MIERCOLES Ť 31 Ť ENERO Ť 2001

Ť Poesía, teatro y prosa se incluyen en el libro editado por el FCE

Renato Leduc, obra literaria, pone en orden trabajos publicados e inéditos del escritor

Ť El prólogo es de Carlos Monsiváis y la selección de textos de Edith Negrín

leduc-3Iconoclasta, comelón cuando el colesterol no existía, bebedor cuando el alcohol estaba en la lista de los mejores amigos, fumador cuando era posible fumar sin ser visto como sospechoso de un complot contra la salud nacional, Renato Leduc dejó una amplísima obra de poemas, teatro y prosa. Hoy el Fondo de Cultura Económica la recoge en Renato Leduc, obra literaria, que viene al mundo a fin de poner en orden el trabajo publicado (y alguno inédito) del autor, con prólogo de Carlos Monsiváis y selección e introducción de Edith Negrín.

El volumen contiene los apartados El aula (1929), Unos cuantos sonetos que su autor, Renato Leduc, tiene el gusto de dedicar a las amigas y amigos que adentro se verá (1932), Algunos poemas deliberadamente románticos y un prólogo en cierto modo innecesario (1933), Breve glosa al Libro de buen amor (1939), Desde París (1940-1942), XV fabulillas de animales, niños y espantos (1957), Catorce poemas burocráticos y un corrido reaccionario para solaz y esparcimiento de las clases económicamente débiles (1963), Poemas (casi) inéditos, Otros poemas, Prometeo (1934), La Odisea (1940), Euclidiana (1968), Los banquetes, quasi novela (1932), El corsario beige (1949), Historia de lo inmediato (1976), Cuando éramos menos (1989) y Tres artículos. Se trata de un libro necesario, antisolemne, de un México que ''los santos lloran". (CÉSAR GÜEMES)
 
 

La llorona

No enturbies, señora, la luz de tus ojos.

No llores, señora, porque el llanto afea

y el riñón inunda de hirientes abrojos

pues quien mucho llora, muy

escaso mea.

Si fue por tus hijos cesa ya tu llanto.

Si fue por tu amante, con mayor razón...

Llorona, la muerte nunca es para tanto

y hay que hacer de tripas ?dicen?

corazón.

Lágrimas de sangre o de agua alcalina

ni el amor diluyen, ni el amor concitan;

mas en cambio, inflaman de humildad

canina

y el arma corrugan y la córnea irritan...

No llores, Llorona, porque el llanto afea

y quien mucho llora, muy escaso mea.


Himenoclasta

Tú que con sutileza de geómetra

euclidiano

determinaste el radio probable del

placer;

y calculaste, sólo al aplicar la mano,

cuántas pulgadas mide un sexo

de mujer...

Tú que pontificaste con gesto sibarita

en los prolípeos sacros del poliforme

amor;

y a cincuenta doncellas ?palomas

de Afrodita?

mostraste los senderos del más grato

dolor...

Cuando la Ker te ciegue

definitivamente,

trasmútese tu carne en una vid potente;

y que tu lengua seca, ya para siempre

muda,

hoja que cubra el sexo de una virgen

desnuda...
 
 

El guacamayo o la eternidad...

¿Sabes la buena nueva? Los Dioses

ya no existen,

por más que los augures ?ay? en

negarlo insisten.

Alvaro Armando Vasseur

Cuando leí estos versos del poeta

uruguayo

un terror metafísico me sacudió

la mente;

fue como si a los pies me reventara

un rayo

o como si la tierra se hundiera de

repente...

Nunca creí en los dioses muy

fervorosamente.

Su excesiva abundancia les hace

mucho daño,

aunque dan fe y consuelo a mucha gente

pobre

y ayudan al poder a frenar el rebaño...

Era eterno, ya desde hacía muchos años,

el dios omnipotente que honraban

mis mayores

y su muerte causóme enorme

desencanto...

¡Los dioses ya no existen!, clamó el vate

uruguayo...

¿Fue confesión de sabio disipador de

errores...

o afirmación mendaz de un locuaz

guacamayo...?
 
 

El muerto o de la inmortalidad

Cuanto pienso en tu vida esplendorosa

casi no creo que la muerte exista...

pero al fin del camino está la fosa

fatal... ineludible e imprevista.

Grita el muerto: ¿En qué quedamos,

pelona,

me llevas o no me llevas...?

y patas-de-hilo en persona

responde... espérame... no te muevas.

Las muerte es paz y quietud;

Irse del mundo es virtud...

porque el mundo es muy feo.

Vivir mucho es desacierto.

Por eso, una vez muerto

soy cabrón si me meneo...