuevo León. Paulatinamente, sobre todo a partir de 1989, en coincidencia con el ascenso de Salinas al poder, la entidad dejó de ser paso de drogas, para convertirse además en centro de distribución y consumo.

ASI, LA orgullosa zona metropolitana que ha sido calificada como el mejor lugar para hacer negocios en Latinoamérica --y de los que al parecer no quiere quedar exento el crimen organizado--, se ha revelado recientemente como un sitio ideal para que los grandes capos establezcan aquí su residencia.

HAY VOCES que alertan sobre la presencia de siete grandes narcos que tendrían sus mansiones en el municipio de San Pedro. Aseguran que el propio alcalde panista sampetrino, Gerardo Garza Sada, es consciente de esto y por eso mandó instalar cámaras de video en las principales avenidas y cruceros, para registrar a los automovilistas sospechosos.

SIN EMBARGO, dado el alto nivel económico de la ciudad, muy fácil pueden pasar desapecibidos los narcos, pues abundan los autos blindados seguidos de unidades con guardaespaldas, pero corresponden a los magnates industriales.

ENTRE LOS capos que supuestamente tendrán presencia en la entidad, informantes mencionan a Juan José Esparragoza Moreno El Azul, considerado uno de los sucesores de Amado Carrillo Fuentes en el cártel de Juárez, y quien habría entablado una alianza con Osiél Cárdenas Guillén, que heredó el control del cártel del Golfo, después de las aprehensiones de Juan García Abrego, en enero de 1996, y de Oscar Malherbe de León, en febrero1997.

DESDE HACE varios años se atribuye a El Azul la intención de crear una federación de cárteles de la droga que evite los derramamientos de sangre en la disputa por el control de territorios. Esto explicaría, según las fuentes consultadas, la llamada Cumbre de Apodaca, que se habría realizado a principios de año cerca del aeropuerto internacional Mariano Escobedo, al norte de Monterrey, donde supuestamente los cabecillas de las más importantes bandas de narcotraficantes, con excepción del cártel de los Arellano Félix, pactaron una tregua.

PESE A las negativas oficiales, según los informantes, a estos hechos podría obedecer la reciente renuncia del procurador estatal, José Santos González Suárez, y de su brazo derecho, el subprocurador César Cantú García. Incluso se menciona que el asesor del procurador, Benito Guerrero Bazaldúa, es uno de los que aparecen en los videos de Gilberto García Mena El June, uno de los capos del cártel del Golfo recién detenido.

LO CIERTO es que la mancha del narco que en las décadas de los 70 y 80 estaba en la franja fronteriza desde Nuevo Laredo hasta Matamoros, Tamaulipas, en la de los 90 extendió sus tentáculos hacia Monterrey.

CABE RECORDAR que desde principios de los 90, corrían versiones de que el cabecilla del cártel del Golfo, Juan García Abrego, había mudado su centro de operaciones de Tamaulipas a Nuevo León. Y así, el 14 de enero de 1996 García Abrego fue capturado en Benito Juárez, Nuevo León, un municipio de la zona metropolitana de Monterrey.

OTRAS PRUEBAS de que la presencia del narco no es circunstancial, radican en la detención en 1995 de Raúl Valladares del Angel, uno de los principales lugartenientes de García Abrego, cuando comía en un restaurante de la ciudad. Carlos Reséndiz Bertoloussi, cerebro financiero del cártel del Golfo, tenía su casa y familia en Monterrey, igual que Humberto García Abrego, quien vio condiciones para abrir dos empresas: Prodeconsa y Diseño, y Construcciones la Herradura.