VIERNES Ť 16 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Líderes de los principales cárteles fraguan unión; los Arellano Félix, ausentes
Versión de cónclave de narcos en Apodaca para poner término a 13 años de guerra sangrienta
Ť Habrían acordado integrar fondo común para el pago de sobornos a altos funcionarios
Ť Al encuentro acudieron dos hombres vestidos de militar y con insignias de "generales"
AP
Mexico, 15 de febrero. Los líderes de los más poderosos grupos de narcotraficantes de México se reunieron en la ciudad norteña de Apodaca para poner fin a 13 años de guerra sangrienta y unir sus fuerzas.
Llegaron sin armas, y con grupos reducidos de guardaespaldas y se sentaron durante tres días, a partir del 26 de enero, a diseñar una nueva estrategia, según un hombre que estuvo presente en la reunión.
"Estamos unidos para dar un nuevo rostro al consorcio empresarial, lo que nos llevará a la cima", dijo uno de los participantes, según la fuente, que insistió en el anonimato.
Los grupos intercambiaron información sobre cuánta mercancía están haciendo circular y hacia dónde, y a cuánto ascienden sus pérdidas, agregó la fuente. Dijo que compartieron contactos, informantes y nombres de funcionarios corruptos.
Al final, acordaron formar un fondo único para sobornos a altos funcionarios, con el fin de reducir el dispendio y convinieron en formar una estrategia común para la venta de drogas en territorio mexicano, así como para la exportación a Estados Unidos, de acuerdo con el informante.
El relato sobre la nueva unificación de los narcotraficantes es apoyado por fuentes judiciales y expertos que estudian el contrabando de drogas, y otras cercanas a las organizaciones criminales. Por supuesto piden que se mantenga anónima su identidad por temor a represalias.
La lista de participantes en esta "convención ejecutiva" incluye a la crema y nata del narcotráfico mexicano: Vicente Carrillo Leyva y Rodolfo Carrillo Fuentes, herederos del cártel del Golfo; Jaime González, representante del cártel del Golfo; Ignacio Coronel, líder del grupo de Colima; y representantes de Joaquín El Chapo Guzmán, el líder del cártel de Sinaloa, quien recientemente escapó de una prisión de máxima seguridad.
También estuvo presente el más veterano de los capos de la droga, Juan Esparragosa Moreno -conocido como El Azul-, quien asistió con sombrero de vaquero; Esteban Ismael El Mayo Zambada, representando al cártel de Sinaloa y Fausto Damian, quien representó a contrabandistas del sureño estado de Chiapas.
Había dos hombres vestidos de militares, con estrellas de generales. Los demás se referían a ellos como "representantes de la procuraduría general". Además había un grupo de asesores colombianos.
Sólo estuvieron ausentes los hermanos Arellano Félix, del cártel de Tijuana.
Desde la desaparición de los principales grupos colombianos, las operaciones en aquel país se han fragmentado dando origen a pequeños grupos bien coordinados que unen sus fuerzas para hacer más sofisticadas sus operaciones financieras, según analistas de esa nación.
Su éxito ha motivado que los mexicanos los imiten.