LUNES 14 DE AGOSTO DE 2000

* La ausencia de síntomas propicia su avance


El mal de Hodgkin, un cáncer silencioso que padece más la mujer

Carolina Gómez Mena * En México la enfermedad de Hodgkin, un tipo de cáncer que ataca principalmente a los glanglios linfáticos del cuello, la padecen dos mujeres por cada hombre y, entre la población joven, ocupa el quinto lugar entre las neoplasias, lo que implica una gran pérdida de potencial humano en edad productiva.

Este padecimiento no presenta síntoma alguno que haga sospechar su presencia; no obstante al transcurrir el tiempo los ganglios comienzan a crecer, alcanzando un tamaño superior a cinco centímetros. Es entonces, cuando el paciente empieza a preocuparse y acude al médico, sin embargo en 90 por ciento de los casos la enfermedad está muy avanzada, lo que implica la aplicación de tratamientos de quimioterapia y radioterapia.

Entre la población total del país el mal de Hodgkin ocupa el lugar 18 entre las neoplasias y en cuanto a las complicaciones tardías, éstas representan apenas una tercera parte de las que se registran en otras naciones.

De igual forma, 84 por ciento de los casos son curables y no dejan secuelas, establece la investigación clínica del doctor Agustín Avilés Miranda, investigador titular en la Unidad de Investigación de Enfermedades Oncológicas del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

El trabajo, que abarcó un plazo de 20 años, estudió un universo de dos mil 980 pacientes que se sometieron a tratamiento, y obtuvo el tercer lugar entre 156 investigaciones que concursaron en la Fundación Glaxo Wellcome de México.

El especialista expresó que su estudio no arrojó las causas por las que la población mexicana presenta mayor resistencia a las complicaciones y a la mortalidad que ocasiona el tratamiento en otros países, aun cuando se estudiaron múltiples factores: genéticos, edad, sexo, grupo sanguíneo, tipo de actividad, alimentación y adicciones.

Avilés Miranda, detalló que en la literatura médica mundial se reporta que en los cinco años posteriores al tratamiento falleció 11 por ciento de los pacientes por leucemia aguda u otro tipo de cáncer y 17 por ciento por daño cardiovascular. En cambio, en México el total de fallecidos representó 16 por ciento, de los cuales sólo tres por ciento fue por leucemia aguda; siete por ciento a causa de cáncer de pulmón, mama y cardiopatías, y el restante seis por ciento por situaciones diversas desvinculadas al tratamiento.