La Jornada Semanal, 18 de junio del 2000

¿Cómo votarán este 2 de julio los ciudadanos mexicanos cuyo trabajo radica en pensar, crear e imaginar?, ¿cuáles son los razonamientos, motivaciones y hasta ponderaciones pragmáticas que orientarán su decisión a la hora de marcar las boletas electorales? Pero, sobre todo, ¿qué país observan hoy y, en caso de una muy probable alternancia en el poder, qué nación imaginan que podría comenzar a surgir luego de todos estos turbulentos meses de contienda política?

Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador obtendrán la mayoría de los votos de este sector de ciudadanos, una muestra de los cuales fue encuestada por La Jornada Semanal, pero algunos de ellos también observan que Vicente Fox parece tener mayores y reales probabilidades de triunfo, pese al escepticismo que su persona y sus actos provocan en el mundo de la cultura y del conocimiento. De cualquier modo, las expectativas generales se orientan hacia la decisión (y la necesidad) de cambiar. Y entre el temor y el deseo de aventura, una coincidencia contundente y también mayoritaria: poner fin a siete décadas de monopolio del poder.

Pero las respuestas de nuestros ilustres consultados van más allá de las tendencias personales y, tomadas en su totalidad, ofrecen un enriquecedor y plural panorama de esta coyuntura, sin precedente en la historia de México. Ofrecemos la primera entrega de los resultados de este sondeo, mejor definido como un acto de consulta y de confianza entre los habitantes de la República de las letras, la creación y la reflexión.

1) ¿Cuál es su opinión acerca de las condiciones en que se da el actual proceso electoral en México?

2) En caso de darse la alternancia en el poder en este país, ¿cuál sería el o los escenarios posibles? (es decir, en caso de ganar la oposición: Fox o Cárdenas).

3) ¿Cuál es su candidato para la jefatura del Gobierno del Distrito Federal y cuál para la Presidencia de la República, y por qué?

Carlos Monsiváis (ensayista)

1. Es un proceso todavía marcado por la desigualdad que, a fuerzas, evoca la monstruosa diferencia de recursos entre el partido del gobierno y las oposiciones a lo largo de siete décadas (No había IFE cuando contendieron por la Presidencia José Vasconcelos, Juan Andrew Almazán, Miguel Henríquez Guzmán y, en 1988, Cuauhtémoc Cárdenas). Pero el cambio social es inequívoco. A mayor creencia en el voto, más difícil es la imposición priísta, aunque la Maquinaria (el último de los nombres del determinismo en la versión del PRI) recurra a sus trucos y opresiones de siempre. Las sociedades de México -el plural es inevitable por la variedad de reacciones electorales- no admitirán otro fraude monumental como el de 1988. El gran peligro ahora es el uso de recursos, intimidaciones y chantajes en favor de una continuidad ya insostenible.

2. Mis dones de vidente no me permiten vislumbrar con detalle un salto histórico. Un México sin el PRI es, supongo, lo que demasiadas generaciones han querido ver, casi desde Acamapichtli. Lo que sé de cierto y no lo supongo es lo siguiente: al darse la alternancia se vivirán tiempos difíciles, pero no tanto como los que sufriríamos de continuar el PRI.

3. Para el gobierno del DF mi voto es por Andrés Manuel López Obrador, y para la Presidencia, por Cuauhtémoc Cárdenas. No obstante mis diferencias con el desarrollo del PRD, no encuentro candidatos más convincentes en cuanto al compromiso con las mayorías, el Estado laico, el respeto a la diversidad, la oposición al neoliberalismo (que necesita pasar de pronunciamiento a programa), Chiapas y la educación pública gratuita. Pero más que con el PRD mis coincidencias se dan con los grupos de izquierda de la sociedad civil y de las ONG, que ahora hallan un espacio común en las candidaturas de Cárdenas y López Obrador.

Rafael Barajas, El Fisgón (monero)

1. Lo que preocupa es el impresionante deterioro de la calidad de vida de las mayorías en México. Y también, que hay un sector, con razón, muy enojado con el proyecto económico, que se radicaliza y se acerca a posiciones que, incluso, pueden llegar a ser violentas. El país está funcionando como en diferentes pisos y tiempos. Por un lado está el México de las elecciones, cuyas preocupaciones son la democracia, etcétera, y por otro, un sector del país que se encuentra relegado por al menos dos de los candidatos y que tiene problemas de supervivencia concretos.

2. Una de las primeras cosas que ocurrirían sería un deterioro veloz del partido de Estado. Un partido presidencialista sin presidente es un partido que no tiene larga vida. Una segunda sería un reacomodo de las fuerzas en el país porque, a final de cuentas, ¿a dónde van a ir todas estas fuerzas que ahora están con el PRI? Me preocupa que, por primera vez, tenemos una posibilidad de que exista alternancia sin que haya un cambio de proyecto económico. Eso es muy preocupante y grave. Para que exista una alternancia real tiene que haber un cambio del proyecto económico, porque si no, el sector que mencionaba, que ya está molesto, acabará por estallar.

