MIERCOLES Ť 14 Ť MARZO Ť 2001

Ť El país no está en condiciones de seguir jubilando personas a los 45 años, dice

Promoverá Fox un nuevo sistema de pensiones

Ť Durante la 88 asamblea general ordinaria del IMSS, propone buscar esquemas que generen recursos

ANGELES CRUZ Y JUAN MANUEL VENEGAS

El presidente Vicente Fox Quesada anunció su decisión de promover una nueva reforma al sistema de pensiones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con la idea de adecuar la edad y monto al que tendrían derecho los jubilados. La preocupación presidencial radica en que en los próximos 10 años la población mayor de 65 años de edad se habrá incrementado 32 por ciento y demandará prestaciones y servicios médicos, que en las condiciones actuales sería muy difícil atender.
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Al clausurar la 88 asamblea general ordinaria del instituto, el mandatario llamó a obreros y empresarios, principalmente, a "dar otro jalón" para innovar el Seguro Social, mantenerlo en una mejora continua y convertirlo en "un eficiente ariete para superar marginación y pobreza", sin que ello implique poner en riesgo la viabilidad financiera de la institución. Según Fox, su mayor preocupación radica en que el sistema de pensiones tenga capacidad para dignificar los ingresos de los trabajadores en retiro mayores de 65 años.

Hace una semana, durante una gira por Oaxaca, el titular del Ejecutivo anticipó que se avecinan "grandes problemas" en el sistema de pensionados y jubilados, ya que, dijo, el país no está en condiciones de seguir jubilando personas a los 45 años.

"Simple y sencillamente esto no es posible", señaló el mandatario. Adelantó que la reforma que buscará, implica también encontrar nuevos esquemas para hacerse de recursos, porque el gobierno no tiene capacidad financiera para dar cobertura a un sistema de pensionados que no responde ?subrayó? a las necesidades del país.

Todos ganarán

Luego de que el director general del IMSS, Santiago Levy Algazi, planteó en su informe de actividades las dificultades que a futuro enfrentará la dependencia por los cambios epidemiológicos y demográficos en el país y la presión que implicará el pago de pensiones y jubilaciones conforme al régimen anterior a 1997, Fox Quesada subrayó la importancia de encontrar nuevas fórmulas para que las aportaciones que realizan "los factores de la producción" representen cada día más una ganancia para todos.

Se trata de un nuevo esquema en el que todos ganarán: "el trabajador, que gana cuando recibe los beneficios de la protección, de la seguridad social y de las prestaciones económicas; los patrones, que ganan con mayor eficiencia y productividad, al generar un poderoso estímulo para la seguridad del trabajador y de su familia; y la sociedad, que gana al contar con un mecanismo de redistribución del ingreso que promueve la justicia".

Lo ideal es, según el esquema foxista, mejorar las pensiones actuales, "pero dándoles viabilidad a las estructuras financieras que constituirán la base de las pensiones futuras". Por eso, su convocatoria "a todos los actores comprometidos con el porvenir del Seguro Social", a llevar a cabo "una reflexión profunda sobre el futuro de nuestro sistema" de jubilaciones.

El Seguro Social, aseguró Fox Quesada, "ha dado mucho a México y es un verdadero ejemplo de institución pública con rostro humano". Sin embargo, apuntó, ahora "necesita de todo el apoyo" para enfrentar la creciente demanda y la natural saturación de los servicios.

Ante los integrantes del consejo técnico del IMSS, representantes sindicales, médicos y enfermeras, el titular del Ejecutivo habló de la posibilidad de ampliar la seguridad social, hacerla más incluyente, sobre todo para los grupos marginados. Se trata de expandir la cobertura ordinaria, elevar la calidad de los servicios e incorporar a mayores contingentes de población abierta, indicó.

En esta tarea, afirmó el mandatario, "considérenme un compañero más, dispuesto a luchar a brazo partido para fortalecer este instituto que todos queremos siga siendo uno de nuestros más importantes instrumentos de justicia social".

Antes, y como parte de la agenda de trabajo de la 88 Asamblea General Ordinaria del Seguro Social, Santiago Levy reconoció que por la reforma a la ley efectuada en 1995 y que entró en vigor dos años después, ahora existe una situación financiera menos precaria que en el pasado. Incluso el año pasado se generó un superávit de seis mil 234 millones de pesos, los cuales se destinaron a aumentar las reservas institucionales.

