MIERCOLES Ť 10 Ť ENERO Ť 2001
Ť Ofrece respeto a la autonomía del STPRM, pero también le exige tolerancia
La petroquímica no se abrirá ciento por ciento a la inversión privada, rectifica Vicente Fox
Ť Modernizar Pemex conviene a todos; indispensable, liberarla de la carga burocrática, dice
ROBERTO GARDUÑO Y JUAN MANUEL VENEGAS
El presidente Vicente Fox Quesada dio marcha atrás a su ofrecimiento de abrir la industria petroquímica secundaria ciento por ciento a la inversión privada.
Antes de asumir el poder, Fox prometió a empresarios europeos y estadunidenses la apertura total en ese sector. Ayer cambió su postura y asumió como un privilegio el control gubernamental de esa industria. En una comida con los reporteros de la fuente presidencial, adujo que la participación de la inversión extranjera se considera en la ley y eso no implica desventajas para la administración federal:
-ƑUsted prometió que se abriría en ciento por ciento?
-No, no estamos buscando eso. En realidad, para el inversionista -en este caso para el Estado- lo que cuenta es tener la mayoría, lo cual da el privilegio de tomar las decisiones y de conducir la empresa.
Antes de su reunión con los periodistas, el presidente acudió al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) y no abordó el tema de la petroquímica secundaria, a pesar del reclamo de Carlos Romero Deschamps, quien dijo que 49 por ciento de participación privada en ese sector "fue un remedio ineficaz, pues sumió a la industria en un atraso tecnológico".
Del mutis presidencial sobre el tema en el STPRM, Vicente Fox pasó horas más tarde a la explicación ante la prensa. Aludió las ventajas que tiene el Estado en esa industria y aplacó los cuestionamientos sindicales:
"La petroquímica secundaria está abierta por ley con una cláusula donde 51 por ciento de la inversión tenía que ser oficial y 49 por ciento privada. Esa cláusula es de recomendación; no es de aplicación legal y obligatoria. Entonces, hay la oportunidad de inversión privada en la petroquímica secundaria: es como está en la ley en este momento".
Y es que esa participación del sector privado no ha resultado en beneficios para Pemex y por añadidura en la sociedad. No se ha presentado la inversión suficiente para reactivar las plantas productoras, que de por sí son obsoletas y han dejado en el desempleo a miles de trabajadores, explicó.
"La nueva directiva de Pemex va a estudiar este asunto y no estaríamos en posibilidades de invertir en este momento, no hay los recursos suficientes de parte del Estado. Y sí vamos a buscar la promoción de la inversión privada o el día que tengamos recursos, ver si es conveniente invertirlos en esas plantas. Cualquiera de las dos opciones".
No hay que temer al cambio
Al mediodía, Vicente Fox llegó a la STPRM y la bienvenida fue estruendosa. En la calle, las fuerzas vivas: los perforadores de pozos, los trabajadores de intendencia, y mantenimiento los recibieron con porras y coros. šBotas, botas, botas....Chente, Chente, Chente...hoy, hoy, hoy!
Y en el auditorio Eduardo Soto -en la sede del sindicato petrolero- los delegados y mandos medios de la paraestatal, todos muy trajeados, rindieron un aplauso que duró más de dos minutos. Y de paso, las porras al viejo estilo priísta,
para su líder Carlos Romero.
En ese sitio el Presidente reconoció las aportaciones fiscales de Pemex para el desarrollo del país. También prometió respeto a la autonomía del sindicato, lo que le valió otra de las repetidas ovaciones que se dieron en el auditorio, aunque también le demandó democracia, respeto y tolerancia:
"La democracia implica también el disenso, y la única manera democrática respetable que tenemos para resolver nuestras diferencias es la vía del diálogo, la tolerancia y el respeto a la opinión de los demás. Nadie puede imponer su punto de vista por la vía de la violencia en contra de la razón y del derecho".
De nueva cuenta se comprometió a que el petróleo seguirá en manos de los mexicanos, y solicitó el compromiso de los trabajadores para modernizar Pemex a través de la eficiencia para que afiance sus carácter estratégico; promover la dignidad de los trabajadores, y readecuar la infraestructura para producir más.
"Vamos a adecuar las condiciones fiscales que han impedido que la empresa tenga los recursos suficientes para su modernización, para impulsar su productividad.
"Nos es indispensable el liberar a la empresa de la carga burocrática, de la pesada carga de tomar decisiones dentro de su propio seno. Vamos a avanzar para que la empresa y los trabajadores sean quienes conduzcan el camino al crecimiento y al desarrollo. No hay que temer a los cambios. Modernizar técnica y administrativamente a Pemex nos conviene a todos".
Carlos Romero Deschamps, quien se mostraba complacido por las muestras de apoyo de los empleados seleccionados para asistir a la reunión, emitió un no rotundo a la posibilidad de privatizar Pemex:
"La realidad nos muestra que poner una institución de la trascendencia de Pemex en manos privadas, sería apostar nuestro futuro como nación al inmediato objetivo del interés mercantil".
Una de las soluciones que Romero propuso para hacer de la paraestatal un ente autofinanciable es la reducción de sus aportaciones al fisco: "si se le libera de tanto impuesto podrá invertir más, crecer más y generar más impuestos".
Por la noche el presidente Fox visitó la Secretaría de Hacienda, ahí se reunió con trabajadores y funcionarios de la dependencia. Con su habitual estilo reconoció:
"Sé que muchos llevan tiempo en el servicio público; sé que otros somos más novatones y apenas estamos aprendiendo este oficio, pero cuando hay voluntad y cuando realmente se tiene buenas intenciones, es muy lejos donde podemos llegar".
Pidió honestidad y transparencia, incluso se puso a sus órdenes, "Soy su compañero de trabajo. Pueden incluso llamarme por teléfono cuando tengan un asunto que tratar. Si en mis manos está haré hasta lo imposible por resolver ese problema".