3. Andrés Manuel López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas. Ambos encarnan un proyecto de nación con el que simpatizo. Son dos candidatos que tienen principios, que plantean una alternativa en contra de la crueldad del proyecto neoliberal, de la corrupción priísta y en favor del Estado laico y de una política social incluyente y coherente. Además, son dos luchadores sociales intachables.

Alicia García Bergua (poeta)

1. En comparación con tiempos pasados, me parece que las condiciones son mejores, más equitativas y con más oportunidad de que haya debate y se dé una pelea.

2. Realmente no sé mucho de política, pero supongo que entre los escenarios posibles tendría que darse uno en el que hubiera cierto pacto de gobernabilidad porque, sobre todo en el caso de los partidos de oposición, no tienen un aparato suficiente para gobernar el país.

3. Voy a votar por el PRD en ambos casos, porque en este partido, y en general en la oposición de izquierda, están, pese a todo lo que pueda decirse, los mexicanos más honestos y la gente con la que comulgo. Es una cuestión de principios.

Eduardo Lizalde (poeta)

1. Necesitaría dieciséis cuartillas para responder con un ensayo.

2. También, necesitaría otras dieciséis cuartillas.

3. El último sería el del PRD, en el Distrito Federal y en el país. Me parecen candidatos absolutamente deficientes para hacer nada en la Ciudad de México. Nada más hay que ver el desastre que ha producido ese partido en el gobierno del DF. Es el peor gobierno que ha tenido la ciudad en todo el siglo. Es una monstruosidad lo que está haciendo el PRD. Está auspiciando la impunidad y el desorden absoluto en la ciudad, produciendo el caos, para decirlo con toda tranquilidad. Debe aplicar la ley.

Humberto Musacchio (periodista)

1. En general son buenas si las comparamos con los procesos anteriores, pero todavía están en manos del gobierno múltiples recursos económicos y de todo tipo para apoyar al PRI.

2. Si gana el PAN, que todos los que no pensamos como Pro-Vida busquemos embajada. Si gana el prd, que nos preparemos para una embestida mucho mayor de priístas y panistas. Y si gana Porfirio Muñoz Ledo, que nos metamos a un manicomio.

3. En el Distrito Federal es Andrés Manuel López Obrador, y para la Presidencia de la República, Cuauhtémoc Cárdenas. En el caso del DF, porque López Obrador es un hombre honrado, trabajador y capaz de convocar a un esfuerzo colectivo, que es lo que necesita esta ciudad. Y en el caso del país, porque Cárdenas es el único de los candidatos con tamaño de estadista. Creo que esa es una buena razón.

Rogelio Naranjo (monero)

1. Son condiciones bastante favorables para que haya un resultado democrático, respetado por las autoridades. Quizá el momento por el que pasa la izquierda no sea el mejor, pero las condiciones están bien, correctas.

2. Lo más probable, dado todo lo que se está viendo, es que sí se dé la alternancia. Y sobre los escenarios posibles, pienso que no habrá continuidad del régimen priísta. En caso de que gane Fox, habrá muchas posibilidades de que haya combinaciones de alianzas y todo eso para gobernar durante un equis tiempo. Entraremos en un sistema de gobernar con unas cámaras más efectivas en el sentido de que se hagan juegos interesantes, tanto de diputados como de senadores, para tener resultados en los que no se le den manos libres al Ejecutivo. En caso de que gane Cárdenas, yo lo veo todavía muy difícil, le queda poco tiempo para remontar la desventaja muy grande que tiene. Claro que quisiera hacerme ilusiones, pero en términos realistas lo veo muy difícil. No me quiero ni hacer ilusiones en esto porque, obviamente, vendría una desilusión muy grande para mí.

3. En el DF vamos en caballo de hacienda, como dicen; ahí no hay ningún problema: será Andrés Manuel López Obrador. Siento el mismo optimismo de cuando Cárdenas ganó el gobierno del DF. Ahora, en cuanto a la Presidencia, yo qué más quisiera, mi candidato es Cuauhtémoc, pero sí lo veo muy difícil. Creo que hubo muchos errores en el periodo de campaña. Pero, de todas maneras, confío en que logre el mayor porcentaje posible porque esto será estratégicamente muy importante para cómo se conduzcan los planteamientos dentro de las cámaras, a fin de conseguir cosas beneficiosas para cualquiera de los partidos. Será una lucha muy interesante, que estará ya un poquito fuera de las decisiones del Ejecutivo. Y si se da la alternancia en el poder, o sea, alguien de la oposición, que lo más seguro es que sea Fox, habrá un tablero muy rico en posibilidades de una lucha muy interesante en la que él ya quede circunscrito a cosas muy restringidas.

