VIERNES Ť 16 Ť MARZO Ť 2001

Ť Contingente guerrerense se despide con música en Villa Olímpica; promete regresar

Marcos llama a la unidad a los sindicatos

Ť México dista de tener un Congreso que responda a demandas sociales: González Souza

ROBERTO GARDUÑO Y ROSA ELVIRA VARGAS

Los rituales y las fiestas de cuaresma abrieron un paréntesis en la actividad de los indígenas que participan en la movilización zapatista en la ciudad de México. Las seis bandas de la Montaña de Guerrero y los indígenas huicholes emprendieron ayer el retorno a sus comunidades para integrarse a la celebración de la Semana Mayor en la región tlapaneca y caminar en la peregrinación del peyote que cada año sale de Nayarit y Jalisco, hasta llegar a Real de Catorce, en San Luis Potosí. Ayer se fueron, pero prometieron regresar.

Entre el comienzo del periplo indígena rumbo a su tierra y la continuada permanencia de la comandancia del EZLN en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), la sociedad civil sigue haciéndose presente para abastecer de alimentos y resguardar a los delegados del Congreso Nacional Indígena que seguían esperando una nueva propuesta del Congreso de la Unión para formalizar el diálogo en San Lázaro. Sobre la calle Zapote (renombrada como Emiliano Zapata), en la colonia Isidro Fabela, la actividad de reporteros y simpatizantes zapatistas fue incesante.

La ausencia de una nueva propuesta legislativa hacia el CNI y el EZLN para iniciar el diálogo también propició que organizaciones sindicales y sociales preparen una manifestación multitudinaria la semana entrante, que podría encabezar la comandancia del Ejército Zapatista. Además, hoy a las 16:00 horas distintas organizaciones estudiantiles, de trabajadores y de la sociedad civil participarán en una marcha que partirá del Angel de la Independencia hasta el Senado de la República. Y a la misma hora se prevé que los representantes del zapatismo acudan a la Plaza Roja en el Instituto Politécnico Nacional, en Zacatenco.

Numeroso contingente

Durante esta jornada, los músicos, teatreros, performanceros y poetas hicieron las delicias de los viandantes. La música tradicional mexicana no dejó de escucharse. Y el paso de los visitantes ante los dirigentes indígenas fue continuo. La delegación más numerosa fue la de los llamados sindicatos independientes, pero lo que más llamó la atención de los informadores fue la llegada, a bordo de una camioneta, de Danielle Mitterrand.

Desde temprana hora en la calle Zapote los vendedores de camisetas, sombreros, discos compactos y libros fueron los primeros en instalarse, después llegaron los reporteros y fotógrafos y, por último, los grupos que amenizaron el día. Algunos reporteros extranjeros se acercaron a la puerta donde el Centro de Información Zapatista (CIZ) tiene su base y, como ha ocurrido en los días anteriores, no hubo respuestas para nadie y menos para los periodistas nacionales.

Ayer, Fernando Yánez continuó su labor de enlace zapatista con el Poder Legislativo. Alrededor de las diez de la mañana salió en un vehículo, y tres horas después retorno a la ENAH. Se dijo que asistió a una reunión con diputados y senadores del Partido del Trabajo (PT).

Y muy cerca de la ENAH, en las instalaciones deportivas de Villa Olímpica, un grupo importante de la delegación del Consejo Guerrerense 500 Años de Resistencia Indígena se preparaba para salir a su tierra. La mayoría de los que se marcharían eran hombres que conforman las seis bandas de música que acompañaron desde el 3 de marzo a la caravana zapatista. Entre ellos la Banda marcos-sindicatos-2 de los Pelones, integrada por niños menores de 12 años, tanto que el pequeño encargado de tocar la tambora es más chico que su instrumento.

Para celebrar su salida hicieron fiesta en el albergue de Villa Olímpica. Y se tenían que ir porque ya estaban comprometidos a tocar desde hoy en los pueblos cercanos a Totomixtlahuaca, de donde son originarios, pero no tenían dinero para el pasaje de regreso. Los niños y los mayores se alegraron cuando se enteraron que el pintor tlapaneco Nicolás de Jesús Salazar vendió parte de su obra en amate para pagar el camión.

En Villa Olímpica, Marcelino Díaz de Jesús informó que los indígenas guerrerenses se "reciclarán" porque unos partirán hacia sus comunidades, pero otros llegarán para permanecer el tiempo que sea necesario. Pero el dirigente del Consejo 500 Años se quejó: "lástima que en México haya dos tipos de indígenas, los que tienen capucha y los que no la tenemos".

-ƑPor qué el reclamo? -se le interrogó.

