LUNES 11 DE SEPTIEMBRE DE 2000

Ť Encono entre católicos y ecologistas por la erección de la catedral de Cancún


Guerra santa a los "hijos de las tinieblas"

Ť Legionarios de Cristo y la alcaldesa priísta alientan un enfrentamiento por la disputa de un predio

Arturo Cano, enviado, Cancún, QR Ť La señora se desgañita: "šSe van a pudrir en el infierno!". Luis Carbajal, dirigente de jubilados y pensionados, es más terrenal: "Aunque digan que son mexicanos, aquí en la península son extranjeros y si siguen protestando se van a encontrar unas balas yucatecas".

Cinco niñas festejan las frases de sus mayores, se mofan y bailotean frente a los defensores del Ombligo verde, uno de los pocos espacios arbolados que le quedan a esta ciudad. Son sus vecinos. Quizá hasta hace poco los saludaban al cruzarse con ellos en la calle. Pero desde hace unas semanas las niñas saben -porque se los ha dicho el párroco Rafael Ruiz, de los Legionarios de Cristo- que ellos son en realidad "hijos de las tinieblas", "fuerzas macabras" y "serpientes y lobos con piel de cancun-iglesia10 oveja". Así lo ha dicho el presbítero, porque esos vecinos quieren que la nueva catedral se construya en un terreno pelón -que por cierto ya había donado el prófugo ex gobernador Mario Villanueva-, y no aquí, donde acabará con cuatro o tal vez hasta ocho hectáreas de selva.

Los sacerdotes y sus feligreses tienen una poderosa aliada. Organizadora de las fiestas de Nuestra Señora del Carmen, devota de San Judas Tadeo -igual que Mario Villanueva- y ex invasora de terrenos, la alcaldesa priísta Magaly Achach es la promotora número uno de la catedral.

La presidenta municipal llegó a sugerir que los vecinos interesados en conservar árboles bien pueden llevarse a sus casas algunos chechenes (cuyas hojas causan urticaria): "Si quieren sarna para rascarse que se pongan abajo".

Así llega el domingo 3 de septiembre. El grupo Cancunenses en Defensa del Ombligo Verde mantiene algunas mantas a unos pasos del lugar de la misa: "Nadie por encima de la ley", "El respeto al derecho ajeno es la paz", se lee.

Hasta ellos van algunos fieles furiosos: "šQueremos la catedral, queremos la catedral!", gritan las niñas. "Tulio (en alusión a uno de los defensores) por qué estás triste, porque con Cristo no pudiste".

Los gritos se acompañan de manoteos. Los golpes no llegan de puro milagro o quizá porque los policías vestidos de paisano de la alcaldesa Achach, que cada semana cuidan la celebración religiosa, se fueron un minuto antes del altercado.

"šPreparémonos para seis años de cristeros!", exclama el vecino José Zaldívar. "Hermanos, vayamos en paz", había dicho diez minutos antes el párroco Ruiz.

El terrenazo de Del Mazo

"šQue sí, que sí, queremos terrenazo!", "šQue cómo de que no, apóyanos Del Mazo!". Alfredo del Mazo, director del Fonatur, revive quizá los tiempos de su fallida campaña electoral de 1997, cuando peleó la jefatura de Gobierno del Distrito Federal.

La alianza de la alcaldesa priísta y los párrocos le organizan a Del Mazo, el 26 de junio, un acto de agradecimiento que más parece mitin de campaña.

Las huestes de Achach reparten propaganda y muchas señoras visten camisetas y gorras con propaganda del candidato priísta a la Presidencia, Francisco Labastida, como muestran las fotos que al día siguiente publican los diarios locales.

"Una ceremonia muy bonita", evoca semanas más tarde el párroco Rafael Ruiz. Una ceremonia con todo listo, además, aunque en sentido estricto la donación del terreno ocurrirá cinco días después, cuando la mayoría priísta del cabildo, con los votos en contra de los regidores del PRD y la ausencia de los panistas, apruebe la cesión del terreno, en comodato, a la prelatura Cancún-Chetumal y arrecie la polémica. (La prensa local pregunta a los regidores priístas sobre lo que acaban de aprobar: ninguno atina a responder en qué consiste ni cuál es el plazo del comodato).

Pero en el acto con Del Mazo nada puede salir mal. El párroco Ruiz da testimonio de que el director de Fonatur sabía perfectamente cuál era el destino del predio donado: "Una persona allegada nos dijo que no tuvo ningún inconveniente en dar marcha adelante apenas se enteró que era para la catedral".

