Lunes en la Ciencia, 11 de septiembre del 2000



El neutrino tau

Jaime Besprosvany

Recientemente se ha confirmado la existencia de la partícula neutrino tau. Esto, después del análisis de las mediciones de experimentos realizados en 1997 por una colaboración internacional en el acelerador Fermilab, en Illinois, EU. Para los físicos, la seguridad de haberla "visto" se basa en la observación de los rastros dejados en un material por partículas "hermanas" tau producidas por los neutrinos tau. Estos últimos provenían de un haz de partículas creado en otro aparato y filtrado a través de otro material absorbente, proceso del cual sólo éstos sobreviven y que permite así limpiar la señal.

portada Aunque la existencia del neutrino tau era supuesta por todos, el científico no se da por satisfecho hasta no tener consigo una prueba experimental. Con su detección se completa un sinuoso camino de investigación recorrido a lo largo del siglo XX sobre los constituyentes elementales, y que culmina en el Modelo Estándar; así, se rellena el último nicho faltante del modelo para las partículas que forman la materia. En el universo hay materia y radiación (como la luz). La radiación es responsable de las interacciones entre las partículas de la materia y se conocen cuatro clases de interacciones o fuerzas: gravitacional, electromagnética, débil y fuerte. Las partículas de la materia aparecen en dos tipos: los leptones y los quarks. Los primeros difieren de los segundos en que no "sienten" la interacción fuerte, que sólo actúa entre el protón y el neutrón (y afines), formados por los quarks. Hay tres generaciones en cada tipo y los leptones constan de las partículas: electrón, muón y tau, con carga, y cada una con su respectivo "hermano" neutrino, de carga neutra. Es precisamente el neutrino del tau el que ha sido detectado en Fermilab y es la exclusiva producción de taus en el experimento lo que lo distingue de los demás neutrinos. Asimismo, existen seis quarks, un par en cada generación. El último en descubrirse fue el top en 1994, aunque los quarks no han sido ni pueden ser vistos en aislamiento.

El neutrino es una partícula extraña. Es tan conspicua como elusiva, pues en un segundo una infinidad de neutrinos atraviesan nuestro cuerpo, pero con una probabilidad ínfima de que interactúen y así se manifiesten, dado que por su ausencia de carga sólo interactúan mediante la fuerza débil. Aunque al estudiarlos somos como ciegos intuyendo sus propiedades a partir de sus indicios, se conoce bastante acerca de ellos. Un gran flujo proviene del sol, donde los neutrinos son creados por emisión beta (ver abajo) en medio de reacciones en que los núcleos interaccionan y se fusionan sucesivamente en una cadena que provee de energía al sol, otro de cuyos efectos es la luz solar. Se supone también que el espacio rebosa en neutrinos remanentes de la sopa caliente que formó al universo y, no obstante su gran número, su baja energía los hace todavía indetectables.

El neutrino comenzó como partícula hipotética. Al principio del siglo XX fenómenos como la radiactividad -la emisión espontánea de partículas por el núcleo- minaban los supuestos clásicos y abrían nuevas áreas a la investigación. En la emisión beta, cuya responsable es la interacción débil, un núcleo incrementa en una unidad su carga positiva y emite un electrón, de carga negativa. El análisis de la energía y del momento de la reacción implicaba que, en la transformación del núcleo original en dos cuerpos, había una pérdida de energía y momento. ƑHabría que renunciar a las leyes de conservación del momento y la energía? En 1930 el físico austriaco Pauli fue, en efecto, conservador y propuso que una tercera partícula -neutra para conservar la carga y luego bautizada como neutrino- debería llevarse el momento y la energía faltantes. Luego se comprendió que en esta emisión un neutrón decae en un protón, un electrón y un neutrino. En 1956 se comprobó la existencia del neutrino por los físicos estadunidenses Reines y Cowan. Un reactor nuclear proveyó el suficiente flujo de neutrinos para poderlos detectar de manera similar al reciente experimento. Posteriormente se descubrió que los neutrinos del electrón y del muón son distintos.

Hoy uno de los temas más candentes de investigación es si los neutrinos poseen masa, de lo que ya hay indicios. Existe un déficit en el flujo medido de neutrinos del electrón provenientes del sol, en contraste a lo esperado según los modelos solares. Si los neutrinos tienen masa pueden entremezclarse; la "emigración" del neutrino del electrón a un neutrino del muón o del tau en su camino a la tierra resolvería el problema. La masa del neutrino podría también explicar la masa faltante en el universo que se requiere para explicar su misma dinámica. Otras interrogantes se intentan resolver desde los más diversos puntos de vista. ƑPor qué esa trinidad de generaciones? ƑPor qué los leptones no sienten la fuerza fuerte? Hay también razones para suponer la existencia de partículas adicionales, más allá del Modelo Estándar, y los aceleradores están en una búsqueda frenética de ellas.

El autor es investigador del Instituto de Física de la UNAM

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