MARTES Ť 6 Ť FEBRERO Ť 2001

Elena Poniatowska

Inesperada ofensa de Radio Centro a MaríaVictoria Llamas

Hace un año, el 7 de octubre, María Victoria Llamas reunió a sus amigas con motivo de su cumpleaños número 60. Estipuló que tenían que ser 60 mujeres (no necesariamente sesentonas). Fuimos Carmen Boullosa, Marta Zamora, Tere Pomar, Beatriz Barros, Lourdes Almeida, Estela Ruiz Milán (madre de Juan Villoro) y muchas españolas aguerridas, laicas, cuya franqueza apabulla porque con ellas siempre sabe uno a qué atenerse; la más fascinante, Dorita Pascual, de 94 años, delgada y erguida como una espada, quien vino a México como maestra en 1937 acompañando a los niños de Morelia.

La trayectoria de María Victoria Llamas dentro del periodismo y la televisión es larga y venturosa. Su preparación, su generosidad y su nobleza están a la vista. Su respeto por la justicia social es un reflejo de su absoluta congruencia política. En el Canal 13, de 1991 a fines de 1993, hizo un programa tipo talk show en el que se trataron los temas más peliagudos y candentes. Nada tenía que ver su programa con los actuales talk shows, en los que patéticas figuras se desgreñan contándonos a moco tendido que su mamá tiene cuatro amantes y ellas mismas sostienen relaciones sexuales con su abuelito o con un canguro. Con gran conocimiento de causa y muchísimas tablas, María Victoria, quien además es una mujer muy culta, trataba temas como el de las sexoservidoras, las madres adolescentes y solteras y sobre todo la pena de muerte, contra la que se ha manifestado siempre. También abordó el problema de la central nuclear de Laguna Verde, la farsa y el mal uso de la siquiatría, la ecología, la despenalización del aborto, la violación y sus secuelas sicológicas, así como la homosexualidad. "Mamá, papá, soy gay". Invitaba a muchachos de diversas escuelas a hablar de sida y sexualidad, sus temores en cuanto a su futuro, orientación vocacional y problemas dentro de la familia.

Iniciado en agosto de 1995, María Victoria nunca dejó de transmitir su Llamas en la Radio a pesar de que hace tres años le diagnosticaron hepatitis C y tuvo que guardar varios meses de cama. María Victoria se las arregló para coordinar la producción del programa, escoger los temas y la música e incluso entrevistar a grandes personalidades desde su casa. En febrero de 1996 publicó en Plaza y Janés El hogar en tiempo de crisis, basado en la experiencia de mujeres españolas que durante la guerra civil aprendieron a conservar el agua, economizar víveres, sacar el mayor provecho de lo poco que tenían y sobre todo enfrentar la vida cotidiana como lo enfrentan las españolas, con una gallardía sólo equiparable al de su compromiso político.

En 1998 publicó, también en Plaza y Janés, otro libro esencial: Crónica de liberación, sobre Claudia Rodríguez, la mujer que le disparó a un acompañante que intentaba abusar de ella y cuya liberación es hoy por hoy uno de los grandes triunfos del feminismo mexicano.

Alojado en Radio Red, estación del Grupo Radio Centro, desde un principio el programa Llamas en la radio logró una muy buena audiencia. Los radioescuchas llamaban constantemente y participaban con sus comentarios y preguntas.

Marivi muy pronto se integró a los hogares, en donde era escuchada a la hora de comer, no sólo porque hablaba con lucidez y en un excelente castellano (cosa de agradecer) sino por los temas que la radio no trata con frecuencia como la censura, el derecho a la información o la entrevista a los zapatistas que vinieron desde Chiapas acompañados por el folklorista René Villanueva a dar conmovedores testimonios sobre su vida y la caminata de horas y horas que los trajo a México. Tal parece que estos comentarios no fueron del agrado de Radio Centro.

Después de lograr mil 400 transmisiones durante cinco años y seis meses. con una demanda cada vez mayor, al salir de su programa le avisaron a María Victoria que ese era el último Llamas en la radio.

El día que terminó el programa, un radioescucha declaró que estaría en huelga de oídos caídos de 3:15 a 4:00. Las cartas de protesta fueron numerosas y una Llamas escucha protesta enérgicamente contra quien resulte responsable de este atentado a los oyentes. Llamadas desde lugares tan distantes como Nuevo León, Pachuca, Hidalgo, Puebla, Jalisco, Veracruz, sin contar las del estado de México, hicieron pública su indignada protesta. "ƑCómo es posible que cometan el grave error de quitar este programa? Es uno de los mejores en Radio Red, donde nos han dado educación, cultura, calidez, todo". "Sus reflexiones me son imprescindibles", escribe un universitario. Madres de familia se manifestaron "tristes, enojadas y desconcertadas" porque lo que le deben a María Victoria "no tienen con qué pagarlo". Otro propuso un plantón en Constituyentes y otro advirtió: "Para mí, Radio Red está muerto".

ƑSerá que María Victoria Llamas incendiaba la radio o como la llamó uno de los zapatistas al darle las gracias, la señora "Fuego" era un peligro? ƑEs así como se le paga a una comunicadora de altura comprometida con la defensa de los derechos humanos?