Hugo Gutiérrez Vega (poeta)

1. No se puede acusar de paranoico a un mexicano que tenga dudas sobre la total transparencia de nuestros procesos electorales. Es claro que se ha avanzado mucho y que en el IFE están puestas nuestras esperanzas de limpieza electoral. Sin embargo, por ahí merodean los viejos y compulsivos tahúres, así como los especialistas en la coacción y la compra del voto. El IFE tiene una grave (muy grave) responsabilidad histórica. De momento debemos apoyarlo con todas nuestras fuerzas.

2. Las circunstancias históricas de nuestro país indican que la llegada a la democracia pasa por la derrota electoral del PRI y por el establecimiento de una sencilla y natural alternancia. Al hablar de alternancia me refiero al proyecto económico. Tanto el programa del PRI como el del PAN tienen un marcado tufo neoliberal. El nuevo proyecto debe preocuparse por la distribución del ingreso, debe buscar fórmulas para combatir las abismales desigualdades, encontrar las nuevas formas de la planificación social, actualizar los aspectos esenciales del estado de bienestar que debe darse en el momento de la globalización irreversible, pero, en muchos capítulos, revisable. El PRD es el único partido que propone estos temas con seriedad.

3. Coincido con el programa político y socioeconómico del PRD. Cumpliré mi obligación ciudadana y votaré por los candidatos de ese partido.

Arnoldo Kraus (médico)

1. Se está dando en un mejor ambiente, de mayor apertura, que invita más a la democracia, más sano. Aunque no dejo de entrever que atrás de las encuestas hay un gran sesgo y manipulación. Tampoco puedo soslayar que atrás de los votos que acumule el PRI está un dispositivo gigante, montado en cosas como la repartición de despensas.

2. De ganar Cárdenas habría una gran mejoría en el país: un ambiente de mayor apertura, de mayor expresión pública sana y solidaria. El beneficio sería más pronto para los pobres. La preocupación fundamental de Cárdenas sería empezar por abajo, pues la pobreza es el problema más grave que tenemos. En caso de que la eutanasia se dé en Fox, creo que las cosas no estarían bien. El escenario sería peor con él que con el pri porque ha demostrado autoritarismo, cerrazón y un lenguaje doble difícil de entender.

3. López Obrador y Cárdenas. Ambos tienen claro que los problemas de México no se resolverán si no se empieza con la pobreza. Eso los diferencia mucho de los otros candidatos. Ambos tienen un discurso mucho más sólido en este aspecto.

Rosa Beltrán (narradora)

1. En comparación con años anteriores, incluido el pasado sexenio, las condiciones son mucho más favorables. Es positivo que la sociedad civil sea cada vez más consciente y participativa. Por otra parte, las innovaciones, por llamarlas de alguna manera, en las formas de difusión, como las campañas organizadas por publicistas para anunciar candidatos o la participación de distintas maneras de los medios en esta campaña, casi nunca son objetivas ni ayudan a formarse una opinión coherente e informada sobre los aspirantes. Por ejemplo, los debates para acordar el segundo encuentro son parte de algo más cercano al espectáculo de masas que a una verdadera discusión política. Para los televidentes, fue claro que la mayoría de las respuestas eran sumamente generales, poco aterrizadas. Muchos de los conceptos de los tres candidatos, pero sobre todo de Labastida, obedecían a una retórica que ya no nos dice nada. (Decir, por ejemplo, que se van a mejorar las condiciones de vida de la población, o que se apoyará la educación porque es necesario elevar los niveles, sin hablar de estrategias y de formas concretas, es ya no decir nada.)

2. Me da miedo hacer presagios; que más quisiera yo que ser vidente. Supongo que en caso de ganar Fox, habrá en un principio una transformación, no necesariamente positiva. Ha sido claro en la trayectoria de este candidato que él asume una actitud caciquil. No creo que sea la democracia lo que está detrás de estas alternativas, sino un proceso en el que hemos sustituido a un caudillo por otro. De hecho, esta actitud está muy presente en los tres candidatos. De llegar la oposición al poder, aunque también si no llega, desearía que por fin se respetaran los acuerdos firmados en Chiapas, que se diera una solución realmente democrática al conflicto de la UNAM, que la mejora en la educación, propuesta por los tres candidatos, consistiera en un proyecto menos tecnocrático y más humanista, y que la distancia abismal entre el ingreso real de los funcionarios -y de sus beneficiarios directos- y el de los sesenta millones de mexicanos pobres, dejara de ser uno de los aspectos más lacerantes.

