MIERCOLES Ť 10 Ť ENERO Ť 2001

Ť Acéfalas, tres subsecretarías; el oficial mayor murió y Bazdresch aguarda sustituto

Inmovilismo en áreas fundamentales de la SEP, a cuarenta días de la asunción foxista

Ť Nulas señales de las estrategias para este año, como el programa de "escuelas de calidad"

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

A un mes y diez días del cambio de gobierno priva la incertidumbre en la Secretaría de Educación Pública. Tres subsecretarías están acéfalas y no hay oficial mayor, luego del fallecimiento el lunes pasado de Francisco Bahamonde, quien ocupaba el cargo desde la administración zedillista, mientras que el director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Carlos Bazdresch sigue a la espera de su sustituto.

En los círculos educativos hay preocupación por el "inmovilismo" en la dependencia, sobre todo porque hay áreas fundamentales del sector que no operan, lo hacen a medias, con proyectos pospuestos y pautas del gobierno pasado.

En tanto, el secretario de Educación Pública, Reyes Tamez Guerra, ha sostenido reuniones con los responsables de diversas áreas del sector educativo para definir el perfil de sus colabodores, pero aún no se ha entrevistado oficialmente con actores importantes como el Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

Hasta ahora, la única designación es la del subsecretario de Educación Superior e Investigación Científica, Julio Rubio Oca, ya que el subsecretario de Planeación y Coordinación, Carlos Mancera Corcuera, se mantiene en funciones, pero posiblemente hasta marzo o abril, en tanto se nombra el nuevo responsable.

El panorama empeoró el lunes pasado con el fallecimiento a causa de un paro cardiaco de Francisco Bahamonde, oficial mayor desde la gestión anterior y que seguía en funciones.

La Subsecretaría de Educación Básica y Normal, de la que estaba a cargo Olac Fuentes Molinar, carece de titular, por lo que funciona con proyectos heredados de la administración anterior y sin señales de la implementación de las nuevas estrategias contempladas en el presupuesto de este año, tales como el programa de "escuelas de calidad", y el proyecto para equipar con nuevas tecnológicas a primarias y secundarias.

Como posible titular de la subsecretaría de Educación Básica, se menciona a la investigadora y ex asesora de la SEP, Sylvia Shmelkes; a la ex directora de la Fundación SNTE, María de Ibarrola, y a la rectora de la Universidad Pedagógica Nacional, Sylvia Ortega Salazar.

Mientras tanto, el futuro de la subsecretaría de Educación e Investigación Tecnológica no está claro, pues existe el proyecto de integrarla a otras áreas. Por otra parte, se prevé la creación de una subsecretaría de Educación Media Superior, cuya titularidad se disputan el director del Conalep, Antonio Argüelles y el del Colegio de Bachilleres, Jorge González Teyssier. Sin embargo, se da por hecho la llegada de Argüelles, debido a su cercanía al presidente del Consejo Nacional de la Educación para la Vida y el Trabajo, Rafael Rangel Sostmann.

El nombramiento del subsecretario de Servicios Educativos en el Distrito Federal -cargo que tenía Benjamín González Roaro, actual director del ISSSTE- se ha dificultado. Colaboradores del jefe de Gobierno del DF, Andrés Manuel López Obrador, insisten en que es importante considerar la opinión del perredista ante el eventual inicio de negociaciones para el traspaso de los servicios educativos a la administración capitalina.

Guerra en la comunidad científica

La designación del director del Conacyt se complicó, lo que desató una guerra entre los distintos grupos de la comunidad científica por ocupar el cargo. La pugna se desató cuando la ex diputada del PAN, María del Carmen Díaz, coordinadora del área en el equipo de transición, quedó fuera de los nombramientos, no obstante que durante tres meses sonó como segura sucesora de Carlos Bazdresch, aunque hasta ese momento no había recibido apoyo de los científicos.

El problema, se comenta en el ámbito de la ciencia y la tecnología, es que con el paso del tiempo aparecen más candidatos y los jaloneos internos son más evidentes, sobre todo con la aparición de aspirantes que tomaron fuerza a partir de la incorporación al equipo foxista del ex rector de la UNAM José Sarukhán Kermez, considerado cabeza del grupo de científicos de las áreas duras.

Además de Salvador Malo, quien fuera secretario Administrativo y General durante la rectoría de Sarukhán, otros personajes han sonado para hacerse cargo del Conacyt. Se habla del director del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados (Cinvestav), Adolfo Martínez Palomo, del ex director del Sistema SEP-Conacyt, Alfonso Serrano Pérez Grovas, del ex presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, Francisco Bolivar Zapata, y del coordinador de Investigación del IPN, Feliciano Sánchez Sinencio.

La incertidumbre es tal que nombramientos de menor rango pero de importancia operativa no están listos, como sucede con el del director de Comunicación Social. Ayer se comentaba que en cuestión de horas este sería presentado y sonó con insistencia el nombre de Rocío Ortega, quien fuera corresponsal de un periódico de Nuevo León y que la semana pasada asistió a la reunión que la vocera presidencial, Martha Sahagún, sostuvo en Los Pinos con los titulares de comunicación social de todas las dependencias gubernamentales.