MIÉRCOLES Ť 14 Ť MARZO Ť 2001

Ť Ese periodo también se caracterizó por la confrontación López Obrador-Fox

En 100 días de gobierno, ayuda a pobres, austeridad y transparencia

Ť Los hechos contradijeron lo afirmado por el mandatario local sobre baja en la delincuencia

RAUL LLANOS SAMANIEGO

En sus primeros 100 días de gobierno, Andrés Manuel López Obrador estableció diversas acciones y programas de apoyo a los grupos más vulnerables de esta ciudad, como fue su compromiso de campaña, pero también este periodo se caracterizó por sus confrontaciones con el presidente Vicente Fox.

Durante tres meses y 10 días el mandatario local anunció y puso en marcha 16 bandos y siete acuerdos, tendientes a atenuar la compleja problemática de la capital, los cuales van en la línea de transparentar el manejo del presupuesto, apoyar a los grupos marginados, combatir la delincuencia y, sobre todo, conducirse con honestidad en la función pública.

A decir de López Obrador, el gobierno capitalino es el único en el país que ha transparentado el manejo de sus recursos públicos, a grado tal que presenta en Internet sus ingresos y gastos diarios, además de sus disposiciones y movimientos bancarios; de igual manera, se obligó a los funcionarios de primer nivel a presentar públicamente su declaración patrimonial.

Una de las principales acciones adoptadas por el Ejecutivo local es su plan de austeridad, el cual implicó la reducción de su salario y la de su equipo de gobierno; eliminación de bonos y pagos extraordinarios; reducción de teléfonos celulares, gastos de representación y vehículos; cancelación de los puestos de asesores, secretarios técnicos, guardaespaldas, y las áreas de comunicación social de las secretarías de gobierno. Además, se redujeron en 50 por ciento los gastos de publicidad del gobierno.

Estas acciones le permitieron al gobierno del DF disponer de más de 2 mil millones de pesos para apoyar los programas de asistencia social, como fue la entrega de 600 pesos mensuales para 200 mil personas de la tercera edad, la dotación de medicamentos gratuitos, los proyectos para construir 16 preparatorias y una universidad, entrega de libros de texto gratuitos, y 40 mil becas para menores de edad con problemas de discapacidad o que viven en zonas de alta marginación.

También dispuso la entrega de 106 millones de desayunos escolares, becas de capacitación, 20 mil acciones de vivienda --nuevas y ampliaciones--, y créditos para fomentar el autoempleo, de los cuales esta semana se entregarán los primeros, por un monto de dos millones de pesos.

De los problemas que en estos 100 días enfrentó la administración local es la respuesta de los grupos de interés ante las acciones adoptadas para combatir la impunidad y la corrupción. Un día después de asumir el cargo, obrador-alvaro-obregon-4 el jefe de Gobierno determinó una serie de medidas para combatir los vicios y anomalías que se registraban en la Tesorería del Distrito Federal.

Hubo paros en algunas administradoras tributarias durante enero e incluso se recurrió al amparo ante la negativa del GDF de distribuir más dinero recaudado entre los capitalinos y que era parte de lo que le habían ganado a la autoridad. También se creó una Fiscalía Especial para investigar las numerosas desviaciones de recursos públicos. En este caso se logró atenuar la fuga de dinero.

Otro de los puntos pendientes lo constituye el rubro de la seguridad. Tal como lo anunciara el 5 de diciembre, a lo largo de estos 100 días López Obrador se reunió todas las mañanas con el jefe de la policía y el procurador de Justicia para determinar las acciones a seguir.

Esto los llevó a implantar diversos operativos, tales como el de combate a los taxis piratas, a la delincuencia en las 10 colonias más violentas, prevención de robo de trailers, y vigilancia en los puntos donde más vehículos se roban, entre otros.

Y a pesar de que el GDF descentralizó a las delegaciones la policía, de que "subió" a Internet las cifras de delitos denunciados diariamente, y distribuye entre los medios de comunicación las estadísticas, la sociedad aún no percibe esta baja.

A principios de febrero López Obrador aseguró públicamente que "la ciudad de México no es una ciudad violenta", lo que mereció las críticas de algunos sectores, sobre todo cuando se desató una serie de homicidios violentos en esta capital, incluidos el de un diplomático cubano y una turista estadunidense.

En el ámbito económico, convocó a los hombres de negocios más importantes de la ciudad para integrar el Consejo Promotor de Inversiones, y anunció el desarrollo de tres corredores industriales y comerciales. Relacionado con esta situación se encuentra poner orden en los bloqueos --una de las quejas de los capitalinos y en especial de los comerciantes-- y no permitir uno más de ellos en esta capital.

El 5 de diciembre de 2000, en la Asamblea Legislativa del DF, durante la ceremonia de su toma de protesta, López Obrador expresó al presidente Vicente Fox --quien se encontraba a su derecha--: "En una relación como la nuestra, seguramente habrá discrepancias, pero también coincidencias, y en todo momento habrá el respeto que corresponde a su investidura".

Las divergencias, por el paquete económico y el horario de verano

Desde entonces han sido varias las diferencias entre ambos gobernantes. La primera confrontación pública fue en diciembre, cuando el Ejecutivo federal envió al Congreso el paquete económico, sin incluir al DF en los fondos participables, por lo que López Obrador calificó de "demagogia" las declaraciones de Fox de querar ayudar a su administración.

Días después, Fox exhortó al mandatario local a subir el precio del Metro y evitar las complicaciones presupuestales para 2001. En respuesta, el jefe de Gobierno le llamó "deslenguado", y le recomendó que si él necesitaba dinero que revisara el Fobaproa y aplicara un programa de austeridad.

En enero se intensificó la confrontación con el tema del horario de verano. Fox determinó que se aplicaría en todo el país y el jefe de Gobierno del DF respondió "no". El día 20 se entrevistaron en Los Pinos, y no hubo acuerdo. Por ello, el mes pasado López Obrador no sólo emitió un decreto para prohibir la implantación de dicha medida en esta ciudad, sino que solicitó la intervención de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para que dirima quién tiene la razón en esta materia.