3. El proyecto que me parece más justo, que realmente representa una oposición, es el perredista. Lo cual no quiere decir que no tema, como muchos perredistas -no pertenezco a ese partido pero tengo simpatías por su proyecto-, que se vayan a reproducir conductas aprendidas durante los setenta años en los que el PRI ha estado en el gobierno. Los candidatos del PRD, finalmente, son disidentes, cierto, pero también, de alguna manera, son discípulos del PRI Como muchos mexicanos, voto por la oposición y deseo un cambio frente a estos setenta años de monopolio priísta, pero este es un proceso que llevará mucho más tiempo para que realmente podamos hablar de una democracia.

Eduardo Hurtado (poeta)

1. Han mejorado con respecto a la situación de hace seis y doce años, pero siguen siendo inequitativas. Lo que ha mejorado fundamentalmente son las condiciones de credibilidad, gracias a la existencia del IFE y a la ciudadanización del proceso. Pero lo que sigue pendiente son condiciones de mayor equidad en la competencia política. Es decir, estamos viendo una vez más el aparato apabullante del pri-sistema gastarse las millonadas y aprovechar los programas sociales para apoyar a sus candidatos.

2. La posibilidad de que gane Cárdenas me parece muy remota. Respecto a la posibilidad de que Fox llegara a la Presidencia de la República, vislumbro más ventajas que desventajas. Las desventajas las han anunciado los observadores políticos y tienen que ver con problemas de autoritarismo, oscurantismo, regresión en algunos logros sociales. Sin embargo, creo que todos estos aspectos pueden controlarse a través de la acción civil, del Congreso y de la previsión de los propios mexicanos, y ninguno de ellos es más grave que el que representa un triunfo del PRI: la consolidación del sistema cupular y corporativista. De ganar Fox, las ofertas que él nos hace, fundamentalmente en materia económica, traerían grandes beneficios al país. Y el solo hecho de una alternancia en ese puesto representaría ya el desmontar un proceso de corrupción tan arraigado, que nos reportaría un beneficio increíble, incluso en términos de mayor capacidad económica del gobierno federal.

3. Para el DF, Andrés Manuel López Obrador. Creo que a pesar de lo que se dice, el gobierno que presidió inicialmente Cárdenas y que ahora está en manos de doña Rosario Robles ha dado muestras de una mejor capacidad de organizarse y, sobre todo, de sanear el problema de la corrupción y, por lo tanto, porque están relacionados, el de la inseguridad para los habitantes del Distrito Federal. Merecen otros seis años para poder ampliar y profundizar en todos esos proyectos y organizarse aún mejor. Respecto a la Presidencia de la República, el candidato que considero no el mejor -porque todos sabemos que es difícil hablar del mejor en estos momentos, pues desdichadamente no hay un candidato del que pueda uno claramente decir: ``este es un hombre que llevará a México a mucho mejores condiciones''- sino el que puede conducir la transición, darnos una oportunidad de alternancia y propiciar las razones que expliqué más arriba, es Vicente Fox.

Julieta Egurrola (actriz)

1. Quisiera creerle al señor Woldenberg (consejero presidente del IFE), cuando descarta la posibilidad de malos manejos o fraude. Quiero pensar que el PRI no utilizará todos los medios, caminos o mañas posibles para lo contrario. Y quisiera pensar que en vías de la democracia, en ese camino largo que nos espera para poder decir que vivimos en una democracia, haya claridad y transparencia en el resultado de la votación. Hasta ahorita los ``debates'' ofrecidos a los ciudadanos, independientemente de que nos guste el formato o no, o lo que se dice o no en estos encuentros, son un avance muy grande e importante para los mexicanos.

2. La verdad, no quisiera amanecer el 3 de julio con la alternancia a favor del PAN. Me preocupa y me aterra la idea. Sé que amanecer el 3 de julio con el PRI encima, una vez más, implicaría un trabajo arduo, de lucha, que ya tenemos desde hace rato en contra de una serie de cosas. Estando más o menos en contacto en reuniones, manifestaciones, marchas, mítines y demás con Cárdenas, conociendo gente del partido y otras como yo, simpatizante del ingeniero, podría imaginarme la alternancia en el poder con el PRD, en donde, con personas como López Obrador, Rosario Robles y Amalia García, por lo menos hay garantías de sensatez, honestidad, madurez política y de un respetoÊpor el sentir y pensar del ciudadano. Estar en el poder federal implicaría un duro trabajo para ellos, una lucha contra todos los que pasarían a ser la oposición, pero esa también sería una lucha de todos nosotros para no dejarlos solos y así exigirles, observar y vigilar con todo el derecho que nos da ser ciudadanos de este país.

3. Voto por López Obrador y por Cárdenas, con quien estoy desde 1988, y no soy perredista.