JUEVES Ť 25 Ť ENERO Ť 2001

Ť Hubo distintos niveles de participación en los homicidios, consideran

Podría ser diferente la sentencia para cada uno de los implicados en el caso Stanley: penalistas

Ť La pena sumaría 208 años de cárcel, de acuerdo con la petición de la PGJDF
 

ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ

A unas horas de que el juez 55 de lo penal, Rafael Santa Ana Solano, dicte sentencia a los seis acusados por el homicidio de Francisco Stanley: Luis Ignacio Amezcua Contreras, Mario Rodríguez Bezares, Erasmo Pérez Garnica, Paola Durante Ochoa, Luis Rosendo Martínez Delgado y Jorge García Escandón, abogados penalistas coinciden en que la decisión del juez podría ser diferente para cada uno de ellos.

Aun cuando advirtieron que sería necesario conocer el expediente para dar una opinión, en función de la información que del caso tienen a través de los medios de comunicación, consideraron que la sentencia no podría ser la misma para todos, pues existieron diferentes niveles de participación de los acusados y será el juez quien deberá determinar qué castigo les corresponde.

En las conclusiones del proceso que la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal entregó al juez el pasado 16 de octubre, acusó a los implicados de seis ilícitos y pidió la aplicación en todos los casos de la pena máxima.

Por el de homicidio calificado con las agravantes de premeditación, alevosía, ventaja y traición en contra de Francisco Stanley Albaitero, 50 años de prisión, e igual número de años por el homicidio calificado con la agravante de ventaja en contra del empleado de la compañía de seguros Juan Manuel de Jesús Núñez.

Por las lesiones calificadas a Lourdes Hernández Gómez, esposa de De Jesús Núñez, la PGJDF pidió tres años de cárcel, mientras que por cada una de las tentativas de homicidio calificado con el agravante de ventaja en contra del periodista Jorge Gil González, el escolta Enrique Gabriel Tamayo Martínez y el acomodador de autos Pablo Hernández Pérez, otros 35 años por cada uno.

Así, la pena que podrían alcanzar de acuerdo con lo que solicitó la Procuraduría capitalina, es de hasta 208 años de cárcel.

En opinión del abogado Alfonso del Castillo, quien defendió al ex director del Inmecafé, Fausto Cantú Peña, acusado del delito de peculado, consideró que en este caso la Procuraduría capitalina realizó un buen trabajo, pero el asunto se politizó y el ex procurador Samuel del Villar fue muy atacado por los partidos
políticos.

En todo caso, explicó, las acusaciones se apoyan en las investigaciones que realizó el Ministerio Público, las cuales sirvieron al juez para iniciar el proceso, aunque advirtió que sería necesario conocer el expediente para poder ofrecer un punto de vista jurídico del caso.

Para el abogado Pedro Raúl Suárez, quien fue uno de los defensores de los estudiantes paristas de la UNAM, la sentencia no puede ser pareja para todos puesto que la participación es diferente: "si bien a todos se les acusa de los mismos delitos, el juez debe determinar la participación de cada uno de ellos; por ejemplo, en mi punto de vista, por la intervención que tuvieron el chofer y el asistente no hay completamente definida una implicación en los hechos y en su caso podrían salir libres".

Pero el hecho de que estén acusados por los mismos delitos no quiere decir que la sentencia tenga que ser igual para todos ellos, explicó, y si uno es absuelto no necesariamente el juez tiene que absolver a los demás.


 
En menos de 7 minutos se consumó el crimen
 
Según la cronología de los hechos que elaboró la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, en la reconstrucción de lo ocurrido el 7 de junio de 1999 frente al restaurante El Charco de las Ranas, los homicidios del comediante Francisco Stanley y del empleado de la empresa de seguros Juan Manuel de Jesús Núñez, se consumaron en poco menos de siete minutos.

A las 11:50 de la mañana con 49 segundos, Jorge García Escandón recibió una llamada en el teléfono celular de Stanley, unos segundos después de que los empleados del restaurante cerraron la comanda de las dos mesas que ocuparon, y en el mismo instante en que el comediante pidió la cuenta.

