LUNES 11 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť Están destinadas también a combatir el contrabando de armas


Estaciones navales avanzadas, dique al narcotráfico

Ť Cuentan con buenas instalaciones y equipo Ť Auxilian a la población civil en caso de desastre

Jesús Aranda, enviado, Altamira, Tamps., 10 de septiembre Ť Creadas originalmente en 1994 para hacer frente al movimiento zapatista en Chiapas, las estaciones navales avanzadas de la Armada de México se consolidan en su papel para combatir el narcotráfico, tráfico de armas y de personas, y en apoyo a la población civil en casos de desastre.

Actualmente, existen 23 estaciones de este tipo, capaces de albergar hasta 134 elementos de Infantería de Marina. Cuentan con dormitorios, comedor, cocina y servicios sanitarios. Esto, en una estructura de concreto y PVC, que es en la práctica un blindaje que garantiza la seguridad de los marinos.

El contraalmirante Romeo Jiménez Trejo, jefe del Estado Mayor de la primera Zona Naval, afirmó en entrevista que en la región de Tampico, que hace frontera marítima en el norte con Estados Unidos, el tráfico de indocumentados y de armas representa la principal preocupación, toda vez que, gracias al papel disuasivo de esta estación y de la zona naval cercana, se ha detectado que el tráfico de drogas por mar se da cada vez más lejos de las costas, ya en aguas internacionales.

Sin embargo, reconoció que la principal acción que se desarrolla en las estaciones -en las que operan regularmente cerca de 40 elementos, entre oficiales y tropa- es el combate al narcotráfico, para lo cual cuentan con apoyo aéreo y de lanchas interceptoras.

Dijo que si bien el último decomiso de drogas importante, realizado por la Armada en este puerto, fue en 1995, están ciertos que el papel disuasivo que realizan ha influido para reducir el tráfico de estupefacientes por la zona, aunque aceptó que es difícil cuantificar los éxitos en las operaciones antinarcóticos sólo por el volumen de droga incautada. Hay que tomar en cuenta, dijo, que hace unos años el Caribe era el principal punto del tráfico de drogas, y que después, al sellarse éste, se detectó que el Pacífico se utilizaba más frecuentemente; es decir, los narcotraficantes modifican regularmente sus rutas en la mar y es tarea de la Armada estar atenta para evitar que las aguas nacionales sean utilizadas con estos fines.

Explicó que a diferencia del Grupo Anfibio de Fuerzas Especiales del Ejército (Ganfes), todo el personal de Infantería de Marina está capacitado para garantizar seguridad y soberanía en la franja costera del país, mares, ríos y esteros, apoyados por la fuerza naval y con lanchas interceptoras. Además, comentó, están preparados para desembarcos verticales a rappel y otras operaciones de tipo comando.

Señaló, por otro lado, que los elementos a su cargo actúan en operaciones contra el narcotráfico junto con la Secretaría de la Defensa Nacional y la Procuraduría General de la República, aunque aceptó que ese tipo de colaboración se da en virtud de que así lo ha establecido el gobierno federal, porque la Armada tiene la capacidad suficiente para actuar en las zonas de su competencia que establecen la Constitución y Ley Orgánica de la Armada.

Hasta la fecha, se han construido 14 estaciones navales en Chiapas, cuatro en Guerrero, dos en Tabasco y una en Michoacán, Oaxaca y Tamaulipas (Altamira).

Sobre la posibilidad de que sean usados submarinos -o minisubmarinos- para traficar drogas a través de aguas nacionales, el contraalmirante aseguró que la Armada cuenta con el equipo técnico para detectar este tipo de embarcaciones, pero aseguró que hasta la fecha no se ha detectado el uso de esas unidades en mares del país.

Por su parte, el comandante de la Estación Naval Avanzada, capitán de corbeta de Infantería de Marina, Juan Hernández, destacó que este tipo de centros permiten actuar de una manera más efectiva en contra de los delitos que se presenten. Se trata de una fuerza de reacción rápida que cuenta con los recursos humanos y materiales suficientes.

Señaló que, por otro lado, el personal a su cargo tiene la tarea de garantizar la seguridad del puerto industrial de Altamira, Tamaulipas -que no son labores policiacas, aclaró-, así como la revisión de todos los buques cargueros que ingresan ahí, para evitar el tráfico de drogas, personas y armas, principalmente.

En una superficie de 40 hectáreas, los marinos destacamentados en la estación naval gozan de instalaciones que hace algunos años no tenían los infantes de marina.