Lunes
en la Ciencia, 11 de septiembre del 2000
šEUREKA!
Los efectos del sudor excesivo
Desde un punto de vista fisiológico, la
sudoración ayuda a mantener el cuerpo frío. Por eso las
personas sudan más cuando hace calor, pero también lo
hacen cuando están nerviosas o estresadas. Se considera que una
transpiración térmica, es decir, sudar a consecuencia de
realizar una actividad física o en el sauna, es una de las
formas sanas de sudar.
Una sudoración excesiva -que por lo general
está limitada a las palmas de las manos, las plantas de los
pies, las axilas o las ingles-- está socialmente asociada a la
falta de higiene, ya que a veces la zona afectada genera un olor
corporal causado por bacterias y levaduras que descomponen el sudor y
la piel mojada. Por ello disponemos de un arsenal químico de
antitranspirantes (clorhidróxido de aluminio) y desodorantes
(clorhexidina) que buscan inhibir tanto el sudor como el aroma de
nuestro cuerpo.
Se considera que las manos y los pies sudorosos son una
respuesta normal a la ansiedad y que es habitual que una persona sude
mucho cuando tiene fiebre. Sin embargo, una sudoración
frecuente y abundante en todo el cuerpo -nos advierte el Manual
Merck de información médica para el hogar- requiere
de atención médica porque puede ser un signo de
hiperactividad de la tiroides, una baja concentración de
azúcar en la sangre o una alteración en la región
del sistema nervioso que controla la sudoración.
ƑPero alguna vez se ha usted preguntado qué
efecto tiene el sudor sobre las perspectivas laborales de una
persona?
De acuerdo con la información difundida por la
agencia de noticias Dpa, una empresa británica -fabricante
por supuesto de un producto antitranspirante-- consultó al
respecto a los jefes de personal de más de cien empresas con
los siguientes resultados: un rostro sudoroso disminuye la
credibilidad de un candidato en 49 por ciento, pero un apretón
de manos "húmedo" es considerado más negativo que ir
"impropiamente vestido" por 51 por ciento de los ejecutivos.
La misma empresa encargó una investigación
sobre cuánto suda un ciudadano común en el trayecto
entre su domicilio y su trabajo, y el estudio reveló que una
jornada de 80 minutos a pie, en camión, en tren y en el metro
londinense produce ocho por ciento más sudor, que 30 minutos de
carrera y trote.
Aunque estos datos tienen el objetivo de incidir en el
mejoramiento o la fabricación de un nuevo desodorante, no dejan
de ser interesantes (Patricia Vega)
Inicio