MIERCOLES Ť 14 Ť MARZO Ť 2001

Ť Combate el desdén por esa sonoridad: García Blanco

Casa de la Música Mexicana, relevante quehacer de once años

YANIRETH ISRADE

Casa de la Música Mexicana, recinto dedicado a la promoción, enseñanza y documentación de los diversos géneros populares, celebra la tarde de hoy (a partir de las 17:00 horas) su aniversario número once con un amplio programa que incluye, entre otros, la interpretación de boleros, sones, huapangos y corridos a cargo de alumnos y maestros de esa intitución hospedada desde sus inicios en el edificio histórico de la calle Francisco González Bocanegra 73, colonia Morelos.

La casa nació como una alternativa de formación ante el desdén por ese tipo de música en las instituciones y academias de educación superior, rememora su director, Daniel García Blanco.

A su vez, logró convertirse en uno de los centros de música popular más importantes del país, con una constante matrícula de alumnos (ahora es cercana a 200) y un centro de consulta dotado de libros, pistas musicales, partituras, música grabada, guiones musicales y arreglos orquestales.

Otro alcance no menos importante, considera García Blanco, es que dejó de ser dependencia burocrática para convertirse en Sociedad Civil con personalidad jurídica, lo que le permite allegarse recursos, si bien continúa recibiendo apoyos del Instituto de Cultura del DF que apenas cubren los gastos de operación.

La población que asiste a la colonia Morelos para instruirse o perfeccionar sus habilidades musicales proviene de diversos estratos socioeconómicos y culturales: lo mismo mariachis que maestros de escuela, obreros, amas de casa o estudiantes. No hay límites de edad para inscribirse ni exámenes de admisión exhaustivos. La institución ''no es un trampolín de lanzamiento para artistas de televisión y radio", sólo una alternativa de educación en música popular, advierte su director.

La escuela conserva un modelo de enseñanza dividido en dos bloques. El primero es la carrera de ''Promotor técnico en música popular mexicana", con duración de tres años.

La segunda opción es de un año y tiene una orientación más práctica, pues sólo contempla la materia de solfeo y talleres de canto o instrumentos.

Casa de la Música Mexicana, cuyo edificio se construyó a finales del siglo XIX, alberga en su museo vestigios y osamentas prehispánicas tlatelolcas y una pequeña colección de instrumentos musicales.