MARTES 8 DE AGOSTO DE 2000
* Alberto Chimal publica su primer poemario
Muchos anhelamos que nuestra escritura trascienda la muerte
* Angustia a creadores la imposibilidad de hablar con plenitud
Arturo Jiménez * La escritura aún es una ''necesidad de trascendencia" para muchos escritores, lo mismo que lo fue para los del pasado y probablemente lo será para muchísimos del futuro, dice el narrador y recién estrenado poeta Alberto Chimal, quien confiesa:
''A pesar de lo que se diga últimamente de que los escritores tenemos que renunciar a las ideas de innovación y posteridad, de decir algo de manera novedosa o de explorar nuevas facetas o posibilidades de la experiencia humana y que, en cambio, debemos integrarnos al mercado y escribir lo que se nos pida, aún muchos tenemos un anhelo muy lícito porque nuestra escritura sea algo que permanezca después de la muerte."
Chimal, quien el jueves pasado presentó Los escritores muertos (UAEM-Editorial La Tinta de Alcatraz), poemario que reflexiona acerca de la necesidad de trascendencia de los creadores, asegura en entrevista que este es un tema casi no abordado de manera directa por los poetas, aunque sí un poco más por los narradores.
Luego de una etapa de trabajo ''muy ardua y frustrante", decidió entrarle a la poesía. Y abunda: ''En parte todo esto fue también consecuencia de un momento de detenerse, de reflexionar y pensar qué era lo que yo quería lograr con mi trabajo".
ųEn varios poemas, como el de François Villon, abordas la cuestión de algo que podríamos llamar el ''tormento de escribir", Ƒesta es una preocupación central para ti?
ųLo ha sido recientemente, porque vengo de una etapa muy frustrante. Es un problema que se tiene en muchas ocasiones, sobre todo en un tiempo como éste, en el que el escritor difícilmente puede ganarse la vida a menos que asuma que va a dedicarse a lo más comercial o complaciente.
''Lo anterior es válido, pero hay autores que no tienen la inclinación o el deseo de meterse en el mecanismo del mercado, y muchas veces se ven imposibilitados de decir plenamente, con libertad y sin preocupaciones, lo que quieren decir. Eso le sucedió a Villon, quien tuvo una vida muy azarosa, difícil y atormentada y jamás pudo dar toda su medida por tantos problemas. Se trata de una situación angustiosa para todos los creadores: la imposibilidad de poder hablar con plenitud."
El humor perdido de Kafka
Chimal comenta que la necesidad de ser recordados, la fama o el deseo de trascendencia son anhelos que tiene la mayoría de los escritores, pero a veces se cumplen de maneras insospechadas. Por ejemplo, acerca de cómo surgió el poema ''Una confusión cotidiana", dice que recordó el ensayo Los testamentos traicionados, de Milan Kundera, según el cual la obra de Kafka, que todos asumen como ''terriblemente patética, trágica y dolorosa", él la escribió en buena medida con una intención humorística, pero ese propósito se perdió con el tiempo.
Sobre el soneto ''1985", que habla de cómo se ha olvidado la novela 1984, de George Orwell, cuenta que incluso fue usada como texto de propaganda, pero cuando esa época pasó la obra fue relegándose aunque aún tiene muchas cosas que decir.
ųSin duda hubo en ti un cambio en el universo creativo al pasar de la narrativa a la poesía, Ƒcómo fue ese proceso, pues tu trabajo se había concentrado en el cuento?
ųCuando se escribe una narración uno piensa de inmediato en algo que no es uno mismo, en hechos o personajes que son una ficción y pretenden describir una realidad, más o menos cercana pero aparte de la realidad propia y de la interioridad. Y en el caso de la poesía, para mí, fue lo contrario.
''Aunque las voces que salen en ese poemario son de autores muertos, que hablan desde algún limbo o el más allá o lo que sea, son, sin embargo, también mi voz, una percepción más interiorizada y personal de los asuntos de los que trata el libro. Esa fue la impresión más fuerte que tuve al ponerme a trabajar en poesía.
''Por otro lado, también fue un trabajo que tuvo que ser mucho más riguroso y, además, traté de ceñirme lo más posible a metros tradicionales: sonetos, haikus, a la idea de mantener un ritmo y una musicalidad que no siempre se procura en la prosa."
El camino del olvido
ųComenta sobre la estructura del poemario, dividido en cuatro partes diferenciadas.
ųSon como cuatro momentos de esa reflexión sobre la posteridad. En la primera parte pensamos en poetas que hablan desde un tiempo en el que siguen vivos. En el poema sobre Villon, por ejemplo, éste reflexiona sobre el posible destino posterior de sus obras, pero desde un momento en el cual él está vivo.
''Y en los otros, vamos progresando más allá de la muerte y entonces las voces de los poetas se convierten en voces de fantasmas, que reflexionan desde cada vez más lejos, en lo que podríamos llamar como el camino del olvido.
''En la última parte ya no trata de autores específicos sino de tradiciones, de la forma en que las obras individuales se incorporan a la tradición y el nombre del autor desaparece, de la manera en que los textos o poemas ingresan en esa especie de inconsciente colectivo o de propiedad de todos que es la tradición."