Sin embargo, destacó que el IMSS enfrenta grandes retos: la transición epidemiológica, la cual implica la coexistencia de enfermedades transmisibles con padecimientos crónico-degenerativos, cuyo tratamiento es más oneroso año con año. Es el caso del sida, la diabetes mellitus o la tuberculosis pulmonar.

Tan sólo en la atención de 13 mil enfermos de sida registrados en el IMSS se invierte 10 por ciento del gasto en materiales y suministros. Es previsible, dijo el funcionario, que estas tendencias se agudicen en los próximos años y pongan en riesgo la viabilidad del seguro de enfermedades y maternidad, con su actual estructura de aportaciones.

El segundo reto tiene que ver con la transición demográfica. El incremento en la esperanza de vida de la población y la previsión de que en una década las personas mayores de 65 años de edad aumenten 32 por ciento, en contraste con el resto de los mexicanos que se incrementará 26 por ciento.

Levy explicó que esta situación "presionará los seguros de vejez, de cesantía, el Régimen de Jubilaciones y Pensiones de los trabajadores del IMSS y las pensiones en curso de pago conforme a la ley anterior".

En tercer lugar, el funcionario mencionó el crecimiento económico del país a un ritmo de 6 o 7 por ciento anual, lo que demandará una rápida expansión de la capacidad para ofrecer servicios médicos y sociales. Por último, destacó la creciente participación de la sociedad que con toda razón demanda mejor información, más opciones y una atención de mayor calidad.

Estas y otras tendencias, apuntó, conforman un cuadro complejo el cual es necesario abordar con prontitud, eficacia y responsabilidad. Para ello, Levy Algazi planteó seis líneas de acción encaminadas a lograr un estricto manejo de los 144 mil 500 millones de pesos que conforman el presupuesto del IMSS en este año; una modernización informática, que incluya un sistema de compras en línea; la desconcentración de las adquisiciones, así como la actualización del sistema de afiliación y cobranza.

El Seguro Social impulsará programas de capacitación para los trabajadores, la investigación científica y la evaluación al desempeño. Además, la dependencia se suma a la Cruzada Nacional por la Calidad de los Servicios de Salud y asumirá un compromiso de transparencia, ética y probidad con apego a la ley. Finalmente, el funcionario ofreció fortalecer la creación de reservas. No hacerlo, dijo, sería un acto de irresponsabilidad e implicaría imponer una injusta carga a futuras generaciones de mexicanos.

El director del IMSS también se refirió a la próxima reforma a la Ley del Seguro Social y llamó a los legisladores a realizar, juntos, un gran esfuerzo de diálogo, de reflexión conjunta y de concertación para darle sustentabilidad a largo plazo a la seguridad social.

Consideró que la reforma fiscal y la estabilidad económica serán indispensables para lograr un sistema de seguridad social más amplio e incluyente.

Al informar de las actividades del 2000, Levy comentó que se incorporaron un millón 977 mil derechohabientes, con lo que el total llegó a 46 millones 534 mil. El número de trabajadores asegurados se ubicó en 12 millones 732 mil, y a través del Programa IMSS-Solidaridad se atendió a 10 millones 900 mil personas.

En cuanto a los recursos financieros, indicó que los ingresos de operación sumaron 121 mil 915 millones de pesos y los gastos fueron de 115 mil 681 millones de pesos.

Abucheos al presidente de Concamin

Los representantes de los sectores obrero y patronal también expusieron sus puntos de vista y mientras el primero, Gonzalo Ugalde, dijo estar de acuerdo con el informe y ofreció el apoyo de los trabajadores al gobierno federal, el presidente de Concamin, Alejandro Martínez Gallardo, planteó como una alternativa para evitar el riesgo financiero por el pago de pensiones y jubilaciones, que se renegocie el contrato colectivo de trabajo (CCT) con el fin de que las condiciones laborales del personal de nuevo ingreso resulten menos onerosas.

En medio de tímidos silbidos de los asistentes que ayer se dieron cita en la Unidad de Congresos del Centro Médico Nacional Siglo XXI, el empresario también habló de la "conveniencia de contratar personal con el régimen de jubilaciones y pensiones establecido en la ley para todos los asegurados, lo cual sería más justo y equitativo".

Enseguida agregó que "es necesario evaluar otros rubros del CCT que pueden generar quebranto financiero y poner en peligro la economía" del IMSS.