En todo caso, el 26 de junio los funcionarios estaban felices.

Del Mazo, la presidenta municipal y el gobernador Joaquín Hendricks recibieron de manos del diácono Alfonso una caja con más de 30 mil firmas, que domingo a domingo reunieron al salir de misa, en apoyo a la construcción del templo. En ninguna parte del documento firmado se especifica que la Catedral habría de construirse en el terreno conocido como Ombligo verde, pero en las semanas siguientes la alcaldesa y los sacerdotes usarán las 30 mil firmas como prueba de que cuentan con la mayoría de los cancunenses (que son 550 mil) y de que los opositores son apenas un "grupúsculo".

El Ombligo verde es un predio de más de ocho hectáreas que, dado el crecimiento de la ciudad, ha quedado justo en el centro. Está formado por las supermanzanas 33 y 34 y tiene un costo comercial superior a los 4 millones de dólares.

El 26 de junio, el Fonatur donó la supermanzana 33 y la alcaldesa aprovechó el viaje para pedirle la otra: "Al doctor (Ernesto Zedillo) le gusta el modito que tienen aquí para pedir", dijo un feliz Del Mazo.

Luego todo Cancún se asombró con la velocidad de los acontecimientos: "En menos de una semana se hizo la donación del Fonatur al ayuntamiento y de éste a la prelatura, cuando muchas veces sólo obtener una orden de ocupación lleva varios años", dice Miguel Paz Paredes, del Centro de Investigaciones para el Desarrollo Regional (Cider). "Se trata de una mala decisión apurada por cuestiones electorales", resume.

"Fue un error de la Iglesia", coincide Rogelio Márquez, líder local del PAN, quien considera que la prelatura cayó en el juego de Magaly Achach, cuyo empecinamiento podría conducir a "un enfrentamiento muy peligroso".

Empresario hotelero, el panista afirma que Achach "trató de ganarse los votos de los católicos que iban con la Alianza por el Cambio".

"No es un problema contra la Iglesia, sino contra el estilo de Magaly y sus intenciones de manipular a la gente con la fe", asegura Julián Ricalde, dirigente estatal del PRD.

-Pero dicen que Magaly es muy religiosa.

-Es un camaleón, y también en materia de creencias.

El párroco Ruiz no justifica pero sí entiende las reacciones de los católicos: "Les resulta inconcebible que un grupo reducido de personas tengan tanto poder político para frenar una iniciativa que es del pueblo".

ƑPuede llegarse a la violencia? "Yo los tengo que estar frenando", dice de sus feligreses.

La mezcla de política y religión es perfecta. La propaganda del PRI de la mano de un canto que los fieles han ensayado en sus parroquias y que ese 26 de junio entonan frente a los funcionarios como agradecimiento: "Sí, sí, sí, somos católicos/ Magaly, ven, ayúdanos/ Del Mazo, ven, ayúdanos/ a edificar la Iglesia del Señor".

Con todo y la guerra santa de la alcaldesa, Francisco Labastida sólo obtuvo uno de cada cinco votos depositados en las urnas de Cancún. No importa. A pesar de la derrota Magaly Achach quiere la catedral en el Ombligo verde.

El mejor lugar

La presidenta municipal se colocó junto al altar y arrancó con la primera lectura, del Libro de Samuel: "En aquellos días el rey vivía tranquilo en su palacio, después de que el Señor lo había dejado descansar de los ataques de todos los enemigos que tenía alrededor...". A unos pasos, del otro lado de la calle, comenzaron los cancun-iglesia03 gritos: "šArbitraria!, šmanipuladora!, šratera!, šignorante!".

El domingo 13 de agosto el ayuntamiento y la Iglesia se unieron para realizar una procesión y dejar claro de qué lado estaba la fuerza. Creyentes y funcionarios del ayuntamiento marcharon desde el templo de Nuestra Señora de Guadalupe hasta el predio donde quieren edificar la catedral.

La televisión local mostró a unas 2 mil personas marchando con imágenes religiosas, carteles de agradecimiento a la alcaldesa y globos blancos, amarillos y verdes. "šSe ve, se siente, Magaly está presente!, šSe ve, se siente, el padre Ruiz está presente!", gritaban los fieles.

