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Los mamíferos marinos y la salud humana

 

Karina Acevedo Whitehouse1, 2 y Carlos Godínez Reyes1, 3

1Departamento de Etología, Fauna Silvestre y Animales de Laboratorio, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Nacional Autónoma de México. [email protected]; [email protected]

2Centro de Investigación Científica y de Estudios Superiores de Ensenada. [email protected]

3Dirección Regional en Baja California de la Zona de Reserva y Refugio de Aves Migratorias y de Fauna Silvestre, Islas del Golfo de California, Ensenada, BC [email protected]

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En las ultimas décadas se ha incrementado el interés público hacia los lobos marinos y las focas. Esto se refleja en el número cada vez mayor de ejemplares conservados en cautiverio, en la cantidad de trabajos de investigación realizados sobre estas especies y en el numero de turistas que los visita en su hábitat natural. Lo anterior ha permitido un mejor entendimiento de su biología y de algunos aspectos médicos, pero también ha incrementado los riesgos de salud pública debido a que ha aumentado el contacto directo con los animales.

Muchas de las enfermedades infecciosas de los animales domésticos y silvestres pueden transmitirse a los humanos. Estas enfermedades se llaman "zoonóticas". Algunas, como la rabia, la cisticercosis y la fiebre de Malta, son conocidas por los médicos y por la población en general; sin embargo, existen infinidad de enfermedades zoonóticas que no son consideradas a la hora de establecer un diagnóstico, lo que puede resultar en complicaciones del cuadro clínico, tratamientos erróneos e, incluso, la muerte del paciente. Ejemplos de estas enfermedades son la leptospirosis, el dedo de foca y la brucelosis.

Los grupos humanos con mayor riesgo de contraer enfermedades de los pinnípedos son los pescadores ribereños, el público o los turistas que bucean o nadan muy cerca de los animales, así como los investigadores o manejadores que trabajan directamente con ellos.

El dedo de foca es originada por una bacteria que habita usualmente en la boca de los pinnípedos, por lo que se transmite G2-elefante en puerto fácilmente por una mordida. Si no es atendida oportunamente con los antibióticos apropiados, puede llegar a ocasionar gangrena y requerir amputación del miembro afectado.

La leptospirosis es una enfermedad zoonótica que se presenta en muchos mamíferos, como perros, ratas, cerdos y vacas. Desde 1970 se identificó en las poblaciones de lobos marinos de California y Oregon, en Estados Unidos. Recientemente se encontraron evidencias de la enfermedad en sangre y tejidos de lobos marinos del golfo de California. Se transmite a través de secreciones corporales, como la orina, saliva y la sangre de los animales infectados, cuando llegan a tener contacto con alguna herida en la piel humana. Los síntomas y signos que ocasiona son variados: desde fiebre, problemas respiratorios y digestivos, insuficiencia renal y hepática, hemorragias en diversas partes del cuerpo y dolores musculares severos, hasta alteraciones neurológicas. Aunque no es difícil de diagnosticar, en muchas ocasiones suele confundirse con otras enfermedades, como dengue, fiebre tifoidea y hepatitis A o B.

La brucelosis, la enfermedad zoonótica más común en todo el mundo, es ocasionada por una bacteria que afecta a muchos animales, como cabras, borregos, vacas, cerdos y perros; recientemente se identificó la enfermedad en mamíferos marinos. En el humano se manifiesta con dolores severos en las articulaciones y los músculos, fiebre alta, dolor de cabeza, inflamación de los testículos, infertilidad en el hombre y abortos en la mujer. Se desconoce aún si los pinnípedos de México presentan la enfermedad, aunque existen ciertas evidencias de la presencia de la bacteria en la sangre de los lobos marinos del golfo de California, estudiados recientemente por especialistas de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la unam.

Aunque el potencial de transmisión de enfermedades zoonóticas de los pinnípedos al humano no se determina todavía, se han reportado casos de leptospirosis, dedo de foca y algunas infecciones virales en humanos que tuvieron contacto estrecho con estos animales. Pero que no cunda el pánico: aunque no por estar cerca de un pinnípedo pueden transmitirse enfermedades hacia los humanos, es conveniente tomar precauciones como evitar nadar o bucear cerca de ellos en su hábitat natural; asegurar el estado de salud de los animales antes de nadar con ellos en cautiverio; buscar ayuda médica inmediatamente después de haber sufrido una mordida y utilizar guantes, anteojos y demás equipo de protección durante el manejo de los pinnípedos en vida silvestre. Además, es conveniente consultar a algún especialista en enfermedades zoonóticas si después de haber tenido contacto con un pinnípedo se padecen síntomas y signos inespecíficos con el fin de establecer el diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado.