MIERCOLES Ť 18 Ť ABRIL Ť 2001

Ť Aznar pide al clero complicidad contra la utopía sangrienta

Llaman intelectuales a votar por la coalición IU en las elecciones vascas

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 17 de abril. Los escritores José Saramago, Manuel Vázquez Montalbán y Bernardo Atxaga llamaron hoy a la sociedad vasca a votar en las elecciones del próximo 13 de mayo por la coalición Izquierda Unida (IU, republicanos y comunistas) pues, afirmaron, es la única opción que "no está cegada por los nacionalismos y que está dispuesta a trabajar tanto por la paz como por la lucha social".

El presidente del gobierno español, José María Aznar, pidió a la Iglesia católica "complicidad en la lucha contra la utopía sangrienta y totalitaria "que a su juicio representa el nacionalismo vasco.

El novelista vasco Bernardo Atxaga, el Nobel de Literatura portugués José Saramago y el poeta, novelista y periodista catalán Manuel Vázquez Montalbán, encabezan un manifiesto de apoyo a IU al que se unió un centenar de intelectuales y ciudadanos vascos y españoles.

El texto señala que ante las elecciones en el País Vasco hay que promover la única opción de izquierda que tiene un ideario "internacionalista, constructivo en lo nacional y que es combativa en lo social".

El documento llama en especial a la "gente de izquierda de la región que esté dispuesta a levantarse en pie de paz en busca de un futuro más justo". Se agrega que "nadie tiene derecho a amedrentar a sus semejantes. Ni por el terror criminal de las armas ni por ninguna otra forma de saña o acoso. Nadie puede ser presionado para que diga lo que no piensa, ni forzado a callar u ocultar lo que piensa".

Los escritores sostienen que "cualquier integrante de la ciudadanía vasca tiene derecho a ser nacionalista vasco, nacionalista español o insensible al nacionalismo, sin que nadie le acuse por ello de ser cómplice de nada, salvo de sus propias ideas".

Por último, los firmantes aseguran sentirse parte de la "Euskai que tiene que aguantar a unos y otros, divididos por todo, menos por la ambición de poder".

Mientras, Aznar hizo un llamado a todos los sectores de la sociedad vasca, con particular énfasis a la Iglesia católica, con la que tenido varios desencuentros los últimos meses, para que sean "cómplices" en su lucha contra los que "venden utopías sangrientas y totalitarias en nombre de la raza, de un pueblo o de una nación".

Aznar, quien viajó a Bilbao para participar en un acto preelectoral del candidato del Partido Popular (PP, derecha) y ex ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, destacó la necesidad "hoy más que nunca de la unidad y complicidad de lo mejor de la sociedad vasca, de los universitarios, de los educadores, de los medios de comunicación, del mundo empresarial, del sindicalismo democrático, de las instituciones religiosas, de las organizaciones sociales y de todas las personas que aportan valores con los que hacer una sociedad libre".

Aznar dijo que nunca será partidario "del diálogo postizo y sin condiciones que esconde la rendición democrática", que promueve como salida al conflicto vasco el candidato nacionalista Juan José Ibarretxe.

En respuesta, Ibarretxe, actual presidente vasco, afirmó que el PP y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) defienden un mismo proyecto político que sólo busca "la división" en la sociedad vasca, y reiteró su invitación al diálogo a todas las formaciones políticas, incluida Euskal Herritarrok (EH, marcha electoral de Herri Batasuna, considerada brazo político de la organización armada vasca ETA).

Arnaldo Otegi, vocero y líder de EH, anunció que la coalición comprometerá su apoyo parlamentario a un candidato que sea "soberanista y no autonomista", por lo que instó a Ibarretxe y su partido a continuar con "la construcción nacional de Euskal Herria". Por último, la Audiencia Nacional de España condenó al ex dirigente de ETA Eugenio Echeveste, alias Antxon, y a Ignacio Aracama Mendia, alias Macario, a diez y siete años de cárcel, respectivamente, por "pertenencia a banda armada". Atxon, que fungió como interlocutor de ETA en las llamadas conversaciones de Argel, dijo que él era únicamente "un conocido militante antifascista", pero que nunca fue miembro activo de la organización.