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En Argentina se autoriza "inducir
el parto" de un feto sin cerebro
La Corte Suprema de Justicia de Buenos Aires,
Argentina, autorizó inducir el parto de Silvia, una mujer de
35 años que contaba con siete meses de embarazo de un feto que
no tenía cerebro (anencefalia).
Con el fallo, explicó el juez Julio Mayer "se busca evitar
el nacimiento de un feto científicamente sin vida, enteramente
desprovisto de cerebro e incapaz de existir por sí mismo".
La medida fue aprobada de forma urgente; recibió cuatro votos
a favor y uno en contra. Las reacciones negativas a esta determinación
se presentaron por parte del Asesor de Menores Incapaces de Buenos Aires,
Pedro Cabiche, quien intentó impedir la intervención médica
al interponer un recurso extraordinario ante el tribunal -mismo que
no surtió efecto- y alegó que con esa autorización
cualquier mujer que manifieste "tener un problema emocional va
a poder hacer lo que quiera con el feto" y aseguró que esto
es un aborto encubierto. El derecho de la criatura es llegar a una etapa
de gestación normal, consideró.
Por su parte, quienes aceptaron que se anticipara el alumbramiento en
la Corte, refutaron las declaraciones de Cabiche, al señalar
que el fallo representa una reivindicación del derecho a la vida
desde la concepción, como lo establece la legislación
argentina y aseguraron que este caso no tiene nada que ver con un aborto
porque el niño no tiene posibilidades de vida.
De acuerdo con información del diario argentino El Clarín,
el pequeño murió de un paro cardiorespiratorio una hora
después de haber nacido, tal como lo habían pronosticado
los médicos.
Silvia y su esposo tienen una hija de 12 años, son una familia
humilde que fabrica carteras. Desde hace 10 años querían
tener otro hijo y a pesar de este problema, Silvia asegura que estará
dispuesta a intentarlo de nuevo.
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