LUNES 11 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť Los Grammy Latino, el campo de batalla


Guerra sucia de exilio cubano contra artistas mexicanos

Ť Fueron relegados de las candidaturas pese al éxito en EU

Ť La comunidad isleña, propietaria de radio y tv hispanas

stefan-gloria-emilio-jpg Roberto Bardini, corresponsal, San Diego, 10 de septiembre Ť El exilio cubano de Miami, que controla la televisión y la radio hispanas, así como una buena parte de los espectáculos latinos, comenzó una guerra no declarada contra artistas mexicanos reconocidos en Estados Unidos y eligió como campo de batalla la primera entrega de los Premios Grammy Latino.

La entrega, que se efectuará con bombo y platillo el 13 de septiembre en el Stapler Center de Los Angeles, pretende reconocer a quienes promueven la música hispana, pero hasta ahora sólo ha generado una agria controversia entre músicos y sellos discográficos.

El productor cubano Emilio Estefan encabeza las candidaturas múltiples con seis menciones; mientras su esposa, la cantante Gloria Estefan, fue incluida en tres categorías y además será una de las conductoras del show junto con el actor de origen cubano Andy García, un acérrimo opositor a Fidel Castro.

''Esto es una fiesta entre Estefan y Sony, pero no representa para nada a los artistas latinos'', declaró a la prensa Gilberto Moreno, gerente general del sello Fonovisa, que edita fundamentalmente a músicos de origen mexicano.

La evidencia está a la vista: de las 200 candidaturas de 40 categorías sólo figuran cinco artistas de esa compañía: Ana Bárbara, el Conjunto Primavera, Los Guardianes del Amor, Los Tigres del Norte y Los Temerarios, y ninguno de ellos actuará en el show.

La mayoría de los cantantes que acaparan las candidaturas -por ejemplo, los colombianos Carlos Vives y Shakira, con seis y cuatro menciones, respectivamente- fueron producidos por Estefan o pertenecen a grandes empresas disqueras, como Sony o EMI.

El cantante Pepe Aguilar, hijo del célebre Charro de México Antonio Aguilar, aparece en dos candidaturas, Mejor Canción Regional y Mejor Canción Ranchera, pero anunció que no asistirá a la entrega de galardones.

''Me sorprende que no estén considerados para actuar Vicente Fernández o Marco Antonio Solís, quien ha vendido más de 800 copias de su elepé Trozos de mi alma", dijo Aguilar.

Agregó que los organizadores ''hacen este show porque les va a dejar un enorme beneficio económico y no por respeto a la música latina".

Otra figura que desde hace mucho tiempo se ha manifestado en contra de los Grammy Latino es Fher, vocalista del grupo mexicano de rock Maná, quien considera que los premios no toman en cuenta a todo el espectro de la música popular en idioma español.

No obstante, Maná, que está dos veces propuesto, interpretará en vivo durante el show su canción Corazón espinado, a pedido del también músico de rock de origen mexicano Carlos Santana, quien incluyó ese tema en su multipremiado disco Supernatural.

Armando Manzanero también sumó su voz a la controversia: ''Hay que tomar en cuenta que Estefan es una industria y no una casa de arte'', dijo. El cantante melódico de origen yucateco se declaró en favor de los Grammy Latino, pero en contra del productor cubano, y aseguró que no asistirá a la entrega de premios.

''El problema es que los Estefan y Sony, en un exceso de ambición, excluyeron del espectáculo a los artistas más taquilleros del momento: los mexicanos'', resumió en el diario La Opinión, de Los Angeles, el escritor Javier Rodríguez, oriundo de esa ciudad.

Rodríguez observa además que los organizadores del Grammy Latino no sólo marginaron a los cantantes mexicanos, también les impidieron participar como conductores.

''Pero el problema del clan se extiende y se le va a cobrar la factura'', afirma Rodríguez. ''Por muchos años la comunidad latina del país, principalmente los mexicanos, han sufrido discriminación por parte de este sector dominante en los medios de comunicación hispanos".

El escritor angelino recuerda el furioso veto que la comunidad cubana de Miami le aplicó a la actriz y cantante Verónica Castro por haber filmado en La Habana un programa de dos horas.

Los artistas contemporáneos cubanos jamás han aparecido en la tv hispana de Estados Unidos -ni siquiera cuando se presentan en gira en Los Angeles ante salas repletas- y los televidentes latinos nunca pudieron disfrutar del Ballet Nacional de Cuba, dirigido por Alicia Alonso, o de los mundialmente conocidos Van Van, que ni siquiera fueron invitados al Grammy Latino.

''Si alrededor del caso del niño cubano Elián la línea dura del exilio cubano sufrió un descalabro -concluye Javier Rodríguez- con el presente ataque a la música mexicana y sus intérpretes, que son los que más mercado tienen, es casi seguro que la mafia de Miami haya encontrado su Waterloo''.