FUSILERIAS
Alfredo C. Villeda
El periodista tiene una montaña de archivos sobre
Idi Amin Dada, ese Nerón de Uganda; de Bokassa, personaje napoleónico
en kepí de brigadier. Pero sabe que eso no es verdaderamente importante
en Africa, ese vasto continente para ser descrito, océano, planeta
aparte, cosmos heterogéneo y de inmensa riqueza.
ES NECESARIO, entonces, hacer una suerte de incursión,
y el polaco Ryszard Kapuscinski se lanza a sus ''aventuras africanas",
de este a oeste, de Nairobi a Kampala, para intentar recontar el continente
negro, ese gran ''país" de errantes que quedará atrapado
en Ebano, el más reciente libro del periodista.
EN LAGOS, la capital nigeriana, existe un barrio residencial en el que se instalan los europeos, Kapuscinski renta un estudio a la mitad de esa villa. Pero hay algunas cosas que deben comprenderse en ese lugar: si a uno le roban la suerte, es para hacerle patente su utilidad. El robo es una forma de bienvenida, y protegerse llamando a la policía es un error que no debe cometerse, porque la brujería hará el resto. En diez páginas, el periodista expone una lección de etnología urbana.
CAMINO A Zanzíbar, donde hay un golpe de Estado, el escritor se entera de que ya está en pleno la insurrección en Tanganyika, y va de nuevo un periplo rocambolesco que terminará en el Sahara, donde de pronto la noción de territorio no tiene sentido alguno. El vehículo no funciona y el sol va tomando altura. Pocos tienen idea del calor que azotará dentro de una hora. El autor piensa que va a morir tranquilamente ahí, con la nariz sobre la arena, al alcance de una cobra.
Y ENTONCES la noción de ''vivir" está ahí, porque Africa es un lugar en el que se aprende esta extraña cosa, tan rara en los demás continentes, en donde sólo se respira por un cuidado dietético, escribe el periodista, que decide sumergirse en ese planeta, Magreb abajo, después de la triste historia de poblaciones para las que la independencia, luego de los años cincuenta, tenía el rostro de la tierra prometida ajena al colonialismo.
MICHEL CREPU, de L'Expresso International, ofreció un adelanto en noviembre de 2000 de esta obra del maestro polaco.