-Desde que salimos de nuestra tierra hubo tres accidentes y nadie dijo nada de eso. En uno de ellos iba manejando Hermelinda Tiburcio Castellanos, que recibió el Premio Nacional de la Juventud Indígena y casi se muere, y ella sigue aquí muy lastimada. Los otros dos accidentes ocurrieron en Tlacoapa y en Alpuyeca, y nadie dice nada. šPero esto es así y ni modo! No tenemos capucha.

En ese albergue, donde permanecen unas mil mujeres y hombres, faltaban hace tres días agua potable y alimentos, pero los vecinos de la unidad Villa Olímpica se organizaron y desde antier por la noche les llevaron un cargamento de 400 pollos para preparar al día siguiente.

Incluso decenas de las personas que ahí habitan se han organizado para proveer a los indígenas de ropa, pero mucha de esa vestimenta es inútil...

"La gente sí está cooperando, pero nos traen vestidos y zapatos de tacón de aguja, y no quiero decirles šcabrones! Porque ellos no saben que nosotros no sabemos usar esa ropa".

En la ENAH, los huicholes del norte de Jalisco regresaron a las regiones de San Andrés, Santa Catarina, San Sebastián y Tuxpan de Bolaños.

Pasado el mediodía, representantes sindicales universitarios, de instituciones públicas y de empresas privadas empezaron a congregarse fuera de la ENAH. Tenían una cita con la comandancia zapatista a las 14:00 horas, aunque se realizó dos horas después porque Marcos y el parlamentario europeo Sami Nair tuvieron una larga conversación, de la que dieron cuenta ante la prensa ya cerca de las 3 de la tarde.

Pero no se incomodaron. Se veían felices, optimistas y con ánimo renovado luego de haber escuchado al sub y a los comandantes Tacho, Zebedeo y David. A decir de Héctor de la Cueva, del Foro Social Alternativo, y de Adrián Pedrozo, del STUNAM, el mensaje de Marcos fue breve y sustancioso: "nos hizo una reflexión de cuando él era joven y conoció a algunas de las organizaciones sindicales que estaban acá. Pero más que decirle a los sindicatos lo que deben hacer y quién es el bueno y quién el malo en el movimiento sindical, lo que él piensa es que una lucha tan importante como es la restitución de los derechos laborales debe darse también con la lucha de los indígenas, y debe haber unidad más allá de los conflictos entre las organizaciones".

Marcos, quien también reconoció que las organizaciones laborales han protagonizado importantes movilizaciones en México, escuchó junto con los demás dirigentes del EZLN el documento de las organizaciones gremiales, que leyó Benito Baena, del sindicato de tranviarios. "Somos hombres y mujeres que, como ustedes, buscamos construir el nuevo rostro de este país... nosotros, los menos escuchados a pesar de ser la mayoría de esta nación y que es vista sólo como clientela electoral y a la que se olvida convenientemente una vez pasadas las elecciones''.

Agrupaciones independientes y democráticas que ahí se presentaron no soslayaron que a la mayoría de los trabajadores del país se les coarta el derecho de huelga, no se les reconoce el derecho a elegir a sus representantes sindicales y ni siquiera a organizarse: "una mayoría que también sufre pobreza y explotación; salarios miserables anticonstitucionales; condiciones de trabajo y vida indignas, y arbitrariedad en la aplicación de la justicia, la que siempre favorece a los señores del poder y del dinero".

El dirigente de los tranviarios adujo que la sociedad civil ha adquirido conciencia de que los pueblos indios, los originarios de México, han sido los más marginados, discriminados y sometidos a las peores condiciones de vida, y se sumó al clamor popular para que se apruebe la iniciativa de ley de la Cocopa: "llamamos al Congreso de la Unión a no regatear por cuestiones de forma el diálogo necesario con el EZLN, y el reconocimiento de los derechos y cultura de los pueblos indios de México".

Antes, a un costado de la sala Ollin Yoliztli, Teresa Sierra, Hilario Topete, Luis González Souza, Carlos Lenskendorf y Stephane Coutrieu participaron en una mesa de discusión sobre el conflicto de los pueblos indígenas en México. González Souza advirtió que los dogmas parlamentarios "son muy fuertes", y si los congresistas no son capaces de salvar minucias, "menos serán capaces de entender la propuesta de la Cocopa".

El politólogo explicó que México, con todo y el 2 de julio, dista mucho de tener un Congreso que responda a las demandas sociales que se retratan en la marcha zapatista, e insistió en que el país "está lo bastante balcanizado" y no por culpa de las etnias, sino por los escándalos políticos que se circunscriben a la existencia misma del PRI.

La actividad en torno a la ENAH continuó hasta entrada la noche. Y Ricardo, con su grupo musical Son de Mezcal, dio las buenas noches a los pro zapatistas, que no dejan de andar como un gran cordón de protección alrededor de los indígenas.