SABADO Ť 17 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť No fue obra de militares: general Salgado Cordero

Los 12 muertos de El Limoncito de Alayá, por asuntos de narcotráfico

JAVIER VALDEZ CARDENAS CORRESPONSAL

Culiacan, sin., 16 de febrero. La matanza de 12 habitantes de la comunidad de El Limoncito de Alayá habría sido ordenada por Raúl Zataráin, presunto narcotraficante de Mazatlán, y ejecutada por un grupo de pistoleros a su servicio, informaron fuentes allegadas a los familiares de las víctimas.

Según versiones de tres de los heridos -quienes se encuentran estables de salud y bajo una fuerte custodia de agentes de la Policía Ministerial del Estado en una clínica particular de esta ciudad-, los homicidas responderían a los nombres de Lino Portillo, Jorge Quintero Ontiveros y Feliciano y Romualdo Quintero Carrizosa.

Todos ellos son habitantes de la comunidad Copaco, sindicatura de San Lorenzo, donde este año y a finales del 2000 han ocurrido hechos violentos relacionados con el narcotráfico.

En tanto, agentes de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Culiacán localizaron una camioneta verde, modelo 1979, presuntamente utilizada por los sicarios para huir una vez que asesinaron a las 12 personas en El Limoncito de Alayá, municipio de Cosalá. Al parecer la unidad -propiedad de Francisco Amilpa Hernández, quien resultó herido de bala- presenta restos de sangre.

El gobernador Juan Sigfrido Millán Lizárraga dijo a su vez que el origen de los problemas que afectan a Sinaloa está en el narcotráfico, por lo que es necesario triplicar el número de bases operativas mixtas con una mayor presencia de elementos del Ejército, lo que ya fue solicitado ante la Secretaría de la Defensa Nacional.

"En Sinaloa operan en estos momentos cinco bases de estas características y para tener un control más eficaz requerimos triplicar ese número para cubrir los puntos del conflicto en la zona serrana", dijo, en un comunicado enviado a los medios desde Madrid, España, donde realiza una gira de promoción de inversiones.

Llegaron buscando a Javier
Torres: Salgado Cordero

El comandante de la tercera Región Militar, general Enrique Tomás Salgado Cordero, descartó que hayan sido militares los asesinos de 12 personas en El Limoncito de Alayá y aseguró que fue un ajuste de cuentas entre narcotraficantes, ya que los occisos se dedicaban al cultivo de mariguana.

"Estas gentes no tienen más de qué vivir en este lugar, donde hemos visto sólo dos pequeños plantíos de frijol", dijo, luego de recorrer el poblado, donde encabeza un operativo de vigilancia y búsqueda de los homicidas que el miércoles acabaron con la vida de 12 pobladores, entre ellos dos niños de 13 años de edad.

Señaló que el maestro de la escuela del lugar dijo conocer las armas y vestimentas propias de la milicia y que no eran las que portaban los sicarios, como tampoco su corte de cabello, y que sólo tres de aproximadamente 15 homicidas llevaban el rostro cubierto con pasamontañas, por lo que la afirmación vertida por las viudas es falsa.

Salgado Cordero indicó que según lo que le informaron sus oficiales, los sicarios llegaron buscando a un tal Javier Torres. Entonces subieron a una camioneta a varios de los pobladores, para presionarlos a decir su paradero, pero uno de ellos se bajó y pretendió huir. Ante tales hechos, los sicarios le dieron muerte y asesinaron al resto de personas para no dejar testigos.

Salgado Cordero dijo que platicó con el padre de dos de las víctimas, quien reconoció que sus hijos, así como el comisario y varios de los vecinos, se dedicaban al cultivo de mariguana.

El general precisó que la forma de matar, así como el modo de operar de los asesinos, son característicos de los ajustes de cuentas entre narcos y puso de ejemplo lo sucedido en el poblado Las Negras, municipio de Rosario, donde siete presuntos jornaleros fueron asesinados por estos mismos motivos en mayo del año pasado.

Salgado Cordero visitó el rancho de donde fueron sacadas las primeras personas por los sicarios; en el lugar fueron encontrados siete casquillos percutidos de calibre .223 para rifle AR-15. En el lugar se encontró escondida entre unos costales de maíz la fotografía de un hombre del que se presume pudiera ser la persona que llegaron buscando los asesinos.

La vivienda, según el militar, no corresponde a las características de las del poblado, pues es más lujosa, con servicios que el resto de la población no tiene y el material de construcción empleado requirió de una inversión de dinero mayor.

"Digan al procurador sobre la necesidad de que la (Policía) Ministerial amplíe la investigación a este lugar de El Cajoncito, que platiquen con el papá de dos de los muertos, Gabriel Beltrán, ya que se pueden encontrar muchos indicios para esclarecer esto", señaló Salgado, mientras hablaba por teléfono presuntamente con algún funcionario de la procuraduría estatal.

Asesinan en Sonora a un sinaloense

Una persona fue ejecutada este viernes al arribar a un gimnasio en una área residencial de Hermosillo, Sonora, en lo que se presume fue un ajuste de cuentas del narcotráfico.

El director de servicios periciales de la Procuraduría General de Justicia de Sonora, Noé Muñoz, informó que Ricardo Enrique Jiménez Astorga, originario de Sinaloa, recibió tres impactos de bala de AK-47, cuando se disponía a descender del automóvil en que viajaba y fue sorprendido por dos sujetos que iban en otro vehículo. (Con información de Cristóbal García)