Lunes en la Ciencia, 2 de julio del 2000

 


Las nuevas  estructuras del  conocimiento

Gerardo Hernández

El león no es como lo pintan, versa el viejo refrán que podría referirse a la ciencia, cuya aproximación, desde diferentes perspectivas, puede exponer dimensiones más reales de esta actividad y ayudarnos a entender sus fundamentos, contexto, desarrollo y los mitos que se han formado alrededor de ella. Para acercarse al león, Gerardo Hernández, (San Luis Potosí, 1960) investigador de la sección de Metodología y Teoría de la Ciencia del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del IPN, se ha basado en la fundamentación de la ciencia y el estudio de sus problemas teóricos.

Biólogo de la Universidad Autónoma Metropolitana, plantel Xochimilco, maestro en matemáticas de la UAM Iztapalapa y doctor en la misma disciplina por la Universidad de Nuevo México, Gerardo Hernández, acota que en parte, el desconocimiento que el público en general tiene sobre la ciencia es responsabilidad de la comunidad científica por mantenerse al margen de las actividades sociales y culturales.

"Cuando se abandona el mito y aparece la historia, uno puede encontrar muchas ideas con poco sustento o influenciadas por prejuicios o ideologías dominantes de la época, cuya aparición no obedece a una lógica o a una impecable aplicación de la metodología de la ciencia. Eso no le quita el encanto al estudio de la historia de la ciencia, sólo muestra la influencia humana en la estructuración de lo que hoy percibimos como conocimiento. Los conceptos que uno tiene más claros como fruto de la conquista del intelecto humano, son conceptos de muy reciente aparición, y también un tanto fortuitos".

Una de las líneas de investigación del doctor Hernández se basa en estudiar la formación del conocimiento a través de las estructuras que utilizamos para denominar o concebir lo que nos rodea. "Si no aplicamos estructuras no funcionamos, si decimos que algo es rectangular es porque podemos aplicar a ese algo una estructura de simetría de un rectángulo". Sin embargo, la pregunta a responder ahora es cómo se generan nuevas estructuras de conocimiento ante nuevos problemas, científicos.

Aunque el planteamiento es complejo, el especialista explica que el propósito es aplicar una teoría darwiniana al problema de saber cómo se crea la estructura adecuada para el problema científico que se enfrenta. "En un principio se quiso ver una acción divina para explicar la extraordinaria armonía y perfección de la naturaleza. Darwin nos mostró, para usar la metáfora de Dawkins, que podía haber relojeros ciegos, que el azar producía belleza. Nosotros buscamos algo similar para explicar la hasta ahora incomprensible grandeza de la creatividad en ciencia"

Otro cuestionamiento que entusiasma a Gerardo Hernández tiene que ver con la estructura de clasificación, ya que ésta se utiliza en todas las ciencias. El investigador explica, que el problema es abordar la clasificación como instrumento epistemológico, y entender cuál es el papel que juega en la conformación de las teorías. Además, en la utilización concreta de este conocimiento, Hernández trabaja en el área de química, biología y matemáticas.

"La historia nos ha mostrado que algún concepto aparece, desaparece y luego vuelve a aparecer con otra cara. Eso podría hacernos pensar que no hay una evolución de la ciencia en la que se va acumulando cada vez más conocimiento. La visión que nos ofrece la ciencia es tan sólo una de tantas visiones posibles. Hay un relativismo en estas perspectivas del mundo, relativismo en cuanto a las preguntas que resultan en cierto momento pertinentes, no en cuanto a la correspondencia entre nuestras teorías y la realidad. De otro modo no sería posible que estas verdades relativas nos permiteran viajar a otros planetas, usar vacunas, prever enfermedades de naturaleza genética, producir armas biológicas y nucleares.

Hernández advierte que el concepto que parece ahora establecido, bien fundado y sólido, dentro de 50 años puede convertirse en una gran falsedad. Lo que no quiere decir que esté mal. Esto pasa por que la ciencia principalmente trata de resolver los problemas que van apareciendo, no busca una verdad absoluta, ni la esencia última de las cosas, trata de responder a los problemas que algunas veces por cuestiones externas, ideológicas o internas en las propias disciplinas, surgen como pertinentes.

"En esa aparente solidez de los conceptos, nos damos cuenta que dependemos de esas preconcepciones, mismas que en algún momento se funden para darnos eso que llamamos conocimiento".

Gerardo Hernández apunta que hay una profunda obscuridad en el estudio de la historia de la ciencia, que provoca un enorme vacío. "Esta área debe ser un objeto de reflexión seria y profesional. Por supuesto hablo de la historia de la ciencia como campo de investigación y no como complemento cultural. Si uno quiere entender el proceso de la evolución de la ciencia, no se puede quedar en lo anecdótico y superficial". (Mirna Servín)
 
 

"Si no aplicamos estructuras no funcionamos, si decimos que algo es rectangular es porque podemos aplicar a ese algo una estructura de simetría de un rectángulo"