Lunes en la Ciencia, 2 de julio del 2000

 

PARA LEER
 
 

La religión de la tecnología. La divinidad del hombre y el espíritu de invención

David F. Noble

Editorial Paidós. Colección Transiciones








Escrito por un profesor de Historia en la York Univesity de Toronto, Canadá, este libro revela las raíces religiosas de la tecnología occidental cuando propone que la actual fascinación tecnológica está enraizada en mitos religiosos y en un imaginario que se remonta a las antiguas esperanzas cristianas sobre la recuperación de la divinidad perdida. "Aunque los tecnólogos actuales --señala el autor-- en su seria búsqueda de utilidad, poder y beneficios, parecen establecer la norma de racionalidad social, también ellos se rigen por sueños distantes y por anhelos espirituales".

Si en la antigüedad la explicación del mundo estaba en manos de los religiosos, es la ciencia a través de un discurso basado en la racionalidad la que se apropia de las grandes verdades que explican las grandes preguntas sobre el origen de la vida y el universo.

Ante un nuevo milenio caracterizado en un encaprichamiento generalizado con los avances tecnológicos y una confianza en el triunfo definitivo de la razón, David F. Noble sostiene que algunos observadores contemporáneos han argumentado, haciéndose eco de generaciones de apologetas religiosos, que el resurgimiento de la expresión religiosa es un indicio de la esteriliad espiritual de la racionalidad tecnológica, que en la actualidad la creencia religiosa se está renovando como un complemento necesario de la razón instrumental porque proporciona un sustento del que la tecnología carece. Quizá haya algo de verdad en esta proposición, agrega el autor, sin embargo, todavía presupone la asunción equivocada de una oposición básica entre ambos fenómenos e ignora lo que tienen en común. Ya que desde una perspectiva histórica más amplia, la tecnología y la fe modernas no son ni complementarias ni contrarias, ni tampoco representan estadios sucesivos del desarrollo humano. Se encuentran, y siempre se han encontrado, fusionadas, siendo al mismo tiempo la empresa tecnológica un empeño esencialmente religioso. No es un planteamiento meramente metafórico, Noble establece que la empresa tecnológica ha estado y permanece invadida por un sentimiento religioso. Sino, pensemos en los ingenieros genéticos que se imaginan a sí mismos como participantes divinamente inspirados en una nueva creación. Estos pioneros tecnológicos albergan creencias profundamente asentadas que son variaciones de temas religiosos que nos son familiares. Lo acaba de describir el presidente Willian Clinton a propósito de la reciente divulgación del mapa de 97 por ciento del genoma humano como "el aprendizaje del idioma con el cual Dios creó la vida".

Precisamente, en estos momentos resulta de gran pertinencia leer el sugerente capítulo 11: "El poder de la perfección: la ingeniería genética" y aceptar la invitación de David F. Noble, quien nos pide esforzarnos colectivamente para empezar a rexaminar, con rigor, la fascinación que nos produce el avance tecnológico indiscriminado. (Patricia Vega). para leer la religion..