La marcha-procesión llegó al predio, donde en los días anteriores algunos feligreses y religiosos, apoyados por personal del ayuntamiento, habían tumbado árboles y rellenado el terreno, además de levantar una gran cruz, llevar más de mil sillas en camiones con los logotipos de la CTM, la CROC y la CNOP, y colocar una enorme roca que serviría de altar, pese a que no contaban con permisos ni con el estudio de impacto ambiental.

Muchos vecinos de la zona, varios colegios de profesionistas, ex funcionarios ambientales e incluso funcionarios del ayuntamiento que encabeza, han sugerido a la presidenta otros predios para edificar la catedral. ƑNo hay otro? Sí. Pero la presidenta y los párrocos quieren precisamente ese lugar.

"No a la destrucción de la selva. Sí a la construcción de la catedral", dicen los vecinos en un volante donde incluyen cuatro opciones en otros terrenos. Que no hay otro, insiste el ayuntamiento.

En mayo pasado el arquitecto Moi- sés Estrada Sosa, entonces director de Desarrollo Urbano del ayuntamiento y ahora asesor de Achach, dio un argumento con ánimo laico que la alcaldesa ha repetido: "La supermanzana 33 es el sitio ideal para la edificación de la Catedral porque el Dador de Vida merece el mejor lugar".

La devoción de Mario

El prófugo ex gobernador Mario Villanueva fue el primero en querer donar a la iglesia católica el predio del Ombligo verde, pese a que en 1998 el Instituto Nacional de Ecología había recomendado que el área fuera decretada parque urbano del municipio.

La idea de Villanueva no marchó: "Mario tuvo desgraciadamente muchos problemas... No se merecía un trato así. Pero no vamos a hablar de eso porque la política y la religión son como el agua y el aceite", dice el párroco Rafael Ruiz.

El caso es que Villanueva y Alejandro Góngora, funcionario del Fonatur, comenzaron a gestionar el predio del Ombligo verde ante las autoridades federales.

"Cuando Mario Villanueva habló conmigo acerca del terreno, a mí me dolió mucho ver el aparato de protección con el que tenía que estar, tenía muchos guardaespaldas, estaba muy acosado", refiere el párroco.

Así, debido al "acoso" que sufría Villanueva, "el sueño de la manzana 34 pasó a ser una quimera".

De modo que el propio Villanueva se dio a la tarea de buscar otro terreno. Y lo encontró. El 31 de enero de 1999, en una misa de acción de gracias, donó un predio de la supermanzana 21 y un millón de pesos a la prelatura Cancún-Chetumal. La donación de ese terreno fue aprobada por el cabildo cancunense y obtuvo el visto bueno del Congreso local.

Dos meses después de la misa, el 27 de marzo de 1999, Villanueva se esfumaría en las narices de la Procuraduría General de la República.

Hoy, el párroco Ruiz niega que hayan recibido el donativo, en tanto que Niza Puerto, quien fuera representante del gobernador en la zona norte del estado y hoy ocupa una regiduría en el ayuntamiento, dice, en declaraciones recogidas por el corresponsal David Sosa: "Que no se haga pendejo el padrecito. ƑDónde tiene el dinero? šEllos recibieron el millón".

Con todo y que se ignora el destino del dinero, al cumplirse un año de la fuga, en marzo pasado, Niza Puerto ordenó una misa para Villanueva en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, una de las que, recuerdan aquí, recibió más apoyos del ahora prófugo ex gobernador. La misa fue celebrada por los párrocos Dativo Recio y Joseph Ngoyen, que también han participado en la batalla del Ombligo verde.

Tras la fuga de Villanueva, la prelatura insistió con las nuevas autoridades, pero ya no tuvo que llegar hasta el gobernador del estado.

El ayuntamiento decidió que el predio donado por el ex gobernador no podía ser para la catedral porque agravaría los problemas viales, pese a que se encuentra apenas a unos 400 metros del Ombligo verde y porque ahí se proyecta construir la ampliación de una avenida.

Ana Patricia Morales Portas, directora de Fonatur en Cancún, propuso a la alcaldesa que la catedral se ubicara en terrenos del desarrollo conocido como Punta Cancún. La ignoraron.

La alcaldesa Achach prefirió la mano de Alejandro Góngora, quien había hecho las gestiones con Villanueva y ahora es regidor del ayuntamiento. Cercano a Emilio Gamboa Patrón, según versiones de la prensa local, Góngora utilizó sus contactos en la capital del país para lograr que Alfredo del Mazo cediera el terreno. Y éste se puso con el terrenazo.

Un árbol o una sociedad: la disyuntiva del párroco

"ƑQué es más importante, que tengan un árbol o que tengamos una sociedad?", pregunta el párroco Ruiz al día siguiente de la misa del 3 de septiembre, en su oficina de la iglesia de Guadalupe.

Ruiz, claro, no tiene dudas. Con otros sacerdotes, algunas monjas, decenas de fieles y personal de la Direccción de Servicios Públicos del ayuntamiento, Ruiz taló algunos árboles, cortó arbustos y retiró basura del predio.

Sin embargo, no todos hicieron frente común en el ayuntamiento. El 21 de julio, Blanca Monroy, directora de Ecología, ordenó una sanción y la clausura de los trabajos de chapeo. La funcionaria pidió incluso vigilancia policiaca para el terreno en tanto los responsables de las obras obtenían los permisos ecológicos condicionados para el desmonte selectivos, y presentaban el programa de rescate de flora y fauna, así como la propuesta de reforestación.

Viene de la 7

La prohibición duró unas horas, mientras los trabajos seguían. El 25 de julio, sin que hubieran entregado tales documentos, la Dirección de Ecología dio luz verde para la continuación de las obras.

El presbítero Rafael Ruiz niega que haya habido una sanción y valora la actitud de las autoridades a la luz del nuevo marco jurídico iglesias-Estado

"Antes sí (podían sancionarlos). Las mujeres podían hacer escándalo con su forma de vestir, pero un cura no podía salir con sotana y si una religiosa salía a la calle con su hábito la podían sancionar. Había una discriminación muy triste".

El 31 de julio, el Colegio de Biólogos recomienda suspender los trabajos, luego de una inspección en la que detecta el "desmonte indiscriminado" de 3 mil metros cuadrados.

La bióloga Graciela Saldaña, presidenta de ese organismo, solicita a la Iglesia y el ayuntamiento que no sean removidos individuos de chicozapote, tzalam y chechen de más de 15 metros de altura, especies representativas de una selva madura de más de cien años. Al final, pese a las protestas, los fieles y los empleados del ayuntamiento limpiaron 12 mil metros cuadrados.

Desatada la polémica, Achach ofrece un plebiscito para que los cancunenses decidan si quieren o no la catedral en el Ombligo verde. El 20 de julio, el gobernador Joaquín Hendricks opina que el plebiscito es buena idea y dice estar seguro de que el ayuntamiento buscará tener consenso entre la comunidad.

"Todas las opiniones de los demás las vamos a tomar en cuenta, pero con mucho respeto las vamos a hacer a un lado para construir nuestra catedral", dice, poco después de la misa del 13 de agosto, el párroco Ruiz.

La alcaldesa da marcha atrás en la idea de la consulta pública.

En el caso del Ombligo verde se resumen largos años de batallas de ciudadanos cancunenses que, con argumentos ambientalistas o urbanos, han demandado el respeto al proyecto original de Cancún o bien a los sucesivos planes de desarrollo urbano. En el fondo de las protestas está el crecimiento especulativo de una ciudad que hace mucho rebasó las previsiones de sus fundadores, las disputas entre el Fonatur y los gobiernos locales y la entrega de predios "a diestra y siniestra sobre todo en épocas electorales", sostiene Tulio Arroyo.

Precisamente la alcaldesa Achach construyó su poder político gracias a ese modelo de urbanización. La mitad de los terrenos urbanos de Cancún, calculan sus detractores, fueron resultado de invasiones encabezadas por Magaly Achach y su Frente Unico de Colonos (FUC), y avaladas por el Instituto de la Vivienda de Quintana Roo (Inviqroo), organismo que en la práctica no hace sino repartir terrenos o, más exactamente, regularizar las invasiones promovidas por líderes ligados al PRI.

Los opositores a la construcción de la catedral han reunido cientos de firmas, aunque ciertamente su capacidad de convocatoria no se corresponde con la presencia que tienen en los medios ni mucho menos con la furia que han desatado. Los medios locales han destinado grandes espacios al conflicto. Una abrumadora mayoría de los articulistas y columnistas se han sumado a la defensa del Ombligo verde.

