MARTES Ť 20 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Guzmán Loera elaboraba a su antojo el rol de vigilancia del penal de Puente Grande

Consigna la PGR a 73 personas por la fuga de El Chapo

Un mes después de la fuga de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, del penal de Puente Grande, la Procuraduría General de la República (PGR) estableció la forma en que ocurrió la evasión, así como la red de corrupción -desde el director de esa cárcel hasta custodios y personal administrativo- que la permitió; como resultado, la dependencia consignó ayer a 73 personas relacionadas con el hecho, de las cuales 59 están arraigadas en el Distrito Federal, "algunas en otras entidades" y una cantidad indeterminada permanece libre.

murillo-vega-chapo-confeLo anterior fue informado anoche, en conferencia de prensa, por Carlos Javier Vega Memije, visitador general de la PGR, y Jorge Campos Murillo, subprocurador de Procesos Penales B, quienes precisaron que entre los consignados destaca el ex director del penal, Leonardo Beltrán Santana.

También, Luis Francisco Fernández Ruiz, Samuel Salcedo Enríquez, Jesús Vizcaíno Medina, Carlos Fernando Ochoa López y otras 46 personas por los delitos de evasión de preso y cohecho, por los cuales no alcanzarán libertad bajo fianza.

Los funcionarios aclararon que las investigaciones continúan y se agotarán hasta determinar si otros funcionarios de nivel superior estuvieron o no involucrados.

Además, la PGR solicitó órdenes de aprehensión en contra de El Chapo Guzmán, por violar la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, y de los narcotraficantes Jesús Palma Salazar, El Güero Palma, Arturo Martínez Herrera, El Texas -junto con los cuales El Chapo controlaba la vida en el penal-, y Francisco Javier Camberos Rivera, El Chito, su principal auxiliador en la evasión.

Cuatro personas más fueron consignadas por los delitos de evasión de preso y 11 más por cohecho.

Como resultado de las investigaciones -plasmadas en 47 tomos, en los que constan 313 declaraciones ministeriales-, quedó de manifiesto la corrupción que generó El Chapo en el penal desde su llegada, en 1998, la cual "permeó hasta los mandos, es decir, comandancias, subdirecciones y dirección. Ello le permitió gozar de privilegios como tener visitas de mujeres en días y horarios no permitidos, comida especial, que se le servía a la carta, bebidas alcohólicas, Viagra, teléfonos celulares y aparatos eléctricos".

Incluso, él elaboraba su rol de vigilancia y custodia, con el fin de que personal de su confianza le sirviera a su antojo. Así es como él planeó la fuga del penal el 19 de enero pasado, al salir en un carrito de la lavandería hasta el estacionamiento, donde abordó el automóvil de El Chito, quien lo sacó de la prisión, con pleno apoyo de custodios, comandantes y el propio director del penal, quien informó a El Chapo que ese día 19 había sido ordenado su cambio de celda para impedir que escapara.

Según el extenso relato que hicieron los funcionarios, no hay elementos suficientes para determinar si el ahora prófugo de la justicia podía entrar y salir a su antojo del penal, pero sí se estableció que regularmente pagaba "la nómina" de esa cárcel, lo que le permitió tener el control absoluto de los empleados y facilitó la fuga.

Los funcionarios señalaron que debido al control que tenía del penal, fue "extraordinariamente complejo" reconstruir los acontecimientos, e informaron que como resultado de las indagatorias para reaprehender a Guzmán, han sido detenidos y arraigados Ramón Muñoz Bocardo y José de Jesús Briseño Martínez, amigos y colaboradores de El Chito, quienes también participaron en la fuga, entre otros.

Como resultado de las investigaciones que realiza la Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada, se han realizado un total de diez cateos, se han asegurado ocho inmuebles, vehículos, alhajas, armas, dinero y pequeñas porciones de mariguana y cocaína.