11:50:55: García Escandón entregó a su jefe, quien se dirigió al sanitario, el teléfono. 11:51:29: Llegó Stanley al sanitario junto con Mario Rodríguez Bezares. 11:55:26 Francisco Stanley salió del baño y se dirigió a lavarse las manos. 11:55:51. Después de lavarse, se seca con un papel, lo tira al cesto y se dirige a la mesa. 11:56:04. Al llegar a la mesa, Stanley recoge el cambio y se aproxima a la barra de acceso al restaurante. 11:56:18. Stanley recoge algunos dulces de la barra y avanza hacia el vestíbulo. Stanley y Jorge Gil recorren el vestíbulo, descienden la escalera y se dirigen a la camioneta.

Una vez fuera del restaurante, a las 11:56:30 Stanley y Gil abordan la camioneta, donde ya se encuentra instalado Jorge García Escandón. El escolta, Enrique Tamayo, le cierra la puerta a su jefe mientras los agresores se encuentran a la mitad del puente, con dirección de poniente a oriente.

11:56:35. Stanley, Gil y García Escandón se encuentran dentro de la camioneta Ford Lincoln, la cual está detenida, con el aire acondicionado encendido. Los agresores se ubican en el extremo oriente del puente.

11:56:40. Enrique Tamayo recibe las llaves de José Luis Rosendo, quien se las arroja desde el vestíbulo del Charco de las Ranas. Los agresores se encuentran en la base del puente, del lado oriente, y se desplazan por los escalones. 11:56:45. Los agresores cruzan corriendo la lateral del Periférico y al llegar a la banqueta caminan a paso acelerado.

11:56:50. El agresor uno hace contacto físico con el valet parking, Pablo Hernández Pérez. El recorrido desde la lateral de la avenida al punto del crimen les lleva apenas 10 segundos. 11:56:55. José Luis Rosendo observa al agresor uno, quien se encuentra en ese instante en la parte posterior derecha de la camioneta, al nivel de la defensa. El conductor, Jorge García Escandón, tiene a su vez en el campo visual al mismo sujeto, al que observa a través del espejo lateral derecho del vehículo.

En tanto, el agresor uno hace el recorrido desde la parte posterior derecha de la camioneta hasta ubicarse a nivel de la puerta delantera derecha, lo que realiza en un lapso de cinco segundos. 11:57:00. El agresor uno apunta con su arma y comienza a disparar contra la camioneta. 11:57:04. El agresor uno acciona el arma en cuatro ocasiones contra Francisco Stanley, mismas que hace blanco. 11:57:05. El agresor gira y da un paso hacia Jorge Gil, contra quien realiza seis disparos más, haciendo blanco en dos ocasiones. 11:57:10. José Luis Rosendo Martínez se tira al piso y se oculta. Mario Rodríguez Bezares continúa en el baño.

Durante este tiempo, el segundo agresor, al momento en que el primero realizó los 10 disparos, se ubicó en la zona norte del estacionamiento del Charco de las Ranas adoptando una posición de cobertura a su cómplice. Cuando éste se desplaza sobre la acera con dirección al sur, donde se encuentran dos vehículos, un Topaz y una Voyager, el otro realiza siete disparos, los dos primeros impactaron en el muro del estacionamiento, el tercero dio en el automóvil Topaz y lesionó a la esposa de De Jesús Núñez.

El cuarto disparo se efectuó contra una moldura del vehículo Topaz, otro a la defensa del mismo vehículo y los dos últimos contra el muro del estacionamiento. En el momento en que el segundo agresor ha realizado los dos primeros disparos, el agresor que disparó contra Stanley acciona su arma y lesiona de muerte a Juan Manuel de Jesús Núñez.

Los dos sujetos realizan algunos disparos más hasta que dos policías, desde la vía de acceso al restaurante repelen la agresión hiriendo al agresor dos, momento en que un tercer sujeto desde el puente peatonal comienza también a disparar para franquear la huida a los otros dos. ANGEL BOLAÑOS