En el plan de desarrollo urbano de 1993 la zona aparece destinada a equipamiento urbano, particularmente a cultura y recreación. Incluso, el Fonatur hizo un detallado proyecto, archivado en 1997, para ubicar ahí una "aldea cultural" con construcciones de bajo impacto ecológico "sobre la parte ya impactada del terreno", es decir, aprovechando una porción alguna vez empleada como mina de arena. Ahí, según el proyecto, se conservarían 53.15 hectáreas de espacios verdes y habría además casa de la cultura, un foro, locales comerciales, estacionamiento, una plaza, andadores, juegos infantiles, ciclopista y canchas deportivas. Las autoridades municipales dicen ahora que ambos proyectos no son excluyentes y que ya gestionan ante el Fonatur la entrega de la otra supermanzana, la 34, para que todos queden contentos.

Del total del predio, a la Iglesia le dieron 20 mil 900 metros cuadrados. Los restantes se utilizarían para otros proyectos de equipamiento urbano, aunque los opositores al proyecto sospechan que los convertirán en estacionamientos y áreas comerciales ("ahí puede estar el negocio de Magaly", dicen). La prelatura planea construir en 12 mil metros, de modo que, dice el párroco Ruiz, "el daño que se va a hacer no es irreversible".

El ombligo y el corazón

"ƑPara qué queremos ombligo si ya tenemos un corazón?", dijo Magaly Achach. La presidenta municipal se refería al parque Kabah, que según la organización Cancunenses en Defensa del Ombligo Verde perdió 27 hectáreas de las originalmente proyectadas debido a que se construyeron viviendas.

Igual suerte han corrido otras zonas originalmente destinadas a equipamiento urbano, de tal suerte que Cancún está lejos de contar con los nueve metros cuadrados de áreas verdes por habitante recomendados por la Organización Mundial de la Salud.

La misma noche de la primera misa, el 13 de agosto, hubo un debate en una canal de televisión local. El conductor Oscar Cadena pasó al aire llamadas de indignados católicos: "Si a Tulio Arroyo no le gusta la catedral, que se vaya del estado", decía una.

Entre el público, recién desempacado de Tijuana, el sacerdote Francisco Robles envió varios recados al conductor. En uno de ellos decía: "Oscar, recuerda el desayuno, dale al final la palabra a alguien que esté de acuerdo con la catedral: Padre Paco".

Es, dice días más tarde el padre Paco, una "guerra de medios" propiciada por "un grupúsculo de seudoecologistas".

"Los hijos de las tinieblas no pueden ser más sagaces que los hijos de Dios; esos hijos de las tinieblas que se oponen a que Dios tenga una casa digna son los enemigos del desarrollo", ha dicho repetidas veces el párroco Rafael Ruiz, dueño de dos juegos de placas de taxi que le fueron concesionadas en tiempos de Mario Villanueva.

No son sus expresiones, sostiene Ruiz, las que han hecho crecer el encono entre los cancunenses, sino los medios de comunicación que "han hecho grandísima" la polémica. En todo caso, dice, a él también lo han llamado "blasfemo" y "grillo con sotana" y la expresión "hijos de las tinieblas" no tiene nada de particular: "Está en el Evangelio, Nuestro Señor lo decía".

Con 20 años en Quintana Roo, el presbítero forma parte de una prelatura en la cual dominan los Legionarios de Cristo (son 27) y donde además colaboran 11 sacerdotes diocesanos y ocho franciscanos.

Aquí los legionarios combinan su labor pastoral con tareas educativas. Tienen tres escuelas de educación básica (Instituto Cumbres) en Chetumal, Cozumel y Cancún y acaban de echar a andar una sede de la Universidad Anáhuac. Toda esa labor se verá fortalecida con la edificación de la catedral, muy necesaria, dice Ruiz, en una ciudad "con tanta fama de desorden y de demasiada liberalidad".

En Cancún hay 26 templos católicos y 126 de otras denominaciones religiosas. En medio de la polémica, el presbiteriano Samuel May, quien cabeza de la Alianza de Pastores, ha pedido que las otras iglesias reciban un trato similar a la católica y también les sean donados terrenos para sus templos.

La alcaldesa Achach no ha respondido, al menos no con la misma velocidad que tuvo para donar el predio a la iglesia a la cual ella pertenece.

"La catedral se puede mover, el ombligo no", insiste Tulio Arroyo.

"Siempre ha habido enemigos, pero la iglesia católica ha visto caer a muchos desde hace dos mil años y sigue siendo fuerte", dijo el párroco Ruiz en una de sus homilías.

Para este episodio la Iglesia cuenta además con todo el apoyo de Magaly Achach. Incluso, para coronar la donación, el ayuntamiento ya trazó una nueva avenida que pasará por la catedral. Ya hasta la bautizaron. Se llamará, dicen, Jubileo 2000.